Un vistazo a las tendencias y nuevas perspectivas de la arqueología latinoamericana

Diálogos-de-Arqueología.jpeg
Durante el evento se hizo el anuncio oficial de la Especialización en Arqueología que ofrecerá el Departamento de Historia de Uninorte en el 2017.

Por:

24 jun 2016

Tres destacados arqueólogos del continente compartieron experiencias, investigaciones y reflexiones durante la más reciente versión de Diálogos de Arqueología, espacio organizado por el departamento de Historia y Ciencias Sociales y el Museo Mapuka de la Universidad del Norte.

El evento, que se realiza desde hace tres años en la institución, se llevó a cabo el 16 de junio y tuvo un doble propósito; por una parte conocer las perspectivas de la arqueología latinoamericana, y por otra, servir como plataforma para el anuncio oficial de la especialización en Arqueología que ofrecerá el departamento de Historia a partir de 2017.

Esta tendrá un año de duración e integrará cursos de teoría, metodología e investigación. Tras obtener su título como especialista en arqueología, el estudiante tendrá la oportunidad de acceder a una maestría en esta misma ciencia, en la Universidad Nova de Lisboa, Portugal.

Juan Guillermo Martín, docente del departamento y director del Museo Mapuka, explicó que se está trabajando para que esta maestría pueda ser también homologada en un tercio, con el doctorado en Arqueología que imparte la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, en Argentina. “Estas son las garantías para que quienes quieran seguir afianzando su formación postgradual, lo puedan ir haciendo poco a poco en distintas universidad y con diferentes profesores”, explicó Martin.

También destacó que los tres invitados internacionales de esta versión de Diálogos de Arqueología: Francisco Aceituno, Antonio Curet y Gustavo Politis, ya hacen parte del grupo de profesores que tendrá esta especialización de Uninorte.

El español Francisco Aceituno, actualmente profesor titular de la Universidad de Antioquia, fue el encargado de abrir las presentaciones de esa mañana con la ponencia: ¿Es posible hablar del periodo Arcaico en Colombia?, ya que el campo de acción de este arqueólogo se ha concentrado en el poblamiento temprano del noroccidente colombiano, y en el estudio de la domesticación de plantas y el desarrollo de la agricultura en esa zona.

En su presentación, Aceituno aportó datos más actuales sobre el manejo de las plantas que tenían los primeros pobladores del país durante el Arcaico, para tratar de cargar de significado a este periodo, el cual es descrito como un momento de transición entre el Paleoindio y el Formativo, por otros arqueólogos como el colombo-austríaco Reichel Dolmatoff.

Mencionó que en este periodo se dieron cambios a gran escala, como los aumentos de temperatura que dieron como resultado el aumento de árboles y plantas y cultivos agrícolas de hortalizas, las cuales este tipo de sociedades primitivas aprendieron a trabajar y procesar.

Por eso expuso los hallazgos hechos con técnicas de microbotánica para analizar los almidones presentes en vestigios de registros arqueológicos de plantas. Así pudieron determinar que en aquel mundo prehispánico, los pobladores ya domesticaban cultivos de yuca, frijol, maíz y palma entre otras. Muchas de estas provenían de otros lugares de Mesoamérica, distantes de lo que hoy sería Colombia, por lo que Aceituno planteó que esos individuos no vivían aislados y que existían interacciones entre regiones geográficas.

Conexión del Caribe

Relacionándose con lo anterior, el arqueólogo puertorriqueño Antonio Curet, realizó la presentación El Caribe: la visión desde las antillas mayores, pues como investigador del Instituto Smithsoniano, él se ha dedicado a estudiar ese espacio geográfico.

Por ello se concentró en hablar del Caribe hispano, específicamente lo vivido de distintas maneras en las islas de Puerto Rico, La Española, y Cuba, y esto lo evidenció con las distintas formas o técnicas con las que trabajaron el uso de la piedra, los tallados y la alfarería, para crear herramientas, armas y decorados.

Curet llamó la atención explicando que muchos de estos objetos, creados con elementos y piedras propios de una zona, fueron hallados en excavaciones arqueológicas en otros espacios geográficos muy distantes, por lo que también afirma que “Estas interacciones fueron altamente influyentes en la conformación del paisaje cultural”.

El experto reconoció que en estos descubrimientos hace falta determinar cómo se dieron estos intercambios entre los pobladores de las distintas islas y las costas del Gran Caribe, y que es necesario resolver el interrogante de las rutas que empleaban, la duración temporal de estos encuentros, entre qué tipo de castas sociales se daban y cómo se evidencia el impacto real de los mismos.

Nuevas tendencias arqueológicas

Finalmente el argentino Gustavo Politis, quien también es profesor dela Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires, y uno de los arqueólogos más influyentes en el continente, ofreció una reflexión acerca de las líneas de investigación y algunas de las tendencias nuevas en la arqueología en América del Sur.

“Es difícil hablar de una arqueología latinoamericana como una unidad de análisis, porque hay distintas tradiciones de investigación, arqueológica y cada país ha tenido sus propias diferencias”, argumentó Politis.

Considera que la arqueología de América de Sur ha empezado a generar nuevas formas de verla, haciendo énfasis en lo moderno y contemporáneo de la sociedad y esto ha generado nuevos objetivos para esta ciencia, con tendencias teóricas y metodológicas que en ocasiones se combinan.

Entre estas la arqueología ambiental, una tendencia que hace uso de los avances fisicoquímicos y geoquímicos para entender mejor un registro arqueológico y tener herramientas para interpretarlos de forma objetiva.

Junto a esta hay otras dos muy relacionadas: la arqueología isotópica, que mediante el estudio de los isotopos estables de carbono y nitrógeno permite estimar las dietas de animales y humanos en el pasado; y la otra que es el ADN antiguo, una tendencia basada en comparar y diferencias secuencias de materiales genéticos del pasado para tener conclusiones sobre el poblamiento de América, por ejemplo.

Muy interesante es también la arqueología aplicada a derechos humanos, en donde ha prestado sus conocimientos y herramientas para poder identificar restos humanos en lugares donde se han cometido delitos de lesa humanidad, como en los casos de desapariciones o donde hay entierros masivos, los cuales han ocurrido en diferentes épocas y circunstancias en Latinoamérica.

Politis concluyó exponiendo que hay una gran diversidad teórica y una amplia agenda política que incluye a la arqueología de América del Sur, y celebró que existieran espacios como este que ha diseñado Uninorte, para dialogar y reflexionar sobre esta ciencia en la actualidad.

Por María Margarita Mendoza

       Más noticias