Cayetana Álvarez: una mirada al ejercicio democrático en América Latina

La escritora, periodista y política española desarolló una conferencia, vía Youtube, para compartir perspectivas de la democracia en América Latina y en Colombia, y una crítica de las dinámicas que le rodean.

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Transmisión en vivo, proyectada en el Salón Boris Rosanía.

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19 may 2022

Cayetana Álvarez de Toledo, una de las políticas, periodistas e intelectuales españolas más reconocidas de su generación, desarrolló el 17 de mayo un análisis del ejercicio democrático en América Latina durante una conferencia transmitida en directo por el canal de Youtube Uninorte Académico, y presentada al público en el salón Boris Rosanía(31K).

En la presentación que hizo el rector Adolfo Meisel sobre la conferencista, indicó que Cayetana, doctora en Historia por la Universidad de Oxford, representa un aire fresco para la política iberoamericana “por su inteligencia, cultura histórica y su lenguaje directo y sin tapujos”.

La periodista inició la charla analizando el fenómeno social, cultural y económico que acontece a nivel global. Tomó como referencia a Barcelona, la ciudad de la que es diputada desde el año 2019.  “Cataluña, que es la autónoma donde está Barcelona, lleva 40 años dominada por medio de ideologías nacionalistas, separatistas y por una izquierda muy radicalizada”.

De acuerdo con la escritora, esa convergencia ideológica se ha ido apoderando en muchos ámbitos y circuitos de la vida pública, incluyendo los medios de comunicación y las aulas de clases. “Han ido introduciendo una lógica de la cancelación de la tolerancia y ausencia de debate, de la ausencia de libertad, incluso de odio hacia una parte del alumnado a quienes consideran diferentes o de familias distintas”, explica la diputada. 

Por lo tanto, su primer consejo para los jóvenes fue que aprendan a tolerar posiciones y opiniones radicalmente distintas a las suyas. “Incluso, como decían, opiniones que los ofendan; reclamad vuestro derecho a ofender y a ser ofendidos, porque eso forma parte, insisto, del nacimiento de la Ilustración. Las ideas que han permitido la modernidad política nacen precisamente en esa capacidad de ofender y ser ofendidos en opiniones que son muy distintas a las nuestras”.

Una mirada al ejercicio político

La autora también citó a Raymond Aron, un filósofo y pensador liberal, en un gran debate intelectual de la época: “No basta con no ser jurista, hay que ser anti jurista” para recalcar que hay que tomar partido y pasar a la acción, porque no hay fronteras. “Es decir, lo que le pase a un joven colombiano, a un viejecito venezolano o a una niña en Ucrania a mí me interpela, me importa, me afecta, que estoy en estos momentos en Madrid, en mi despacho”.

De igual forma, dejó una reflexión acerca del ejercicio político. “Cuando fui a contarle a mi gran maestro, el historiador John Eliot, que me iba a dedicar al periodismo casi se muere. Le parecía que estaba abandonando el mundo de la academia, del trabajo serio, le parecía una vulgaridad. Y cuando lo llamé para decirle que dejaba el periodismo para dedicarme a la política, me dijo: ‘Cayetana tú no tienes remedio, nadie puede seguir bajando más en la espiral del desprestigio’. Y eso es porque la política se está ejerciendo muy mal. Se está ejerciendo desde la irracionalidad, el populismo, la emocionalidad y el abuso de las palabras”, puntualizó.

Cayetana recalcó que no hay actividad más importante que la política, porque tiene un impacto en la vida de todos. Desde la mínima decisión de cómo se traza una carretera en una ciudad, hasta la decisión que incluye la vida misma, como llevar un país a la guerra. 

Para la española, las políticas identitarias, ya sean por sexo, etnia o posición social, hacen parte de los males que aquejan a la sociedad y atentan contra el ejercicio democrático. “No sé cuántas mujeres hay en el auditorio, pero quiero dirigirme a ellas de manera muy especial y decirles que nosotras no formamos parte de un colectivo. No formamos parte de un colectivo identitario puramente monolítico, granítico y cerrado. Yo no me siento en derecho a hablar en vuestro nombre como mujer. No sé lo que pensáis todas, las liberales y las conservadoras. No opinamos todas lo mismo y de la misma manera. Yo no acepto que un hombre pueda hablar en mi nombre. Tampoco creo que una mujer tenga derecho a hablar en nuestro nombre como colectivo, porque sería una forma de politizarnos y anular nuestra individualidad”.


Ejercicio democrático en Colombia

La historiadora, quien se ha destacado por su defensa de la democracia liberal, explicó cuán relevante es el rol de Colombia dentro de la transición política que se desarrolla en el contexto latinoamericano. En ese sentido, invitó al pueblo colombiano a fortalecer su ejercicio democrático, resaltando la resistencia del país frente a los embates del narcotráfico y el crimen organizado. 


                                                             Resumen de la conferencia 

Otro acto que la escritora destacó es el recibimiento de inmigrantes venezolanos en el país. “He visto en Cúcuta a tantos colombianos abriendo los brazos a la llegada de refugiados, cientos de refugiados, a madres cargando sus bebés y pertenencias, huyendo de la represión, y de la ´masacromiseria´. También vi cómo los recibían los colombianos con los brazos abiertos, dándoles comida, refugio, agua, etc.” Por lo que la conferencista expresó que el mundo tiene una deuda con Colombia, porque la democracia nos une a todos. “Cualquier demócrata del mundo y, sobre todo, los latinoamericanos y los hispanoamericanos tiene una deuda enorme con Colombia”. 

Al finalizar su intervención, la conferencista recibió preguntas de los estudiantes y las que se hicieron a através del chat de la transmisión por el canal de Youtube, donde se tocó la importancia de los colectivos, las repercusiones de la moral en los juicios de valor, la paz y la diferencia entre los contextos y problemáticas de España y Colombia. "No crujir a impuestos a países porque la inversión huye, es decir, las políticas de libertad o del mundo liberal son las que pueden sacar los países de la pobreza”, argumentó Álvarez de Toledo. 

Por Lucía Gabrielle González

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