En una nueva edición de Hablemos con Emprendedores, el turno fue para una iniciativa cultural y de diseño que ha buscado reivindicar la identidad costeña. Se trata del colectivo Todomono, compuesto por Johnny Insignares y Fernando Vengoechea.

Todomono nació en el 2006, según cuentan sus creadores, con una serie de camisetas estampadas con motivos alusivos a Barranquilla. Hoy se consolida como un ejemplo de industria cultural que ha tomado elementos típicos del ser Caribe y los ha traducido en diseño gráfico, productos y experiencias.

Insignares y Vengoechea les contaron a los asistentes el pasado 23 de febrero sobre los inicios de su emprendimiento, los obstáculos que han tenido que sobrepasar y las satisfacciones que este les ha dejado.

“En aquel momento no sabíamos que éramos emprendedores; esto no era una empresa, era un hobby. Cada uno tenía su trabajo y lo que ganaba de su salario era lo que invertía en las camisetas que hacíamos dos a tres veces al año”, contó Insignares, quien confesó que ambos han sido siempre apasionados por Barranquilla y su historia, por eso buscaron la forma de llevar esa pasión al diseño. 

Añadió que empezaron a ver Todomono como una empresa luego de recibir el premio Lápiz de Acero, el reconocimiento más importante de diseño en el país, pues muchas personas se les acercaron para contratarlos.

Así empezaron a ofrecer servicios como agencia publicitaria enfocada en diseño relacionado con la tradición y la ciudad (con clientes como Sabor Barranquilla, la Secretaría de Cultura y más recientemente Cerveza Águila). Luego vino la Tienda Mono, en donde abrieron el espectro de sus productos más allá de las camisetas (tazas, gorras, otras prendas de vestir). Posteriormente, abrieron una tercera línea de negocios enfocada en recorridos culturales alrededor de la ciudad (por el mercado, las iglesias tradicionales, los sitios arquitectónicos, etc.) y finalmente una cuarta línea dirigida a fiestas temáticas y un bar con temática de tienda popular.

Para Vengoechea, todavía existe un tabú alrededor del emprendimiento y es mal visto por muchas personas, pero confiesa que “da mucha satisfacción tener tu propia idea de negocio, verla materializada y que sea exitosa”. 

Ambos concuerdan en que lo primordial a la hora de emprender son las ganas y el apoyo de la gente a tu alrededor. Ellos contaron con los amigos que tenían y que compartían su pasión y que estuvieron dispuestos a apostarle a sus ideas.

El consejo que dieron a los asistentes al evento, organizado por el Centro de Emprendimiento, es que se arriesguen. “Hay una gran ventaja en ser emprendedor y es que eres tu propio jefe y lo que se te viene a la cabeza lo puedes desarrollar y lanzar al mercado, y si no funcionó, pues no funcionó, pero te diste la oportunidad de probarlo”, finalizó Vengoechea.

Por Melissa Zuleta Bandera