“Para construir paz debemos superar las divisiones de género basadas en la violencia“: Raewyn Connell

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Raewyn Connell durante su presentación en el auditorio.

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04 may 2018

En el marco del posconflicto y la construcción de paz que atraviesa Colombia son varias las problemáticas de índole social y cultural por resolver. Diversos movimientos sociales se han creado para hacerle seguimiento, por ejemplo, a temas como la equidad de género en el proceso de paz y en la sociedad en general. El análisis de este panorama fue desarrollado el 2 de mayo en Uninorte por la socióloga Raewyn Connell, a través del conversatorio “Género y masculinidades en la violencia y los procesos de paz”.

El evento fue realizado en el auditorio gracias a la colaboración de Caribe Afirmativo y entidades nacionales como la Dirección de Diversidad Sexual de la Secretaría de Planeación de Bogotá, y contó con la presencia de estudiantes, docentes e invitados expertos en la temática. La presentación estuvo dividida en tres apartados: que entendemos por género, conflicto y guerra, y el rol del género en la construcción de paz.

Durante la primera parte Connell señaló que el género se refiere a identidades y prácticas sociales, dentro de las cuales se incluyen las figuras corporales y las estructuras institucionales. “Debemos prestar especial atención a la posición del hombre en las relaciones sociales, pues cuando tratamos este tipo de problemáticas asociadas al género más que mirar lo que piensan las personas, debemos mirar lo que hacen”, afirmó.

Para la experta en masculinidades el género es “plural” y existen múltiples maneras de ser hombre y mujer dentro de una misma sociedad. Cuando esto se reconoce –dijo– hay que observar la manera cómo estas se conectan. En otras palabras, solo comprendiendo los patrones y estereotipos creados en una sociedad es posible su “desarticulación” y transformar desde la raíz de estos comportamientos.

En la segunda parte la experta se refirió especialmente a la violencia de género. Para ello se fue a las bases donde el fenómeno se funda y la relación entre masculinidad y conflicto, que ha permeado al mundo entero y es hoy uno de los mayores retos en la sociedad posmoderna. “La sociedad de patriarcado se asegura gracias a la hegemonía de la masculinidad”, expresó.

De acuerdo con la australiana, esta hegemonía se forma en la economía global, especialmente en las corporaciones transnacionales, en donde se reproducen patrones de comportamiento violentos y se reconoce al hombre como “fuerte” y esta fortaleza se asocia con dinero o poder en las jerarquías. En esta parte, se usaron diversos ejemplos como los carteles de Hollywood y la imagen de poder del hombre violento, y el reclutamiento de hombres jóvenes para el narcotráfico y las fuerzas armadas. Formas por medio de las cuales “la cultura celebra la violencia”.

“La violencia corrompe la vida de los hombres, debemos superar las condiciones que esta antepone que son principalmente tres: la complicidad que se da entre hombres para reproducir los comportamientos, la sumisión del rol de la mujer y generalización de las mismas, y los modelos de dominación masculina”, añadió.

En el último apartado Connell dio una serie de recomendaciones para trabajar desde el género hacia la construcción de paz, entre ellas: crear procesos de equidad presentes en todas las instituciones; crear relaciones de género que cooperen en conjunto para una sociedad más sostenible y estar preparados para las reacciones frente al cambio. “En las escuelas estos cambios asociados al comportamiento según el género pueden producir bullying. Sin embargo, hay alternativas a través de los espacios de socialización y reproducción, como los juegos de deporte o el teatro, y de esta manera se puede generar un diálogo sano”, agregó.

El público también dio sus aportes desde su experiencia nacional. Entre ellos, se afirmó que hay mucho por trabajar en cuanto a la relación territorio-mujer. Del mismo modo se concluyó que las pedagogías sociales y la academia juegan un papel clave en el proceso de paz, y es importante la apertura de estos espacios de discusión, ya que la educación es uno de los principales entes transformadores en una sociedad.

Por María Celeste Lozano 

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