Desarrollo de marca personal: el valor de ser uno mismo

Ana María Peláez, empresaria y conferencista especialista en felicidad corporativa, abrió la jornada de la tarde de ayer de Atlántico Emprende con una charla sobre la importancia de desarrollar una identidad tanto empresarial como individual, para lo cual es necesario trabajar aspectos como la coherencia y la adaptabilidad.

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Ana María Peláez, conferencista, empresaria y autora de libros.

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29 jul 2020

Para Ana María Peláez, conferencista, empresaria y autora de libros, la marca personal es el elemento clave para impulsar y sostener el emprendimiento. Su charla, que abrió la jornada de la tarde del 28 de julio de Atlántico Emprende, se centró en la necesidad de hacer una autoevaluación de lo que nos mueve e interesa en la vida para de esta forma desarrollar una identidad que te haga valioso, y por ende, solicitado en el mercado. 

La conferencista contó su experiencia personal en el emprendimiento, que comenzó hace cuatro años. Vivía cómoda y llevaba 28 años trabajando para su empresa familiar —Autolitoral Miramar—, pero no era feliz. Intentó con agencia de modelos, de publicidad, repuestos de carros, entre otros. Algunos de estos negocios se mantuvieron, mientras otros desaparecieron; no obstante, esta variada experiencia lo que le demostró es que debía tener una marca personal. 

Si bien la marca personal está relacionada con conceptos como una forma de agregar valor, estrategia, diseño, marketing, identidad, confianza, para Peláez se trata de encontrar en tu identidad lo que te hace destacarte, ser extraordinario. En este clima laboral actual es fundamental enfocarse en la percepción que tienen los clientes, la experiencia que viven al consumir el producto o servicio y la reputación que se genera.  

Para desarrollar una marca personal se debe tener coherencia: todo lo que se hace, dice y piensa debe estar alineado. “Si yo brindo algo, tengo que estar en la capacidad de suplir eso que se está demandando en el mercado. Que cuando hay una promesa de valor, el cliente sienta que se cumple”, detalló la conferencista. Esta coherencia se debe extender a las redes sociales personales, pues deben estar en línea con los valores de la empresa que representan. 

Añadió que los vínculos de valor son especialmente esenciales durante esta época, pues son estas relaciones establecidas las que perduran en tiempos de crisis, ya sea en los lazos familiares como en los clientes fieles. 

La creación de marca no es exclusiva a las empresas, también como empleado se debe desarrollar este concepto. Para ello, la especialista recomendó hacer aportes de valor que se pueden encontrar con curiosidad. Por ejemplo, en el desarrollo de actividades con otras áreas dentro de la misma empresa se hallan oportunidades de generar nuevas ideas. 

Frente a un mundo en medio de una crisis económica y sanitaria, Peláez propuso el término VUCA, utilizado por los marines del ejército estadounidense —reconocidos por su capacidad de mantener la calma y sentido en las situaciones más extremas— para referirse a un mundo posguerra, lo más parecido a la coyuntura actual. 

Ante la volatilidad hay que tener la capacidad de adaptarnos y ser veloces en los cambios. En un mundo incierto necesitamos confianza en nosotros mismos, confiar en nuestra gente, en nuestro equipo; frente a la complejidad necesitamos tener foco y data; entre más sepamos de nuestro cliente, pareja, proveedores, empleados, amigos, va a ser más fácil identificar cómo tener esas relaciones de vínculo. En una situación en la que no tenemos claridad, lo importante es tener planeación.

“Las circunstancias no pueden definir tu destino, es simplemente un punto de partida. De esa realidad viene la actitud para afrontar la circunstancia”, expresó la conferencista, quien invitó a las personas a atreverse a explorar, a hallar lo que les gusta y llevar este sentimiento a la acción. 

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Por Leonardo Carvajalino

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