Foro Casa Grande Caribe 2019: análisis y soluciones frente a los retos en educación y competitividad

Empresarios, académicos, periodistas y expertos participaron este 13 de noviembre en el Foro Unidos por el desarrollo del Caribe colombiano - Casa Grande Caribe y Ciudad Caribe 2019.

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Andrea Otero, investigadora del Banco de la República, abrió la jornada de conferencias en el coliseo.

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14 nov 2019

En 2018, Riohacha, Valledupar y Santa Marta se ubicaron como las ciudades del Caribe con mayor incidencia de pobreza entre las 23 capitales del país. Además, estuvieron por encima del promedio nacional de pobreza extrema y, aunque sus evoluciones variaron entre las tres ciudades, registraron un incremento desde 2015. Esta problemática se ve reflejada en la tasa de cobertura en educación media. Riohacha con 22,38 %, evidencia deserción escolar. Santa Marta, con 43,92 %, y Valledupar, con 45,13 %, aunque están mejor, tampoco “están dando lo mejor”. Las tres ciudades están en el top de las capitales con peores resultados en lectura crítica en las Pruebas Saber 11.

Esto y otros datos fueron analizados el 13 de noviembre en el coliseo por Andrea Otero y Diana Ricciuli, investigadoras del Banco de la República, durante el Foro Unidos por el desarrollo del Caribe colombiano - Casa grande Caribe y Ciudad Caribe 2019, organizado por el Centro de Estudios Económicos Regionales (CEER) del Banco de la República, Fundesarrollo, Traso Colectivo de Transformación Social, Fundación Promigas, Ciudad Caribe, Andi, Universidad Tecnológica de Bolívar y la Universidad del Norte.

“La primera área de intervención para superar el rezago en materia de educación (en Riohacha, Valledupar y Santa Marta) es la jornada única, específicamente que, para 2030, el 60 % de los alumnos en instituciones educativas oficiales estén matriculados en jornada única y alcanzar el 100 % de cobertura en educación básica y media”, afirmó Ricciuli, al exponer las propuestas de su coinvestigación Pobreza y educación en Riohacha, Valledupar y Santa Marta. Sin embargo, para que el tiempo adicional en las escuelas tenga los resultados esperados, las conferencistas advierten que esta iniciativa debe complementarse con esfuerzos en otras áreas, como que el 40 % de los docentes en servicio cuente con maestría, esfuerzos en fortalecimiento institucional, en eficiencia recaudatoria y en gestión pública local.

Durante la jornada (8:30 a.m. a 5:30 p.m.), participaron investigadores, docentes, empresarios y periodistas en torno a dos ejes fundamentales para el desarrollo de la región: la educación de calidad y la competitividad. El rector Adolfo Meisel destacó la relevancia de juntar organizaciones interesadas en el Caribe colombiano, enfocadas en el bienestar colectivo. “De buena voluntad”, como fue en un principio la iniciativa Casa Grande Caribe, que desde 2017 estimó una inversión de 16 000 millones de dólares para disminuir las brechas que tiene la región con el resto del país, en materia de los indicadores de pobreza.

“Con eso (Casa Grande Caribe) se demostró que el obstáculo para erradicar la pobreza en el Caribe colombiano no es la escasez de recursos, sino la falta de voluntad para hacerlo. Casa Grande Caribe pone su granito de arena, visibilizando esa situación y diciendo en qué hay que invertir”, indicó el rector, quien también presentó los resultados de su investigación ¿Atrapados en la periferia? Brechas de calidad en la educación en Colombia, Pruebas Saber 11, realizada junto a la investigadora Ángela Granger.

El trabajo hace énfasis en la “distribución espacial de prosperidad económica” que se ha establecido en el país, en donde la zona central andina acoge los departamentos más avanzados y en la periferia se encuentran los de más bajos indicadores sociales y económicos. Pero ¿por qué la población de la periferia no emigra hacia el centro del país? Por los costos de emigración y los bajos niveles de capital humano. Meisel lo define, de acuerdo a la literatura, como “una trampa territorial de pobreza”.

En este sentido, hay unas enormes brechas en la calidad de la educación del Caribe colombiano, respecto a los promedios nacionales. Es por eso que el estudio analiza la evolución de las desigualdades en las Pruebas Saber 11, entre 2000 y 2018, tanto para los municipios como para los departamentos, con el objetivo de saber si se está produciendo una convergencia intermunicipal e interdepartamental en los resultados de este indicador de la calidad del capital humano. Saber si las brechas en calidad son cada vez mayores o menores.

“La respuesta es no. Con la medida que tenemos los economistas, la convergencia sigma, notamos que han aumentado las divergencias. Cada vez somos más desiguales, esa dispersión se da tanto en matemáticas como en lenguaje”, manifestó Meisel.

¿Quién está mejor en educación, según las Pruebas Saber? Bucaramanga, seguido de Bogotá y Pasto. ¿Quién está peor? Cartagena. De acuerdo con el estudio, en Colombia hay unas disparidades muy grandes en la calidad de la educación, si se mira territorialmente.

“La educación de calidad es el reto más importante de la región Caribe, si queremos avanzar en lo social, en el crecimiento y crear una sociedad más justa”, puntualizó el rector.

Competitividad en la Ciudad Caribe

La calidad para la educación también es un insumo para la competitividad, tema tratado durante la jornada de la tarde, en la que se desarrolló el tercer encuentro Ciudad Caribe Colombia, plataforma de desarrollo que promueve la zona como ciudad-región, aprovechando su potencial geográfico, logístico, económico, social y cultural.

Con el panel Hacia una mayor competitividad, productividad y formación empresarial ¿qué le falta a la Ciudad Caribe para crecer?, sus conferencistas: Imelda Restrepo, vicepresidenta de Desarrollo y Competitividad de la Andi; Amaury de La Espriella, presidente de Reficar, y Juan Mejía, presidente de Esenttia, concluyeron que la región debe aunar mayores esfuerzos para superar la informalidad, trabajando integralmente desde la institucionalidad, infraestructura y educación.

Restrepo afirmó que el Conpes de informalidad es clave y para ello se debe analizar el costo de ser informal. Trabajar en mecanismos de transición para pasar de la informalidad a la formalidad. "Trabajar en lo básico en instituciones, infraestructura, educación".

Bruce Mac Master, presidente de la Andi", quien moderó el coloquio, resaltó cómo las empresas Reficar y Essentia promueven el desarrollo en sus entornos para mejorar el talento humano y la educación.

Amaury de la Espriella, presidente de Reficar, insistió en la necesidad de que los empresarios se interesen por lo público. Consideró que se debe insistir en la formación de talento humano y dar oportunidades a las personas para educarse.

 

Por José Luis Rodríguez R.

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