Barranquilla se podría ver gravemente afectada por el cambio climático

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Joachim Hahn, Manuel Alvarado, Carlos Javier Velázquez, Jaime Escobar y Juan Carlos Ortiz, durante el Café Tertulia.

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18 nov 2013

La ciudad está en el podio de uno de los rankings mundiales menos halagadores: el de las ciudades que más se verán afectadas por el cambio climático para el 2050. Según un estudio del Banco Mundial, de mantenerse el ritmo actual de subidas de las aguas del mar, Barranquilla es la segunda ciudad costera (después de Alejandría) con mayores riesgos de inundación estimados para el 2050.

"Podemos formular hipótesis, basados en las investigaciones: el mar aumentaría unos 30 o 40 centímetros en unos 100 años, como consecuencia, no aumentarán el número de huracanes, pero sí aumentará su intensidad", dijo el físico Juan Carlos Ortiz, del grupo de investigación en Física Aplicada de Uninorte, quien participó en el Café Tertulia Cambio climático: impacto en el Caribe colombiano, que se realizó este viernes 15 de noviembre en la Universidad del Norte.

Esta es una iniciativa de la Dirección de Investigaciones, Desarrollo e Innovación de la Institución. En esta ocasión, investigadores en cambio climático dialogaron con la comunidad en torno a las consecuencias que afrontaremos por el calentamiento global y cómo debemos prepararnos para esto.

Barranquilla ya siente los efectos del cambio climático, por ejemplo, hace 10 años nadie creía que aquí se pudieran vivir eventos ciclónicos como el tornado del 2006 y desde entonces cada año se produce uno o más. Del mismo modo, en la región ya se experimenta un aumento de la temperatura; Barranquilla en los últimos 20 años ha presentado niveles topes que anteriormente no se registraban en su temperatura.

"Eso que pensamos que no nos afectaba, nos está afectando", señaló Carlos Javier Velásquez, del grupo de investigación en Derecho y quien se ha especializado en la parte ambiental. "Hay dos palabras claves en esto: adaptación y mitigación, eso implica entender que ya el fenómeno existe, incluso por mucho que reduzcamos la producción de gases, ya el fenómeno está".

En este sentido, según Velázquez, desde la ciudadanía lo más importante es la adaptación. Tiene que estar preparada para los cambios que vendrán, para esto hay que planificar, organizar a la comunidad y adoptar acciones conjuntas para vivir en medio de los efectos lo mejor posible.

¿Cómo debemos actuar frente a este problema?
Entre las propuesta para mitigar el problema, está reducir el consumo de energía, cambiar los hábitos de transporte y pensar en la biodiversidad como un factor que ayuda a contrarrestar las consecuencias.

"Cualquier esfuerzo es necesario. En el tema de transporte, nos estamos convirtiendo en una sociedad muy dependiente del vehículo particular. Un aporte sería motivar a las personas a que usen el transporte público", destacó Velázquez.

Por otro lado, tomar decisiones pensadas desde la biodiversidad, como dejar de sembrar palmeras en Barranquilla y usar nuestros árboles autóctonos ayudaría a mitigar un poco los efectos del cambio climático. Igualmente hay que hacer un uso adecuado de los recursos naturales: no dejarse llevar por el consumismo, tener metas de reducción. Como sociedad, podríamos disminuir los daños de este modo.

El Café Tertulia también contó con la participación de Jaime Escobar, director del Instituto de Desarrollo Sostenible de Uninorte, y Manuel Alvarado, director del Instituto de Estudios Hidráulicos y Ambientales –IDEHA, y contó con la moderación de Joachim Hahn, decano de la División de Ciencias Básicas de Uninorte. Cada uno, desde su especialidad, presentó en 10 minutos sus investigaciones recientes en el tema.

Calentamiento global: un costo muy alto
Según la primera parte del V Informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), incluso un aumento moderado en el nivel del mar podría dar lugar a grandes pérdidas económicas, dado que las defensas contra inundaciones han sido diseñadas para condiciones del pasado.

En promedio, las pérdidas por inundaciones a nivel mundial podrían aumentar desde aproximadamente US$ 6 mil millones por año hasta US$ 60 mil a US$ 63 mil millones anuales para el 2050, debido al crecimiento demográfico y económico en las zonas costeras y al efecto multiplicador en el aumento del nivel del mar.

Por Estela Guevara

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