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"Queremos ayudar creando soluciones”: primera cohorte de Ingeniería Biomédica

Nueve estudiantes integran la promoción del nuevo pregrado, un programa que combina la ingeniería, la biología y la medicina para formar profesionales capaces de desarrollar soluciones tecnológicas que fortalezcan la innovación en salud de la región.

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Varios de los estudiantes que conforman la primera cohorte del programa.

Por: José Luis Rodríguez R.

27 oct 2025

“Encontré en el propósito del programa lo que quiero: ayudar a las personas y crear soluciones, más allá de la identificación de los problemas, para mejorar su calidad de vida”, afirma Isabela Calderón, de 17 años, tras escuchar el 5 de septiembre la historia de Daniela Álvarez, exreina de belleza y egresada de Comunicación Social de Uninorte, quien desde 2020 se convirtió en un referente de resiliencia tras la amputación parcial de su pierna izquierda y el uso de prótesis. 

Cuando Isabela y los ocho estudiantes que conforman la primera cohorte del pregrado en Ingeniería Biomédica de Uninorte cruzaron en julio, por primera vez, las puertas del salón de clases sabían que estaban comenzando algo más grande que una carrera universitaria: estaban inaugurando un camino académico que busca transformar la atención en salud desde la ciencia, la tecnología y la empatía humana.

El programa, creado por la División de Ingenierías con el apoyo de la División de Ciencias de la Salud, fue diseñado para formar profesionales capaces de desarrollar soluciones tecnológicas a problemas médicos reales, con una visión interdisciplinaria que integra la ingeniería, la biología y la medicina. 
Para Isabela, egresada del Colegio Cristiano J. Vender Murphy, la decisión de estudiar Ingeniería Biomédica surgió del deseo de combinar su vocación por la salud con la capacidad de crear soluciones concretas. Hoy su interés se inclina hacia la neuroingeniería y la creación de prótesis o tejidos: “Me llama mucho la atención la parte de biología celular y molecular; me gusta cómo el profesor nos motiva a entender cada detalle del ser humano, desde una célula hasta un sistema completo”, argumenta.

Esa misma vocación por ayudar también impulsó a Ricardo Lagares, bachiller egresado del Nuevo Colegio El Prado, a elegir el programa. “Mis pasiones siempre fueron la medicina y la física. Mi papá me mostró esta carrera que combinaba ambas y me pareció perfecta”, afirma, destacando la clase de Introducción a la Ingeniería Biomédica en sus primeros meses de estudio.
 

Daniela Álvarez contó su historia en Uninorte y compartió con estudiantes del pregrado.


Los estudiantes que conforman esta primera cohorte de Ingeniería Biomédica son conscientes de que están sentando las bases de un programa que marcará el futuro de la ingeniería y la salud en la región Caribe. El currículo, diseñado para completarse en ocho semestres, combina formación sólida en ciencias básicas, ingeniería aplicada y tecnologías emergentes. 

Desde los primeros semestres, los estudiantes cursan materias como inteligencia artificial, minería de datos clínicos, modelado computacional, impresión 3D de biomodelos y dispositivos, redes de sensores biomédicos y dispositivos de rehabilitación. Además, el programa contempla una práctica formativa en el último semestre, con una inmersión directa en entornos hospitalarios y de industria, y se complementa con convenios de intercambio internacionales con posibles doble titulaciones.

“Es emocionante ser los primeros y dar paso a las siguientes generaciones. Nos da la oportunidad de ayudar a encaminar el programa hacia lo que se necesita en la actualidad”, expresa Gabriela Acosta, de 18 años.

Para Sofía Mercado, quien dudó entre estudiar Medicina o Psicología antes de decidirse por la Ingeniería Biomédica, esta carrera representa el punto medio perfecto. “Quizás deba desarrollar mi vocación para tratar directamente a pacientes, pero aquí además puedo ayudar de otra forma, diseñando soluciones que impacten a muchas personas”, explica.

De hecho, en el mundo existe una demanda creciente del sector salud por profesionales que comprendan y desarrollen tecnologías de diagnóstico, tratamiento y rehabilitación. Por eso la Universidad del Norte, a través de la División de Ciencias de la Salud y División de Ingenierías, ha venido consolidando una infraestructura y un cuerpo docente con fortalezas en investigación, laboratorios especializados y un hospital universitario como eje formativo. “Era el momento de articular esas capacidades en un programa de formación”, puntualiza el profesor Pedro Villalba Amaris, coordinador académico del pregrado y doctor en ingeniería biomédica.

Profesor Pedro Villalba Amaris.
 

Creatividad, ciencia y propósito

El entusiasmo se replica en voces como la de Stefanía Donado, quien valora la posibilidad de unir creatividad y propósito. “Creo soy una persona introvertida, pero esta carrera me permite ayudar a otros poniendo a prueba mi imaginación y creatividad. Desde el inicio hemos tenido clases muy prácticas, con contacto directo con equipos biomédicos”, comenta. Además, recuerda con emoción su experiencia en la clase de Diseño de Prototipado Digital con el profesor Andrés Duarte, donde exploraron tecnologías aplicadas a odontología y prótesis dentales.

Víctor Osorio, el mayor del grupo con 25 años, resume el espíritu de esta primera cohorte: “Es bacano ser parte de algo que está comenzando. Podemos tener una influencia grande en lo que va a venir, crear una pista para los que vienen. Me gusta ver cómo usamos máquinas para armar y reparar cosas, y al mismo tiempo ayudar a la gente”.

El pregrado en Ingeniería Biomédica de Uninorte nace con la visión de fortalecer la innovación en salud en el Caribe colombiano, conectando a sus estudiantes con hospitales, empresas tecnológicas y laboratorios de investigación. Desde la ingeniería de tejidos y el diseño de dispositivos médicos hasta la inteligencia artificial aplicada a diagnósticos clínicos, la carrera ofrece un campo fértil para quienes buscan unir ciencia, tecnología y empatía.