De acuerdo a información consolidada por el ICFES (disponible en www.icfes.gov.co/investigadores-posgrado) correspondientes a la prueba Saber Pro 2015 en los módulos de Razonamiento Cuantitativo y Lectura Crítica; el 48% de los estudiantes de la región que presentaron la prueba en 2015 se clasificó en el nivel más bajo establecido para el módulo de razonamiento cuantitativo. Lo anterior implica que, 1 de cada 2 profesionales próximos a egresar de programas de educación superior en la costa presentan algún grado de dificultad para resolver problemas que implican el uso de conceptos y aplicación directa de las operaciones aritméticas o estadísticas básicas.

En lo que respecta a Lectura Crítica, un 37% de los futuros profesionales de la costa caribe no alcanzan los niveles de desempeño deseable en la prueba. En este orden de ideas puede afirmarse que aproximadamente 1 de cada 3 futuros profesionales de la región no es capaz de identificar y entender contenidos explícitos de un texto para lograr una comprensión general de lo leído.

Por otra parte, se destaca que los porcentajes de estudiantes de bajo desempeño en ambas competencias evaluadas se ubican por encima de los reportados para el consolidado nacional, asimismo llama la atención que en los departamentos de La Guajira y San Andres los porcentajes de estudiantes en el nivel más bajo de desempeño se eleva significativamente.

Es necesario llamar la atención sobre los bajos resultados académicos de los programas e instituciones de educación superior de la costa toda vez que los de la política pública a nivel regional se han vendido centrando en el aumento de la cobertura en educación superior, como ejemplo de lo anterior encontramos el caso de los programas de fortalecimiento de los Centros Regionales de Educacion Superior (CERES), la construcción de la denominada Universidad del Sur del Atlántico, la adopción del Instituto Tecnológico de Soledad Atlántico (ITSA) al Distrito de Barranquilla, entre otros programas y proyectos enfocados aumentar al acceso y cobertura a nivel descentralizado.

Sin bien estos esfuerzos son importantes y deben mantenerse y potenciarse, poco o nada se discute sobre la optimización de su oferta educativa y los estándares de calidad los programas de educación superior a los cuales acceden los estudiantes, una discusión fundamental para trazar una ruta para que el acceso a la educación superior se convierta en motor de la equidad y el desarrollo social; tal como lo indica el Banco Interamericano de Desarrollo (2013) no basta con poder captar y mantener un gran número de estudiantes, los programas que se ofrezcan en los niveles educativos superiores debe ser de alta calidad, ajustados a las necesidades del mercado laboral; y adaptados al talento, nivel académico previo y perspectivas profesionales de sus estudiantes.