Los desafíos de la movilidad estudiantil entre Colombia, Alemania y Francia

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Reinhard Babel, director del Centro de Información del DAAD, y Enrique Sánchez Albarracín, agregado cultural de Cooperación Universitaria de la Embajada de Francia.

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01 nov 2016

En el marco del CXXXIX Consejo Nacional de Rectores y el Encuentro Nacional de Vicerrectores y Directores de Investigación hubo un espacio para dialogar con dos embajadas europeas sobre cooperación universitaria.

Enrique Sánchez Albarracín, agregado cultural de Cooperación Universitaria de la Embajada de Francia, y Reinhard Babel, director del Centro de Información del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD por sus siglas en alemán), compartieron con los asistentes el 28 de octubre el panorama actual de intercambios entre Colombia y sus respectivos países y los retos que enfrentan.

Sánchez Albarracín afirmó que la cooperación franco-colombiana es fuerte y dio un paso acelerado desde la visita del presidente Juan Manuel Santos a Francia.

“Desde hace unos diez años ha aumentado considerablemente la cooperación académica y los intercambios, sobre todo desde Colombia hacia Francia. Actualmente hay prácticamente cuatro mil estudiantes colombianos en Francia: la segunda población estudiantil más grande de América Latina después de Brasil”, explicó el funcionario.

A su vez, según contó, hay cerca de 500 estudiantes franceses de intercambio en Colombia, por lo cual su principal reto en este momento es equilibrar esas cifras.

“Ahora el resto será traer muchos más estudiantes franceses a Colombia. Tenemos también muchos investigadores y profesores permanentemente aquí, por lo menos unos 100 que trabajan a tiempo completo dentro de instituciones colombianas. Nos estamos dando cuenta también que hay muchos colombianos que están trabajando en Francia en instituciones de educación superior. Esto significa que ya ha habido un intercambio en estos últimos años”, añadió.

Para él, es vital la creación de un portal único de información y gestión para los intercambios, que permita aclarar y facilitar los procesos para los estudiantes de ambos países que quieran hacer movilidad internacional y a la vez limitar al máximo las formalidades administrativas. 

También opinó que es necesario intentar que en esa movilidad pueda participar también un gran número de estudiantes becados.

Por su parte, Reinhard Babel del DAAD contó que actualmente la organización tiene 300 mil estudiantes de intercambio, tanto alemanes en instituciones de otros países como extranjeros en Alemania.

El reto para el 2020 es llegar a tener 350 mil estudiantes y que uno de cada dos estudiantes alemanes pase mínimo un semestre en el extranjero.

En cuanto a los retos que enfrentan para lograr esta meta, Babel citó la gran incertidumbre que representa la salida del Reino Unido de la Unión Europea, pues, en sus palaras, “nadie sabe en este momento qué va a pasar y eso tiene mucha influencia en la movilidad”.

También mencionó la llegada de gran cantidad de refugiados de zonas de conflicto a Alemania y Europa en general. “Esto es un desafío para la sociedad entera, pero también para las universidades, y pensamos que eso puede ser una oportunidad, no solamente un problema”, reconoció.

En el caso particular de Colombia, el creciente interés de estudiantes nacionales que quieren ir a Alemania y de instituciones e investigadores alemanes que vienen a Colombia implica un desafío.

“Es algo muy positivo, pero este año han venido muchas delegaciones de Alemania y hay que ver realmente cómo aterriza eso, que hacemos después. También con los centros de investigación que han descubierto el país. Colombia está de moda, hay muchas oportunidades y hay que aprovecharlas”, sostuvo Babel.

Otro reto que enfrenta el DAAD es la creación del Instituto Colombo-Alemán de Paz, un proyecto en el que cooperarán universidades de ambos países para tratar temas de paz y postconflicto.

Finalmente, llamó la atención sobre una preocupación que comparte con Enrique Sánchez Albarracín, y es el estado actual del Programa Jóvenes Ingenieros, que, en sus palabras, “sale por decisiones políticas y temas de presupuesto. Un programa que ha funcionado muy bien, tanto con Alemania como con Francia, está en peligro”.

Babel finalizó su intervención invitando a los asistentes a reflexionar sobre cuál es el rol de las universidades cuando se crean estas ideas grandes “desde arriba” (es decir, proyectos que nacen desde el Estado y que las instituciones se ven obligadas a desarrollar), cómo se reflejan las necesidades de las universidades colombianas en este caso y por qué no existe una instancia como el DAAD en Colombia para definir las necesidades de las universidades, crear proyectos “desde abajo” y después presentarlos al Estado para que sean ejecutados.

Por Melissa Zuleta Bandera.

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