Efectividad del Estado, reto en la construcción de paz

conversatorio-construcción-de-paz.jpeg
De izquierda a derecha, los panelistas Alain Lempereur, Roberto González, Alejandro Castro y Antonio Celia.

Por:

30 ago 2018

La literatura ha demostrado, de la mano de la evidencia empírica, que la firma de un acuerdo no genera un efecto inmediato en términos de construcción de paz, pues no se trata de un resultado inmediato sino de un proceso de transición que inicia desde la ciudadanía para construir un escenario de reconciliación.

¿Cómo construir una paz estable y duradera en Colombia, después de décadas de violencia y conflicto armado, o poder erigir una sociedad que genere procesos de reconciliación, reconstruyendo el tejido social lesionado por la guerra? Estos fueron algunos de los interrogantes discutidos el 29 de agosto durante el conversatorio Retos para la construcción de la paz, organizado en el marco de una agenda de investigación sobre reconciliación y construcción de paz, desarrollada por el departamento de Historia y Ciencias Sociales de Uninorte, el Instituto de Altos Estudios Sociales y Culturales de América Latina y el Caribe, la Escuela de Posgrados de la Policía "Miguel Antonio Lleras Pizarro", y la Unidad Policial para la Edificación de Paz (UNIPEP).

El coloquio, desarrollado en el auditorio dentro de la programación de la Cátedra Global, tuvo como panelistas a Roberto González, profesor del departamento de Historia y Ciencias Sociales y director del Instituto de Altos Estudios Sociales y Culturales de América Latina y el Caribe; Antonio Celia, presidente de Promigas; Alain Lempereur, director del Programa de Resolución de Conflictos y Convivencia de la Escuela Heller de Política Social y Gestión, de la Universidad de Brandeis; y a Alejandro Castro, teniente coronel de la Policía y jefe del Grupo de Protección de la UNIPEP. Su moderadora fue Eliana Sanandres, docente e investigadora del departamento de Historia y Ciencias Sociales.

“Insisto en no tener una versión máxima de la paz y en la construcción de capacidades de los territorios, que creo ha sido el gran descuido del proceso de descentralización. No hemos logrado construir capacidades en los territorios, y la paz y la convivencia pasan por eso. La ausencia de Estado es en gran medida la justificación del conflicto armado”, señaló Celia durante el intercambio de ideas.

Para el teniente coronel Castro, cuando en la totalidad del territorio se den condiciones de seguridad integral, concepto apropiado de Naciones Unidas que apunta al cuidado físico y social, en Colombia se "podrán superar bastantes conflictos" que padecen los territorios.

“El llamado es a buscar la fórmula para que ese Estado sea efectivo en el territorio. Hace poco recorrí Miravalle, Caquetá, por el cementerio de las FARC. Pasé por ahí, dos horas de camino donde no vi ninguna institución del Estado. Me preguntaba qué sería de las vidas de esas personas que habitan ahí, qué lógicas entendieron. Desde mi institución estamos muy convencidos de que ese no debe ser el modelo para las próximas generaciones”, afirmó el uniformado.

El propósito de la agenda de investigación es poder contribuir a generar procesos de reconciliación e identificar mecanismos que ayuden a la sociedad a construirlos en una transición hacia la paz. En ese sentido, para juicio de González, un factor importante en la "cimentación" de ese camino es dejar de creer que la paz debe tener un bajo costo, es decir, no invertir mucho para alcanzarla.

“Muchos hemos asociado la paz con el silencio de los fúsiles y no con el proceso que inicia ahora. Ello supone superar visiones partidistas de la sociedad, comenzar a construir nuevos relatos, educar mucho en función de conocer la contraparte, sus virtudes y sus defectos; sobre todo mirar hacia adelante, porque hemos tenido relatos que se han centrado en ese pasado de dolor”, argumentó el docente.

Lempereur, quien realizó varias actividades con el público sobre el condicionamiento de las ideologías, concluyó que lo más importante, de momento, es que las personas vean no solo la efectividad del Estado, sino también la legitimidad del mismo. Concluyó que Colombia no es un Estado fallido porque no debe empezar de cero, pero sí debe mejorar los servicios y expandirlos a otros territorios.

Por José Luis Rodríguez R.

       Más noticias