Lingüistas discuten la construcción de nuevos significados para las sociedades modernas

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Mary Schleppegrell, profesora de educación y lingüística de la Universidad de Michigan.

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09 sep 2016

Los lingüistas aplicados, aquellos que centran sus estudios en los problemas reales que tienen que ver con el lenguaje, buscan examinar su aplicación en contextos distintos: sea académico o informal; en el aprendizaje de una primera o segunda lengua; o en la realización de una prueba oral o escrita. Por este motivo, los lingüistas se han interesado en encontrar teorías que abarquen dichas dimensiones contextuales en el lenguaje.

En este sentido, la lingüística sistémico-funcional ha ganado gran aceptación dentro del campo, luego de ser propuesta por el británico Michael Halliday en 1961. En sus textos, Halliday describió el lenguaje como un sistema semiótico, no como un conjunto de signos, sino como un sistema que permite crear significados, poniendo en segundo plano los elementos estructurales del lenguaje y trayendo al frente el cómo el lenguaje actúa y se modifica a través de un contexto social.

La Asociación de Lingüística Sistémico Funcional de América Latina (ALSFAL), ha aglomerado a lingüistas y educadores de los diferentes países de la región que trabajan dentro de este marco teórico y desde su fundación en 2004, ha realizado un congreso anual en distintos lugares de la geografía americana.

Esta vez la oportunidad fue para la Universidad del Norte, quien sirvió como sede del XII Congreso de la ALSFAL “Hacia la construcción de la paz desde la perspectiva de la lingüística sistémico-funcional”.

El congreso, llevado a cabo entre el 7 y 9 de septiembre, tiene como principal propósito actualizar trabajos en los ámbitos de la educación, el análisis crítico y positivo del discurso, la política, los conflictos y la construcción de la paz de la perspectiva de la teoría.

Este evento contó con seis plenarios lideradas por académicos nacionales e internacionales y 73 conferencias de variados temas, con propuestas conectadas por un interés común sobre el lenguaje como el más complejo sistema de construcción de significados y realidades.

“En una Latinoamérica con notables carencias, que vive intensamente transformaciones de diversa índole, el estudio del lenguaje –y sus usos desde la perspectiva sistémico funcional– es imprescindible para asistir a las nuevas generaciones para tener experiencias más ricas y significativas en una sociedad globalizada, en esta era de la información”, expresó en el acto de apertura del Congreso, la coordinadora del evento Norma Barletta.

Añadió Barletta que son múltiples los retos semióticos que estas nuevas realidades traen consigo. “Muchas de las tácticas discursivas del presente no las comprendemos ni explicamos del todo. El congreso hace un aporte social para comprender mejor el lenguaje y sus desafíos en el futuro”, sostuvo.

La conferencia inaugural del XII Congreso estuvo a cargo de Mary Schleppegrell, profesora de educación y lingüística de la Universidad de Michigan, Ann Arbor (EE.UU.) Schleppegrell ha basado sus investigaciones en los retos de enseñar y aprender historia, y también ha escrito sobre el papel del lenguaje en las matemáticas, la ciencia y la literatura.

Durante su intervención, la profesora se refirió a un estudio que realizó en un colegio en Estados Unidos con una comunidad de niños originarios del Medio Oriente, cuya primera lengua era el árabe, pero cursaban sus materias en inglés, mientras aprendían este idioma como segunda lengua. Con ellos se desarrolló una aproximación del aprendizaje del inglés desde el uso de la lingüística funcional en el salón de clases.

“Crear significados en una nueva sociedad involucra preparar a los niños a abordar lo que leen desde algo que la lingüista Ruqaiya Hassan llamó reflection literacy (alfabetización reflexiva): la idea de que los estudiantes deben aprender a hablar sobre el idioma y su capacidad de generar significados como una forma de ‘interrogar’ los textos que leen”.

Con esto, afirma Schleppegrell, se intenta que los niños no solo aprendan algo que ya se sabe, sino que implementen una perspectiva crítica al aprendizaje para que ellos mismos construyan nuevos significados que se transformen en nuevos conocimientos.

“Los niños son la nueva sociedad y debemos prepararlos para que construyan significados que les permitan participar en ella. Con esto podemos tener un mejor entendimiento de cómo el lenguaje le da forma a nuestra sociedad. La reflection literacy es necesaria para que cada una de las voces, incluso de la de los más pequeños, sea significativa”, concluyó Schleppegrell.

Por Andrés Martínez Zalamea

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