Uninorte ahora es parte de la Sociedad Interamericana de Prensa

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Alberto Martínez (centro), director del programa de Comunicación Social y Periodismo, acompañado de un grupo de estudiantes destacados.

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26 may 2017

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) dio la bienvenida a la Universidad del Norte y a 15 instituciones más de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México y Perú que por primera vez fueron aprobadas como socias cooperantes de la organización. La distinción les permitirá hacer parte del debate sobre el futuro del periodismo y de la profesión con los principales medios de América Latina.

La SIP es una organización sin fines de lucro dedicada a la defensa y promoción de la libertad de expresión y de prensa en todas las Américas. Hace alrededor de diez años que trabaja por mejorar los procesos de formación de los periodistas, lo que dio lugar a la creación del Consejo Latinoamericano de Acreditación de la Educación en Periodismo y Comunicación (Claep), que certifica la calidad de los programas en las universidades de Latinoamérica. 

Las universidades admitidas por la SIP —durante su asamblea general celebrada en octubre de 2016, en México— están acreditadas por Claep que hoy actúa como órgano independiente, con su propia naturaleza y estatutos, con el objetivo de contribuir a las mejoras en los procesos de formación de periodistas. Lo que comprende revisar los procesos de educación de los programas académicos y hacer recomendaciones de ser necesarias.

En ese sentido, explica Alberto Martínez, director del programa de Comunicación Social y Periodismo de Uninorte, “la SIP reconoce que las universidades con programas acreditados por Claep forman periodistas en la defensa de la libertad de prensa y de expresión”.

Estas 16 universidades son la Católica de Argentina; la Católica de la Santísima Concepción, en Chile; la Autónoma de Bucaramanga (UNAB), la Autónoma de Occidente, La Sabana, la del Norte, la del Externado, la Pontificia Bolivariana y la Santiago de Cali, en Colombia; la Técnica Particular de Loja y la de Los Hemisferios, en Ecuador; el Instituto Tecnológico de Monterrey, la Anáhuac Mayab y la Anáhuac México Norte, en México; la Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) y la San Martín de Porres, en Perú.

Estas instituciones, ahora, entran a debatir activamente con dueños y directivos de periódicos la suerte del periodismo de América Latina. “Si bien es importante que nosotros nos revisemos o nos revisen en la formación que damos, también lo es que la academia participe en procesos de revisión de lo que ofrecen las salas de redacción a los periodistas”, afirma Martínez.

En el ámbito, tanto medios como academia tienen consensos conceptuales, pero también diferencias desde el punto de vista pragmático. Ello porque —según el docente— así como la SIP tiene preocupación sobre la formación, a las universidades les preocupan las condiciones con las que sus periodistas llegan a una sala de redacción.

Pero ahora, “con la incorporación como socios de las universidades de Claep a la SIP se establece una nueva relación con las unidades acreditadas en la cual podrán acceder a los mismos beneficios que otros miembros de la SIP: la red de profesionales, participar en misiones, seminarios y otras actividades de la organización”, cuenta la directora ejecutiva de Claep, Susana Mitchell, docente de la Universidad Católica Argentina. 

Antecedentes

La idea de la SIP para la creación de Claep surgió en 1995 en la Conferencia Hemisférica sobre la Modernización de la Enseñanza en Periodismo, celebrada en la ciudad de Cantigny, Illinois; donde se planteó la necesidad de que las facultades de periodismo y comunicación estuvieran en concordancia con el campo profesional en torno a la preparación académica de los profesionales y las necesidades del sector.

Cinco años más tarde nació Claep (2000), como herramienta de certificación de la calidad educativa de las universidades que voluntariamente así lo soliciten. Desde hace varios años la SIP realiza actividades conjuntas con las universidades del Consejo, que abarcan temas de libertad de prensa y crímenes contra periodistas, entre otros. 

Incluso, la SIP abrió un espacio societario a los medios universitarios. “En ese momento nosotros nos acogimos con El Punto, que es el primer periódico institucional en ser admitido como socio”, cuenta Martínez.

Ahora es “muy relevante” para las instituciones de educación superior participar activamente en la Sociedad, como considera Tony Pederson, presidente de Claep y profesor del Meadows School of Arts de la Southern Methodist University en Dallas. “Esto nos permite cumplir con nuestro objetivo de educar a los futuros periodistas elevando la importancia de la libertad de expresión y de prensa en las universidades", dice. 

“Eso permitirá unos constructos de profesión, robustecerla y salirle al paso juntos a los desafíos, que no son solo en términos de censura de prensa o en presiones indebidas que se ejercen desde las fuentes, sino también de las condiciones con las que llegan los periodistas, que es una manera de ambientar unos ejercicios de violación y libertad de prensa y autocensura”, concluye Martínez.

Por Adriana Chica García

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