El primer doctor en Comunicación formado en Colombia

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Miguel Garcés Prettel presentó su tesis doctoral el miércoles, 26 de julio.

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31 jul 2017

Con un saco gris, una corbata lila y una mirada vidriosa por la emoción, Miguel Garcés Prettel se convirtió en el primer colombiano que recibirá el título de doctor en Comunicación sin salir del país. Formado en la Universidad del Norte, este monteriano de 42 años obtendrá el grado académico con una calificación Cum Laude (máximo reconocimiento al mérito científico), luego de presentar su tesis doctoral el 26 de julio.

El reto de su tesis de doctorado: Modelando la autonomía periodística en contextos de violencia directa y estructural: influencias determinantes de la autonomía profesional percibida por los periodistas para producir y publicar noticias en Colombia, fue demostrar que este tipo de violencia permea las decisiones en las salas de prensa y la autonomía de los periodistas, incluso cuando estos no son conscientes de ello.

Garcés es licenciado en informática y medios audiovisuales y magíster en Comunicación de Uninorte (2009), y tiene un perfil investigativo en el área de culturas periodísticas. Hizo un importante aporte teórico al estudio tradicional de la autonomía periodística desde la teoría del periodismo, ligada a la influencia de variables políticas, económicas e individuales. Su investigación detalló que la autonomía es mucho más “multidimensional, compleja e históricamente más contingente” de lo que hasta ahora se ha estudiado.

“Cuando esa teoría se pone en contextos como el nuestro, con democracias inseguras, ligada a índices de violencia y desigualdad, la autonomía es sentida de forma muy distinta a como funcionan las democracias estables. Abre una agenda de posibilidades para seguir estudiándola desde otras líneas de acción y sistemas macroestructurales más allá del área local, como por ejemplo, en ciencias políticas o el tipo de región”, argumentó el también docente investigador del programa de Comunicación Social de la Universidad Tecnológica de Bolívar, en Cartagena.

Garcés Prettel defendió su tesis durante 40 minutos ante una comisión examinadora de alto nivel, integrada por Camilo Tamayo, doctor en Política y Estudios Internacionales de la Universidad de Huddersield; Marta Milena Barrios, doctora en Ciencias Sociales de la Universidad del Norte; Jesús Arroyave Cabrera, Ph.D. en Comunicación y director de la tesis; y Claudia Mellado Ruiz, doctora en Comunicación de la Pontificia Universidad de Salamanca y quizás la investigadora más publicada en América Latina sobre temas de periodismo.

El primer doctor en Comunicación del país nunca ha trabajado en una sala de prensa, no es periodista, pero ha dedicado su vida a estudiar lo que hacen los artífices del periodismo. Mesurado y con un leve barrido de sílabas al hablar, cree fundamentalmente que la profesión “no es una palabra que pueda mirarse de forma singular”.

“El periodismo que conciben los periodistas es diferente al que perciben los gobernantes y los ciudadanos, pero noto algo en común y es que hay una utopía alrededor de él. Pese a que algunos se han rendido al considerar que es un negocio, sigo creyendo que es una apuesta por el servicio público y lo social. Ese es el gran reto de los periodistas, decidir al servicio de quién y de qué van a poner lo que saben”, puntualizó.

El doctorado en Comunicación Social de Uninorte fue aprobado el 27 de diciembre de 2010, pero empezó a funcionar en abril de 2012.  El profesor Jesús Arroyave Cabrera, su coordinador, destacó la labor de la institución ante una de las grandes críticas que afronta la profesión en América Latina y en Colombia, como es la limitada oferta de posgrados en Comunicación. De acuerdo con el docente, esta situación no permite formar a profesionales de alto nivel y los margina de discusiones internacionales y revistas investigativas.

“Esta tesis se embarcó en un proyecto internacional que dirige, desde Alemania, Thomas Hanisch y participan alrededor de 70 países en el mundo. Esto significa que está perfectamente acoplada a las tendencias modernas de la investigación en el contexto internacional y es avalada la rigurosidad de la formación que se está dando en Uninorte”, señaló Arroyave.

Miguel Garcés manifestó tener ahora un compromiso moral, ético y humano con el doctorado. Sigue soñando en que la academia y lo que Dios le ha dado es para “servir” y de ahí no se quiere “mover”. Al servicio de quién y de qué va a poner esta nueva formación, advirtió, también se convirtió en su nuevo reto profesional.

Por José Luis Rodríguez

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