Fronteras y política vecinal, temas del VII Foro Vecinal Andino

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Carlos Guzmán, Silvia Salgado, Alan Carsol y Humberto Correa, durante el conversatorio.

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28 sep 2016

Con el apoyo de la Friedrich-Ebert-Stiftung en Colombia (FESCOL), la fundación política de origen alemán que trabaja por el fortalecimiento de la democracia, se desarrolló el VII Foro Vecinal Andino en el marco de la IX Cátedra de las Américas.

El foro, que se desarrolla en dos partes, contó con la participación de representantes de seis universidades de tres países de la región, Ecuador, Perú y Colombia, y miembros del Parlamento Andino, con el objetivo de presentar los resultados de las investigaciones desarrolladas durante las diferentes versiones del Foro Vecinal Andino.

Socorro Ramírez, columnista del periódico El Tiempo; Alan Carsol, parlamentario Andino por la República de Perú y decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú; Silvia Salgado, parlamentaria Andina por la República de Ecuador; y Humberto Correa, profesor de la Facultad de Economía de la Universidad de Piura, Perú, fueron los ponentes de la primera parte del foro, el cual fue moderado por Carlos Guzmán, profesor del departamento de Derecho de la Universidad del Norte.

En la conferencia de apertura “Tensiones en la frontera”, a cargo de Socorro Ramírez, la columnista aseguró que los ámbitos fronterizos fueron los escenarios donde se concentró la confrontación armada, por lo que tendrán que ser los laboratorios del posacuerdo, los cuales deberán ser liderados por las universidades, proceso que, afirmó, será complicado debido a la angustia local de las víctimas y de la población en general que vive en estas zonas fronterizas.

“Esta población tiene mucha desconfianza tanto de la guerrilla como del Estado, además un poco más de la mitad de los campamentos y zonas veredales transitorias de normalización van a estar ubicadas, no al lado de las rayas limítrofes, pero sí en departamentos fronterizos”, dijo resaltando el papel de los líderes de estos departamentos en la construcción de la paz territorial que se propone con el acuerdo de paz.

Para ejemplificar las tensiones fronterizas que surgen con relación al concepto de frontera, Ramírez se refirió a las relaciones entre Colombia y Ecuador, países que desde hace muchos años resolvieron sus litigios terrestres y marítimos, por lo que las tensiones se resolvieron rápidamente, lo cual no ocurrió en la frontera colombo venezolana, donde ambos países consideraron que perdieron territorios luego de la disolución de la Gran Colombia, tensiones que hoy día se concentran en la delimitación marítima.

Para Ramírez, las diferencias surgidas de las realidades locales y las del Estado centralista, son una fuente recurrente de tensión entre lo local y lo nacional, para lo cual citó la experiencia de la comunidad Wayuu, que habita en territorios de Colombia y Venezuela, sin tener en cuenta las fronteras entre estos dos países.

“La comunidad Wayuu es el eslabón articulador entre Colombia y Venezuela, pero en 1942 después de firmado el tratado de límites, cuando llegaron a poner los mojones, hubo comunidades cuya cocina quedó en un país y sus muertos en el otro lado, por lo que se les hace muy difícil entender que por la mitad de su ranchería pasa la raya limítrofe”, expresó.

El conversatorio

Según la parlamentaria ecuatoriariana, Silvia Salgado, el acuerdo de paz firmado entre el gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las Farc, no es un tema de interés únicamente colombiano, sino de toda la región y más para Ecuador por ser un país receptor de miles de desplazados.

“Nosotros compartimos las expectativas, el compromiso, por eso estamos pendientes de la implementación de los acuerdos, pero también estamos preocupados por lo que pase más allá de los límites de las fronteras”, dijo.

Salgado aseguró que a partir de un proceso de paz se deben repensar las políticas vecinales con relación a seguridad nacional, políticas migratorias, de defensa nacional, aduaneras y comerciales, debido al enfoque transnacional de las fronteras.

“La frontera no es la línea que divide a los países, sino ese espacio en donde la convivencia de nuestros pueblos tiene que enfrentar escenarios muchos más globales que supera el tema local”, comentó.

Para Alan Carsol, parlamentario andino de Perú, las dimensiones culturales y étnicas son fundamentales para entender las relaciones que se presentan en las fronteras, para desarrollar mejores procesos de integración en las comunidades fronterizas.

“Es paradójico que en los procesos de integración, las fronteras no son prioridad como tampoco lo es el tema ambiental, o incluso el Parlamento Andino, que para muchos debe desaparecer”, afirmó el parlamentario, quien además preside la comisión cuarta del Parlamento, encargada de la integración, desarrollo e infraestructura en la Comunidad Andina.

El profesor de la facultad de Economía de la Universidad de Piura, Humberto Correa, realizó una crítica a la mirada general y centralista de los países andinos con relación al tema fronterizo.

“La frontera se ha visto en las últimas décadas como un sinónimo de seguridad, la vemos como exclusión, o separación, lo cual nos tiene en el olvido”, sentenció el profesor, asegurando que gran parte de las preocupaciones que surgen en las poblaciones que viven en las fronteras luego de los procesos de paz, se debe al olvido de los tiempos de violencia vividos luego de dos o tres generaciones.

Por Luis Navas Cohen

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