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El Gobierno de Gustavo Petro: ¿Cómo va su primer año de gestión?

Blog Informativo OCSA #7 - Agosto 2023

Por: Carla Yinella Gómez Solano

Los análisis que se han realizado recientemente desde distintos medios por todo el país sobre los logros del primer año de gobierno coinciden en señalar que los resultados económicos, en general, pueden considerarse buenos o al menos mejor de lo esperado considerando los desafíos políticos que implicaba la llegada de un presidente de izquierda por primera vez al poder y, también, frente a la complejidad del entorno económico tanto a nivel nacional como internacional.  

Desde el OCSA, coincidimos que los buenos resultados para la economía a nivel agregado no son necesariamente atribuibles a la gestión del gobierno. Es cierto que en este primer año han habido aciertos indiscutibles. Por ejemplo, en relación con el tramite de la reforma tributaria y la nivelación del precio de los combustibles al estándar internacional. Ambas, medidas fiscales responsables que han sido bien calificadas por inversionistas, agencias calificadoras y organismos internacionales. También es meritorio haber logrado mantener la estabilidad económica en medio de la turbulencia política que ha rodeado el primer año de gobierno, que en gran parte ha dependido de la confianza generada por el acertado nombramiento de los encargados del ministerio de hacienda.         

La pregunta que aún nos queda y a la que curiosamente nos parece se le ha dedicado menos espacio del que merece en esta evaluación, es sobre los logros y retos del gobierno en materia social. Más específicamente, nos parece que falta evaluar los logros y los retos que han surgido desde las regiones, y particularmente desde la Región Caribe Colombiana en términos de agenda presidencial. 

Por tratarse de un gobierno que asumió el poder con banderas históricamente progresistas, uno esperaría mayores y mejores resultados en este contexto. Pero la realidad es que los logros en la agenda social del gobierno aún están por verse. En parte, esto es comprensible,  porque se trata de cambios estructurales cuya implementación dependen de reformas que aún no se han aprobado, y cuyos resultados sabemos que tomarán tiempo en manifestarse.  Sin embargo, hay resultados de más corto plazo y omisiones en la reformas que preocupan.     

En primer lugar, es cierto que la inflación ha venido reduciéndose en los últimos dos meses después de mostrar incrementos permanentes por razones ajenas de la posesión del nuevo gobierno. Sin embargo, el dato más reciente de inflación cercana al 12%  (en comparación con junio de 2022) es aún alto y sugiere que si ajustamos la linea de pobreza que en 2021 era de $354,000 por su nuevo poder adquisitivo, esta debería ser actualmente más cercana a los $400,000 por persona por mes (DANE, 2021). Esta línea ajustada llevaría a un aumento del número de personas en estado de pobreza, que superaría la cifra aproximada de 20 millones de colombianos que fue registrada en la última estadística publicada por el DANE en 2021. Y también aumentaría claramente la población en condición de indigencia, que en 2021 era cercana a los 6 millones de colombianos. En este contexto, la implementación de la renta ciudadana (subsidio que reemplaza al Ingreso Solidario) podría tener efectos positivos, aunque  temporales en el bienestar de los hogares.  

La gran omisión de la agenda del gobierno en este contexto es una propuesta para avanzar en la reducción de la pobreza y la desigualdad con un enfoque estructural. En particular, en la agenda pública de este primer año, ha brillado por su ausencia una propuesta de reforma orientada a fomentar la generación de empleo, particularmente empleo de carácter formal y con un enfoque regional como lo han señalado varios expertos. La proporción de la informalidad que se ha mantenido históricamente alrededor del 60% sugiere la necesidad de iniciativas públicas que ayuden a revertir esa tendencia y promover una transformación hacia un mercado laboral estable y seguro.

 Tablero de visualización

Haciendo click en las distintas pestañas, usted puede revisar la situación de las ciudades de su interés

Con relación a los retos observados en la Región Caribe,  comenzamos por señalar que el impacto de la inflación ha sido mayor al observado a nivel nacional.  Durante el último año, la inflación del grupo de Alimentos y bebidas no alcohólicas (14,31%) superó el promedio nacional (12,13%), poniendo en evidencia la altísima vulnerabilidad de los hogares con bajos ingresos que dedican la mayor proporción de su renta a este tipo de bienes. Pues bien, resulta aún más preocupante observar que en la Región Caribe las cifras de inflación de alimentos son aún más altas. En particular, ciudades como Sincelejo (17,25%), Riohacha (15,36%) y Valledupar (15,27%) muestran una mayor variación anual de este rubro (usted puede navegar en el tablero de visualización), lo cual ha afectado de manera más severa el poder adquisitivo de los hogares en estas ciudades. 

A esta preocupación se suma nuevamente el desafío en materia de mercado laboral. A pesar de que en el último año se ha observado también una tendencia decreciente del desempleo en las ciudades de la región Caribe, con notables excepciones (Santa Marta y Cartagena), las tasas de desempleo continúan siendo, en ocasiones, muy superiores al promedio nacional. Riohacha, Valledupar y Montería se destacan por presentar una brecha más amplia en contraste con la media a nivel nacional (manteniendo tasas de desempleo de alrededor del 14%) (usted puede navegar en el tablero de visualización). Por otra parte, también continúan registrándose tasas de informalidad laboral más altas que en el promedio nacional, que como ya señalamos es bastante elevado.    

A pesar de estos evidentes desafíos, así como las notables disparidades regionales, es lamentable constatar que la propuesta fallida de la reforma "Trabajo por el cambio", no estaba destinada a mejorar la generación de empleo ni mucho menos a generar condiciones para la formalización laboral. De manera que, este se puede considerar el peor resultado de la agenda económica del primer año de gobierno y se mantiene como el principal reto de cara a su agenda para los próximos años. 

La agenda pendiente que se vislumbra es considerable, y conlleva la necesidad de diseñar y ejecutar estrategias con un enfoque diferencial regional para abordar los retos laborales y económicos que persisten. Especialmente en la Región Caribe, donde las tasas de desempleo y la informalidad siguen siendo demasiado altas. Solo a través de una evaluación y ajuste constante de las estrategias se podrá asegurar un desarrollo sostenible y equitativo en Colombia, garantizando así un futuro más inclusivo y justo para todos sus ciudadanos.   

 


Referencias  

Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), 2023.  

 


Imagen de la portada tomada por Getty Images/iStockphoto. ¿Qué tan felices son los colombianos pese a la situación económica? Así luce el optimismo nacional frente al de otros países (semana.com) 

Observatorio de Condiciones Socioeconómicas del Caribe Colombiano– OCSA, Universidad del Norte (Barranquilla).