La presencia del español en Estados Unidos

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William Worden, director del programa de Español de la Universidad de Alabama.

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21 oct 2016

Con más de cincuenta millones de hispanohablantes, en Estados Unidos hay más personas que hablan español que en Colombia, España o en cualquier otro país hispano excepto México. No solo se encuentran en estados típicamente asociados con la lengua española, como Florida, Texas o California, sino en todos los cincuenta estados que conforman esta la nación. 

Este el primero de diversos factores que William Worden, director del programa de Español de la Universidad de Alabama, considera que dan cuenta de la importancia cada vez mayor de esta lengua en el contexto estadounidense, cuyas ramificaciones se extienden hacia los ámbitos de la economía y la política de ese país.

El académico estadounidense, quien por 25 años ha enseñado español en escuelas secundarias y universidades de su país, participó en el segundo día de la XVI Cátedra Estados Unidos de la Universidad del Norte con su conferencia titulada Observaciones sobre el pasado, el presente y el futuro del español en los Estados Unidos.

El español es actualmente una de las lenguas con mayor crecimiento en el mundo y en Estados Unidos, pero Worden afirma que siempre ha estado estrechamente ligada a la historia del país norteamericano. “Desde la llegada de los europeos a Estados Unidos fue la lengua primordial de comunicación. Los españoles arribaron antes que los ingleses y por eso es la principal lengua europea que se utiliza en el continente americano en general”, explica.

Esta importancia puede constatarse con los nombres de estados como Florida, Montana, Colorado y California, y ciudades como Santa Fe y Albuquerque (Nueva México), San Antonio (Texas) y San Diego, San Francisco y Los Ángeles (California)

A esto se suman eventos de importancia histórica en el siglo XIX, como el ocurrido en 1836, cuando Texas (actualmente el estado más grande de EE.UU. se independizó de México y se anexó a los Estados Unidos nueve años después, y la guerra entre estos dos países entre 1846 y 1848, cuyo resultado fue la cesión del 55% del territorio mexicano a los Estados Unidos.

Aunque el inglés se extendió hacia el oeste del país y se consolidó como la lengua principal en la totalidad del territorio estadounidense, el español ha incrementado su importancia a lo largo del último siglo. Mientras que en 1900 los latinos representaban el 1,3% de la población inmigrante, en 2010 este mismo grupo representaba el 53%. En los últimos 50 años, los latinos pasaron de ser el 4% de la población total de Estados Unidos, a ser el 17%; 70% de este grupo habla español.

Tal es la presencia hispana en Estados Unidos que el poder de adquisición de los inmigrantes latinos es de 1,2 billones de dólares, lo que equivale al producto interno bruto de México. El poder de compra de latinos solo en California es igual a la producción anual de un país como Dinamarca o Israel.

Asimismo, más de 11 millones de latinos votaron en las elecciones presidenciales de 2012, aunque 12 millones de latinos elegibles para votar no ejercieron su derecho al sufragio.

Para 2030, estima Worden, habrá más de 40 millones de latinos elegibles para votar. En 2050 habrá 132 millones de hispanohablantes, superando incluso a México. Se cree que para 2060, los latinos serán la tercera parte del país.

“Por estas razones las compañías saben que los clientes latinos son muy importantes y trabajan mucho por tener acceso al mercado hispano. En California, más de la mitad de las nuevas madres le hablan en español a sus hijos. Si eres Procter & Gamble tienes que a acceder a este mercado porque si no, no vas a vender pañales”, comenta Worden.

“El español no vive solo en mis aulas ni en la de otros instructores de la lengua. Vive también afuera, hay tanto español hablado en las tiendas y calles de Estados Unidos que no tengo que convencer a los estudiantes de la importancia de estudiar esta lengua para vivir en este país y no solo para ir a España y Colombia”, añade el académico.

Agrega que sus estudiantes más que por una fascinación por visitar un país latinoamericano, o por la ambición de ser hombres de negocios que recorran el mundo, aprenden el español para usarlo dentro de EE.UU. sea por motivos personales, porque son latinos de segunda o tercera generación que no hablan el idioma, porque quieren ayudar en la iglesia y por razones profesionales.

“Los futuros médicos, abogados, trabajadores sociales, maestros ingenieros, saben que el dominio del español les servirá muy bien en Estados Unidos, y les significará una gran ventaja personal y profesional”, concluyó Worden.

Por Andrés Martínez Zalamea

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