¿Qué tan seguros se han sentido los barranquilleros durante la pandemia?

En el marco de Diálogos Sobre Seguridad Ciudadana se analizaron las cifras de inseguridad en la capital del Atlántico y se socializaron los hallazgos más importantes del reciente informe “Barranquilla: Una ciudad de dos caras”, adelantado por el Observatorio de Seguridad Ciudadana de Barranquilla.

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El evento se llevó a cabo a través de Zoom.

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30 ago 2021

En el marco de Diálogos Sobre Seguridad Ciudadana, iniciativa promovida desde el Observatorio de Seguridad Ciudadana de Barranquilla, en alianza con Fundesarrollo, Cámara de Comercio y AmCham, se analizaron las cifras de inseguridad en la capital del Atlántico en lo que ha acontecido de 2021 y se socializaron los hallazgos más importantes del reciente informe “Barranquilla: Una ciudad de dos caras”. 

El encuentro académico contó con la participación de Katherine Diartt Pombo, directora de la iniciativa Barranquilla cómo vamos; el general Diego Rosero Giraldo, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla; y César Restrepo Flóres, director del área de seguridad urbana de Bogotá, quienes abordaron el tema de la seguridad en la ciudad bajo la moderación del docente de la Universidad del Norte, Janiel Melamed Visbal. 

Según el análisis realizado por el Observatorio, la situación general en Barranquilla en materia de violencia y criminalidad muestra incrementos considerables. El programa Barranquilla Cómo vamos se encargó de indagar qué tan seguros se han sentido los ciudadanos en su barrio durante la pandemia, a través de la Encuesta de Percepción Ciudadana (EPC). 

En concordancia con las cifras analizadas en el informe, el EPC señala que existe un deterioro en la percepción de seguridad en los barrios, llegando a unos niveles históricos bajos (inferiores al 30%), mientras que antes de la pandemia eran superiores al 60%. “Actualmente el índice es de 24%, una percepción de seguridad en el barrio muy baja entre los ciudadanos encuestados”, indicó Katherine Diartt. 

Y agrega que la baja percepción de seguridad es una situación que se extiende a otras latitudes de Colombia. “Al comparar el índice de Barranquilla con otras grandes localidades, como Bogotá, Cali, Bucaramanga y Manizales, es notorio que el deterioro del EPC ha sido significativo en todo el país. En Cartagena, por ejemplo, el bajo histórico está en 24%, en Bogotá en un 16% y en Cúcuta en un 14%. Por lo tanto, el contexto de la crisis pandémica ha tenido una gran afectación, al menos en la percepción del ciudadano frente a qué tan seguro es su entorno. Como Barranquilleros, eso debería llamar nuestra atención y prender las alarmas”. 

Además del contexto del barrio, la Encuesta de Percepción Ciudadana indagó sobre qué tan seguros se sienten los habitantes en Barranquilla, lo que permite trazar una comparativa entre la percepción de seguridad en el barrio y la ciudad. Generalmente, las tendencias indican que las personas se sienten más seguros en el entorno micro que en el macro. 

“En el caso de Barranquilla, hay un 22% de encuestados que se sienten satisfechos con la seguridad en la ciudad, un 63% insatisfechos y un 15% ni satisfechos ni insatisfechos. La percepción de inseguridad en la ciudad sigue siendo muy alta, sin embargo, no estamos entre las 5 ciudades con peor percepción, pero no por ello deja de ser preocupante. (...) Y segmentado por localidades, los índices de inseguridad más altos se encuentran en las localidades suroriente y metropolitana, con una marcada dicotomía de norte vs sur”, enfatizó la directora. 

De acuerdo con el informe, estos incrementos en violencia y criminalidad, si bien algunos eran esperados frente al comportamiento atípico del año anterior a la pandemia (2020), resultan preocupantes los repuntes en el número de homicidios, secuestros y hurtos. Para analizar el tema intervino el General Diego Rosero, quien comentó cuáles son las principales prioridades en materia de seguridad ciudadana en Barranquilla. 

“Nuestra prioridad número uno como Policía Nacional es la vida, por lo que el delito a contrarrestar es el homicidio, en sus diversas modalidades. Otra de las prioridades es hacer una contención al hurto en todas sus expresiones, pues este delito es el que le da la mayor percepción de inseguridad a un ciudadano”, señaló el comandante de la Policía Metropolitana. 

Según el análisis del Observatorio, una hipótesis sobre el aumento del homicidio se relaciona con dinámicas de disputas por el control de mercados y rentas ilegales entre actores criminales que compiten en el mismo territorio. En este sentido, el sicariato es una herramienta indispensable para la consolidación de poder de una organización delictiva en proceso de reordenamiento o expansión, especialmente en escenarios territoriales afectados por la pandemia. 

A lo que Rosero Giraldo agrega que “la mayor cantidad de homicidios que se presentan en la ciudad de Barranquilla, que son por sicariato, también tienen relación con algunas confrontaciones que se presentan entre estructuras criminales que hoy están tratando de apropiarse de las rentas criminales que existen en las ciudades grandes y medianas, como el tráfico de estupefacientes y la extorsión”. 

Y desde una mirada nacional, Cesar Restrepo analizó la estrategia de seguridad ciudadana en Colombia. “El aumento de los factores de criminalidad es un efecto normal en este momento. El año pasado no estuvimos en la calle ni nos reunimos. El mayor motor de eventos criminales violentos o incívicos es la mezcla de los ciudadanos en el espacio urbano. Así que lo normal es que este aumente. Tal vez, si uno quisiera hacer una revisión de las condiciones de seguridad de la ciudad hoy en día, debería hacer una comparación con el 2019 y habría que añadirle un elemento muy importante al 2021: el impacto socioeconómico de la pandemia sobre las ciudades”. 

Por ello, el experto reiteró que es necesario tener sumo cuidado con la comparación de los indicadores de seguridad entre el 2021 y este año, pues la mejoría es ficticia. “Cuando empiezan a salir las personas a las calles y con un tejido socioeconómico mucho más complejo, los indicadores tienden a subir y es lo que estamos experimentando actualmente”, concluyó Restrepo Flórez, quien define este fenómeno como una pérdida de la cadena de valor de la seguridad. 

 

Consulta la nota informativa del Observatorio aquí

 

Por María Fernanda Salgado. 

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