“El artificio de la renegociación no existe“: Humberto De La Calle

NegociadoresenUninorte.jpg
La decana Silvia Gloria, Humberto De La Calle, Sergio Jaramillo, Jorge Mora, Frank Pearl y Roy Barreras.

Por:

15 sep 2016

Humberto De La Calle dejó un mensaje claro para Colombia durante su visita a Uninorte: si gana el ‘no’ en el plebiscito del próximo 2 de octubre, sentarse a renegociar con las Farc es “una ilusión”.

“Lo que tenemos es lo que tenemos. Hay que resolver sobre lo acordado con las Farc en La Habana. Pensar que gana el ‘no’ y luego comienza una renegociación, es realmente un sofisma”, sentenció el líder del equipo negociador del Gobierno en el foro ‘Atlántico habla del Acuerdo de Paz’.

De La Calle y el resto de la delegación del Gobierno —el alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo Caro; el general en retiro Jorge Mora, y los plenipotenciarios Frank Pearl y el senador Roy Barreras— arribaron a Barranquilla como parte de la gira ‘Maratón pedagógica por la paz’, una serie de conversatorios en los que responden las inquietudes de la ciudadanía en general sobre el proceso y los puntos del acuerdo.

“Estamos enfrentados los colombianos a un momento histórico. El 2 de octubre hay que escoger un camino: ensayar la paz después de 52 años de guerra, o continuar en la ruta que vamos, que a nosotros nos parece que no es suficientemente incluyente, que nos ha generado 220.000 muertos —80% de ellos civiles— y más de 7 millones de desplazados”, sostuvo De La Calle en sus palabras de introducción a la jornada, a la vez que recordó a la audiencia que esta paz “no tiene dueño”, que es Colombia la que decide, y que ellos, como equipo negociador, están abiertos a escuchar.

De La Calle aclaró a los más de dos mil asistentes en el Coliseo Los Fundadores que siempre han distinguido “entre las conversaciones de La Habana dirigidas a poner fin al conflicto armado, y la construcción de paz, que es un proceso más largo y profundo”, donde se necesita la participación de todos los colombianos.

Por eso, considera que el plebiscito del 2 de octubre marca, más que el fin de un conflicto, el comienzo de la tarea “probablemente más dura y comprometida, que requiere unir voluntades”.

“Hay que convocar a todos. Yo quiero proponer aquí públicamente un pacto nacional. Yo quiero llamar expresamente al expresidente Uribe y al expresidente Pastrana para que nos sentemos a conversar de manera sensata, sosegada, minuciosa, con tiempo. La gente está cansada de la pelea”, expresó el líder negociador.

Discusión y aclaración de los acuerdos

Durante el foro, los miembros de la delegación respondieron preguntas sobre distintos puntos del acuerdo hechas por la decana de la división de Derecho, Ciencia Política y Gobierno, Silvia Gloria de Vivo, quien intervino como moderadora; por miembros del público y por estudiantes de distintas universidades que plasmaron sus inquietudes en video.

Uno de los temas que más inquietud causa en la ciudadanía es el de las amnistías a los crímenes cometidos por los miembros de las Farc. En ese sentido, Sergio Jaramillo explicó que a diferencia de otros procesos de paz en donde se firma una amnistía general para todos los excombatientes, en el caso colombiano sí se juzgarán, por parte de un tribunal, los crímenes de guerra y de lesa humanidad (secuestros, violencia sexual, desplazamiento, homicidios).

”Tampoco es amnistiable nada que sea un delito común. Lo que sí es amnistiable para avanzar en la reconciliación y dedicarnos a la construcción de la paz es lo que esté en la mitad de esas dos cosas”, aclaró Jaramillo.

El capítulo sobre participación política también ha causado polémica entre muchos ciudadanos y se ha prestado para la desinformación. En ese sentido, el senador Roy Barreras explicó que de ganar el ‘sí’ en el plebiscito, las Farc pasarían a hacer una forma de participación política sin armas.

“Esa forma se concreta en unos espacios, que a diferencia de todas las ofertas del pasado, no son curules a dedo ni automáticas. Aquí tienen que ir a la justicia transicional y a las urnas, e irán en el 2018 al veredicto popular, tendrán un cupo mínimo de garantía para que esas voces sean mejores que el ruido de la metralla y los fusiles, y durante un periodo transitorio”, explicó Barreras, quien además llamó al plebiscito “hijo” de este capítulo, pues es la manera de que Colombia decida su destino y que este no se haga a sus espaldas.

Pero más allá de eso, dijo que este capítulo tiene otros elementos de participación política que “no son para las Farc; se trata del futuro de 47 millones de colombianos en una sociedad que reclama más espacios de participación y los va a obtener”.

Entre esos elementos mencionó el estatuto de la oposición “que garantiza una democracia mucho más crítica y abierta”; los derechos de las minorías; nuevas formas de movilización social, el derecho a la protesta y garantías para el ejercicio de esas vocerías independientes.

“A lo largo de todo el acuerdo se vislumbra una sociedad abierta, incluyente, participativa, con respeto por las minorías, etnias y grupos sociales. Es un nuevo país de la paz”, finalizó, afirmando que “el capítulo de participación política del acuerdo es el que permite silenciar fusiles para siempre pero aumentarles la voz a los sectores sociales colombianos”.

También hubo preguntas sobre el valor que implica el acuerdo de paz y el impacto de este en la economía colombiana. En ese sentido Frank Pearl aclaró que en términos del presupuesto nacional destinado a la desmovilización, el gasto en este acuerdo es cuatro veces menor que lo que el Gobierno ha invertido en otros años.

Esto incluye el pago del 90% de un salario mínimo ($620.000) al mes a los guerrilleros de las Farc que estén cumpliendo su ruta de reincorporación y no tengan un trabajo formal derivado de la implementación de los planes inmediatos de los acuerdos de paz.

Para Pearl, firmado el acuerdo de paz, Colombia va a tener “más tranquilidad, inversión, oportunidades de empleo y progreso para todos”.

Finalmente, el general retirado Jorge Mora fue el encargado de explicar la protección que se brindará a los desmovilizados una vez hayan dejado las armas.

“El compromiso del Gobierno es que vamos a darle seguridad a ellos en forma individual. Se acordó en La Habana un sistema especial de seguridad para las Farc, que va a contar con miembros de las Farc dentro de la institucionalidad colombiana bajo el control estricto de la policía. Ese mecanismo mixto nos asegurará que los miembros de las Farc no serán objetos de ataque”, sostuvo Mora. 

Por Melissa Zuleta Bandera

       Más noticias