La leyenda del jazz Benny Golson comparte sus experiencias musicales con los estudiantes

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El profesor Leopoldo Calderón junto al saxofonista Benny Golson, quien sostuvo un diálogo con los estudiantes.

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19 sep 2016

Con 65 años de exitosa carrera musical, más de 300 canciones escritas y su sello personal impregnado en el estilo bebop de la época dorada del jazz, el saxofonista tenor Benny Golson, es actualmente una leyenda del género. Composiciones propias como Stable Mates, Killer Joe, Whisper Not y I Remember Clifford se han convertido en estándares, conocidas y versionadas por músicos de todo el mundo.

A lo largo de su trayectoria artística este estadounidense ha tocado con reconocidos artistas del jazz, como John Coltrane, Clifford Brown, Dizzy Gillespie, Philly Joe Jones y Max Roach, entre otros. Incluso hoy, a sus 87 años de edad, Golson continúa creando: recientemente lanzó Horizon Ahead, un CD con 10 temas originales. También sigue presentándose en escenarios internacionales, deleitando a sus oyentes con los refinados y acogedores sonidos de su saxofón.

Esta vez el turno fue para el público barranquillero, que pudo escuchar la presentación de Golson en la noche del pasado jueves 15, como parte de la programación del Festival Barranquijazz, que cumple 20 años de existencia en el Caribe colombiano.

En la mañana de ese jueves, el artista también participó de un conversatorio con estudiantes del programa de Música de Uninorte, con quienes compartió experiencias musicales y personales, y respondió a sus preguntas acerca de temas como la creación musical, la improvisación y el jazz en general.

“Si tenemos el talento, que debemos tenerlo, con mucha repetición y práctica crecerá mejor y más grande, y quizás algún día se volverán muy famosos, pero esto no pasará enseguida. Todos debemos comenzar por aquí, no hay otra manera”, dijo Golson a los estudiantes de Música al inicio de su intervención.

Posteriormente, el talentoso músico respondió las inquietudes de los jóvenes en cuanto a cómo se puede crear una improvisación musical que tenga coherencia y sentido. “Aprendan sus escalas. Cuando estás tocando lo haces en relación con acordes que tienen diferentes identificaciones, y cuando estás improvisando no tienes el tiempo suficiente para saber cuáles son las notas de las escala; así que si las conoces sabrás la sonoridad que te pueden dar”, afirmó Golson y añadió que una interpretación con sentido se da de acuerdo a lo que el músico siente. “El corazón es el motor de las motivaciones y es el que determina qué debes decir o mostrar, no queremos hacerlo todo intelectual, es importante también el alma y el sentimiento”.

El saxofonista también ofreció su opinión acerca de la música actual y sus diferencias con las composiciones hechas hace 60 años, que por el valor de su contenido melódico se han convertido en eternos clásicos. “La gente no está pensando como lo hacían los maestros de los años 50, y debemos tener esto en mente. La persona que se sienta a escribir lo hace con un deseo particular, esa es la diferencia entre un agente de entretenimiento y un artista, porque el primero está tratando de satisfacer a la gente, mientras que el segundo tiene una labor vocacional, hace lo que siente y lo que desea”, expresó.

Al finalizar su conversatorio, Golson reconoció que no tenía conocimientos sobre la música colombiana, por lo que un pequeño ensamble de estudiantes, dirigidos por el profesor Leopoldo Calderón, se encargó de ofrecer a esta leyenda del jazz una versión improvisada de La Piragua, en la que se mezclaron en armonía los sonidos del saxofón, piano, batería, guitarra, bajo, congas y maracas. 

Por María Margarita Mendoza. 

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