La importancia de la comunicación en la aplicación de una vacuna como la del VPH

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El VPH es la enfermedad infecciosa de transmisión sexual más frecuente. (Foto: Pixabay.com)

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13 ago 2018

Se cumplen diez años de la aprobación de la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) y su implementación en los calendarios de vacunación internacionales. Una inoculación médica que ha estado acompañada de polémica sobre su seguridad y efectividad en varios países, y que en Colombia se convirtió en una situación de orden público en 2014. Jair Vega, profesor del departamento de Comunicación Social y Periodismo, y Rafael Obregon, jefe de Comunicación para el Desarrollo a nivel global de UNICEF, ejecutores de la línea de comunicación y salud del Grupo de Investigación en Comunicación y Cultura PBX de Uninorte, dialogaron con Grupo Prensa sobre la importancia de la comunicación en los procesos de transformación social y su experiencia en el tema de cobertura de la vacuna.

“En Colombia y otros países ha habido situaciones asociadas a rumores, percepciones a nivel público que han generado oposición y es allí donde el rol de la comunicación juega un papel importante, porque demanda un proceso de diálogo y de interacción con las familias y la comunidad. Desde nuestra experiencia lo que se requiere es un trabajo sostenido de seguimiento y diálogo”, advirtió Obregón.

La creación de la vacuna contra el VPH surgió debido al problema de salud pública que este supone. Es la enfermedad infecciosa de transmisión sexual más frecuente, con una prevalencia global cercana al 12% en las mujeres y 20% en los hombres. Afecta a la piel y las mucosas, produciendo en ocasiones alteraciones en los tejidos que van desde verrugas genitales hasta lesiones más graves. El virus es la causa de casi el 100% del cáncer de cuello uterino, 90% de los anales, 70% de vagina y 50% de pene. De acuerdo a datos de Medscape, página que trabaja con coberturas de vacunación, en 2013 Colombia tenía la segunda mejor cobertura de inmunización en VPH, después de Australia; pero a finales de 2014 era apenas del 20,4 %.

“Este tipo de vacunas al estar asociadas a temas de sexualidad generalmente son polémicas, porque tienen diferentes interpretaciones biomédicas y morales. Si su aplicación no se hace a través de unos protocolos de comunicación rigurosos, que impliquen información clara para las niñas, los padres, profesores y los mismos médicos, hay mucho riesgo de que se den múltiples interpretaciones como en el caso colombiano”, explicó Vega.

Cuando se dio la crisis en Carmen de Bolívar fue invitado como experto ad honorem por el Instituto Nacional de Salud, para acompañar la comprensión de los resultados de su estudio y algunas visitas de campo. Los estudios que se han hecho hasta ahora no han demostrado efectivamente que haya habido un efecto biológico de manera directa por parte de la vacuna. De acuerdo con Vega, la aparición de casos se ha ido asociando a factores psicogénicos generados a partir de rumores.

“Todo esto nos lleva a valorar los procesos de comunicación en comunicación y salud, a valorar la relación que se establece con las poblaciones. Cuando el Instituto Nacional de Salud fue a presentar los resultados de estos estudios en la comunidad, no había un trabajo previo en la crisis misma, no se dio un trabajo de acompañamiento para brindar orientación y se dejó a la población al margen de muchas personas que llegaron de manera oportunista”, argumentó.

Obregón, en su rol con Unicef, ha tenido la oportunidad de participar en algunas iniciativas asociadas con la vacilación de las personas ante las vacunas a nivel internacional, y detalló que ha habido un crecimiento de resistencia frente a las mismas, incluyendo algunos países de Europa y a Estados Unidos.

“Es un tema que sigue acaparando la atención de gobiernos, pues se han amplificado las voces en contra a través de las redes sociales. Demanda un gran trabajo de comunicación: por un lado monitorear cuáles son las narrativas que se van creando por estos temas, buscar formas de interacción con esas plataformas y grupos, y tratar de mantener claridad suficiente sobre la seguridad e importancia de las vacunas", manifestó.

Para los docentes este caso de cobertura de inmunización muestra la necesidad de cambiar la concepción que se tiene de la comunicación en este tipo de procesos, porque muchas veces su demanda aparece en momentos de crisis, es decir, comunicación para la emergencia. Sin embargo, si la comunicación se concibe desde el inicio de una intervención, generará las condiciones en todos los niveles: desde las personas del entorno hasta los decisores.

Comunicación y salud

La línea de comunicación y salud, liderada en su origen por Rafael Obregón y posteriormente por Jair Vega, ha sido una de las más fuertes del Grupo PBX, la cual ha estructurado el tema de comunicación para el cambio social, y fue base para la creación de la maestría y el doctorado. Es una de las líneas que ha tenido mayor reconocimiento, no solo en Colombia sino en América Latina.

“Una característica del trabajo que ha hecho Uninorte es que  abordó la comunicación en salud desde una perspectiva de desarrollo y cambio social, no desde una óptica de servicios, sino más centrada en los procesos de participación, empoderamiento, de promoción de comportamientos preventivos y protectores. De alguna manera responde a la orientación del programa y en ese proceso ha habido muchos hitos”, concluyó Obregón.

El martes, 25 de septiembre de 2018, el Grupo PBX de Investigación en Cultura, Comunicación y Cambio Social invita al congreso: Comunicación, Cultura y Cambio Social: Celebrando 20 años de investigación y reflexiones académicas desde el Caribe colombiano.

Por José Luis Rodríguez R.

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