"En mi casa recién comprada en Sabanalarga habían pedazos de piedras calizas. Un día cogí una y le eché limón. Así vi cómo hacía efervescencia, esa era una reacción química",  con esta anécdota comenzó Rubén Jiménez Cuentas, docente de Química de Uninorte, la segunda sesión de Sábado del Docente, el 14 de marzo, sobre la reactividad de los elementos y compuestos químicos. Su intención fue demostrar la importancia de la ciencia en la vida cotidiana mediante ejemplos prácticos que generen curiosidad en los estudiantes. 

El programa Sábado del Docente comenzó en el 2003 por iniciativa de la División de Ciencias Básicas de Uninorte, para contribuir a mejorar el aprendizaje de los estudiantes en distintas áreas del saber (biología, biomédicas, ciencias de la tierra, física, matemáticas, estadística y química), mediante la realización de talleres, seminarios, conferencias y presentación de proyectos de aula.

En el 2015 se cumplen 12 años de funcionamiento en los cuales se realiza una sesión por mes. La sesión pasada inició con la conferencia Propiedades y reactividad de los elementos: El cambio químico. Su enseñanza y evaluación, a cargo de profesores del departamento de Química y Biología. Además, se realizó un laboratorio sobre el tema y se presentó el proyecto Geometrizarte de estudiantes del colegio El Corazón del Santuario, y otros de instituciones participantes.

La idea de estas actividades es que los asistentes desarrollen experiencias innovadoras integrando la reflexión crítica de su quehacer pedagógico, para lograr que la enseñanza de las ciencias incentive el interés hacia estos campos del conocimiento y su aplicación en la resolución de problemas de la vida diaria, así como el desarrollo de competencias científicas que favorezcan el acceso y permanencia en la educación superior.

"La experiencia que tuve el año pasado con el programa fue magnífica. Para mí significó un antes y un después. Mis clases no son iguales que como eran antes de estar en el programa. Pude mejorar mi metodología de enseñanza y ahora es más dinámica y los estudiantes responden mejor a los conocimientos. Por eso animé a mis compañeros a que vinieran este año y aquí estamos", expresó Osvaldo Castellanos, docente de matemáticas en el Colegio Niño Jesús de Turbaco, Bolívar y de ajedrez en el Colegio la nueva esperanza.   

Precisamente, el programa busca realizar un aporte social al aprendizaje de las ciencias, aportando al mejoramiento de la calidad de la educación superior desde la secundaria. "Esto porque la dificultad que existe sobre el aprendizaje de las ciencias básicas viene dese que el niño entra en primaria y comienza a aprender conceptos matemáticos y de ciencia, porque el profesorado en esa etapa no estaba bien preparado. Hoy en día eso ha cambiado un poco. El estudiante le cogía fobia a la ciencia porque de entrada al profesor no le gustaba porque no sabía sobre ella, y no estimulaba al estudiante", indicó Jiménez.

Por eso, el reto está en estimular y llevar al estudiante hacia la ciencia, mostrarle los beneficios que tiene para la humanidad. Ahí radica la importancia de Sábado del Docente, según afirman los conferencistas, para quienes el mayor beneficio es actualizar conocimientos científicos al profesor de colegios y corregir conceptos que no estén claros.

"Yo le agradezco a la Universidad esta oportunidad que nos dan de poder mejorar nuestros procesos de enseñanza y de permitirnos a nosotros, que venimos de otro departamento, poder participar con nuestros estudiantes de este intercambio de conocimiento que nos ayuda a reforzar nuestras propias bases teóricas", dijo Daniel Sotomayor, rector del Colegio Niño Jesús.

La educación también está en un constante cambio, obligada por las transformaciones tecnológicas de la época. La forma en la que aprenden los jóvenes hoy en día es distinto, tienen múltiples posibilidades para investigar diversos temas en diferentes formatos mucho más atractivos para ellos, viendo no solo conceptos sino su aplicabilidad y beneficios, como lo expuso Jiménez.

"El programa no solo beneficia a los profesores, sino también a nosotros. Ahora las clases son más dinámicas y entendemos mejor y más rápido lo que nos explican, porque ahora podemos explicar con ejemplos prácticas de la vida cotidiana cada teoría, y eso nos facilita el aprendizaje", señaló José Alejandro Córdoba, estudiante de décimo grado del Colegio Corazón del Santuario de Barranquilla.