“Tenemos que empezar a asociar la biodiversidad con nuestra identidad“: Mailyn González

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La investigadora Mailyn González durante su conferencia en el auditorio.

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16 ago 2018

Colombia es el primer país del mundo en biodiversidad de orquídeas y aves, el segundo en anfibios, mariposas y agua dulce, y el tercero en reptiles y palmas, de acuerdo con el Sistema de Información de Biodiversidad (SiB). Sin embargo, aún casi la mitad del territorio no ha sido explorado o no cuenta con datos públicos.

Mailyn González, bióloga e investigadora del Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander von Humboldt, invitó a los asistentes del VIII Simposio Biodiversidad Caribe, realizado este 15 de agosto en el auditorio, a empezar a asociar la palabra “biodiversidad” con la identidad del país. Durante su conferencia “Expediciones Colombia Bio. Inventario Genético y Taxonómico en las áreas inexploradas del país”, habló de la iniciativa Colombia Bio, liderada por el Instituto, cuyo objetivo era realizar expediciones biológicas en áreas de alta biodiversidad y priorizadas por el conflicto armado, impulsando la generación de información genética.

“El hecho de que seamos biodiversos nos hace únicos. Tenemos que aprender a reconocer más cómo esa biodiversidad nos está permitiendo tener un bienestar, cómo está aprovisionándonos de servicios ecosistémicos y representa un potencial en la bioeconomía”, explicó la doctora en Ecología de la Universidad de Toulouse, encargada de la línea Genética de la Conservación de la Humboldt.}

Menos del 5 % de las especies de Colombia, de cualquier grupo biológico, tiene alguna información genética disponible, debido a factores de financiación, permisos o históricos. Con el proyecto Colombia Bio ha recorrido territorios donde no existía este tipo de información, como la localidad de El Peñón, en Santander; o el municipio del Carmen de Viboral, en Antioquia. Con él no solo ha generado nuevos registros de especies para la ciencia, sino que también ha hecho una caracterización genética de los organismos encontrados.

Con base en un artículo científico, argumentó que en Colombia se pueden estimar alrededor de 8.7 millones de especies eucariotas (con células que poseen núcleo), de las cuales solo hay descritas un millón trescientos. Es decir, la mayor parte de la biodiversidad en el país es desconocida. Pero ¿de qué nos sirve tener una base de referencia que nos permita tener una identificación acertada de las especies?

De acuerdo con González, esto permitiría diferentes aplicaciones en diversos campos. Por ejemplo, permitiría generar trazabilidad en el mercado con una base consolidada por los registros de incautación de la Policía, o implementaciones en el sector de la salud para la creación de antídotos contra venenos de especies.

“En Casanare hay una oruga que se ubica en el tronco de los árboles y genera hemorragias en las personas. Se pensaba que en Colombia existía una especie, pero ya hemos identificado más de cinco y solo en una funciona el antiveneno importado de Brasil”, argumentó la investigadora.

Los inventarios de biodiversidad en el país se vienen haciendo hace mucho tiempo, pero el programa Colombia Bio se ejecuta desde hace dos años y termina el 19 de agosto. González y su equipo de trabajo hoy están a la espera de las decisiones del nuevo gobierno, a ver si el programa continúa.

“La información que se ha generado indiscutiblemente es válida y útil para el ordenamiento del territorio, y la toma de decisiones. Ahora necesitamos que continué el financiamiento en el sector ambiental para que este tipo de iniciativas sigan teniendo lugar”, puntualizó.

Por José Luis Rodríguez R.

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