Por estos días la Universidad del Norte trabaja intensamente para concluir con las adecuaciones del campus universitario que permitirán cumplir con todos los protocolos de bioseguridad sugeridos por las autoridades para hacer frente a la pandemia por covid-19. Pensando en el retorno de la comunidad estudiantil se han contemplado las soluciones más idóneas para que el campus sea un espacio seguro para todos los que lo visiten.

La labor comienza en las puertas de ingreso al campus, donde se han instalado cámaras térmicas para el registro de quienes ingresan; además se contará con cámaras de reconocimiento facial para identificar a las personas que hacen parte de la comunidad. Debido a que el lector de huellas se ha desactivado para evitar el contacto con superficies, el carnet será suficiente para entrar. Con estos mecanismos se busca que el ingreso sea seguro, fluido y no haya aglomeración de personas.

Para el control de la temperatura, quienes registren superior a 37,6 grados serán remitidos a unas carpa de atención ubicadas al costado de las porterías 04 y 07, para que pasados 15 minutos se realice una nueva medición de temperatura de forma manual (en Barranquilla es normal que el clima afecte la temperatura de las personas, por lo que la segunda medición es para descartar que sea por este motivo). De mantenerse la temperatura estas personas recibirán apoyo del personal de Seguridad y Salud en el Trabajo de Gestión Humana y del Centro Médico para determinar la mejor forma de conducir cada caso.

El acceso al campus será limitado, por lo que será permitido para estudiantes y profesores con clases que incluyen componentes de presencialidad (de acuerdo con la matrícula académica), y los colaboradores que, según los protocolos internos de bioseguridad, son requeridos para la operación de actividades dentro del campus.

Daniel Rincón, jefe de Servicios Generales y Seguridad de Uninorte, cuenta que en cumplimiento de los lineamientos de bioseguridad se instalaron 110 dispensadores de alcohol glicerinado, lavamanos en los ingresos, 90 canecas especiales para desechar tapabocas, adecuación de las zonas de estudiantes para evitar aglomeraciones, se diseñaron protocolos nuevos para el uso de los baños y las superficies de uso frecuente serán sometidas a procesos de desinfección intensa.

Asimismo, el campus contará con instrucciones y señalización de uso de los lugares, donde prevalecerá el distanciamiento social. Para controlar el aforo al interior de la universidad, se dispone de un sistema de monitoreo central, a cargo de Gestión Humana, al que se reporta en tiempo real el número de personas presentes en el campus. También habrá un sistema para controlar aforos en sitios de alta frecuencia, como los restaurantes y la Biblioteca Karl C. Parrish Jr.

“A pesar de todo el esfuerzo que podemos hacer desde el equipo administrativo de la universidad para propender por el cuidado al interior de nuestro campus, lo más valioso es la conciencia de cada uno del autocuidado, de que todas las personas apliquemos estas recomendaciones que nos han dado, en todos los sitios en donde estemos, ya sea que estemos solos o acompañados, solo así podremos garantizar la salud de toda la comunidad al interior del campus”, señala Rincón.

Por Jesús Anturi