El programa de Licenciatura en Educación Infantil de la Universidad del Norte, adscrito al Departamento de Educación, recibió la renovación de su acreditación en alta calidad por un período de 10 años, así como su registro calificado.

La reacreditación, entregada por el Ministerio Nacional de Educación por recomendación del Consejo Nacional de Acreditación (CNA), mediante la Resolución 004928 del 16 de abril de 2024, destaca, entre otros aspectos, que el programa de Uninorte forma educadores comprometidos con el desarrollo humano, “con principios de crítica creativa, apertura, calidad de vida, autonomía y responsabilidad, mediante procesos educativos contextualizados y basados en investigación pedagógica y didáctica”.

La directora del Departamento de Educación, Carmen Ricardo, resalta que la reacreditación deriva del continuo proceso de evaluación en el que participa la universidad misma, el departamento y el propio programa de Licenciatura en Educación Infantil. Enfatiza que esta distinción respalda la calidad de la educación que reciben los estudiantes, así como la preparación sólida para su futura carrera como educadores infantiles con amplias oportunidades laborales y académicas.

El programa actualmente cuenta con 900 egresados. En sus orígenes, fue creado como un programa de Expertos en Educación Preescolar, al cual le fue otorgado la licencia de iniciación de clases mediante el acuerdo 213 de diciembre de 1975. En los últimos años, mediante la Resolución 024191 del 23 de diciembre 2021, tuvo ajustes en su denominación, en el número de créditos totales e incorporación de énfasis en bilingüismo y gestión educativa en el plan de estudios.

Con el de bilingüismo, el estudiante puede diseñar, implementar y evaluar ambientes de aprendizaje que promuevan la adquisición del inglés, tomando en consideración las características del desarrollo infantil. Con el de gestión educativa puede administrar y gestionar instituciones educativas, planes, programas y proyectos para la atención de la infancia.

Carolina Fontalvo, estudiante de séptimo semestre del programa, compartió su experiencia, resaltando la oportunidad de crecer, aprender y desaprender junto a la infancia. Destacó el constante estímulo que representa trabajar con niños y niñas, quienes inspiran a mantener viva la capacidad de asombro y a ver el mundo desde nuevas perspectivas. Por su parte, la egresada Catalina Navarro (2022), expresó su gratitud por la formación recibida en Uninorte. 

“Es un programa de alta de calidad por la formación que ofrecen a sus estudiantes. Como egresada, tuve los más capacitados docentes, experiencias y oportunidades que hicieron de mi formación integral y completa, así como temáticas innovadoras que me permiten estar lista, como profesional, a los retos que enfrento hoy en mi labor”, indicó.

El programa asume cinco principios para la formación de los educadores infantiles: de crítica y autocrítica creativa, de apertura, principio del compromiso con la promoción de la calidad de vida, principio de autonomía y de responsabilidad. En ese sentido, esto se ve reflejado en el seguimiento a los egresados y los niveles de satisfacción de los empleadores, donde se encuentra que las habilidades y competencias más destacadas de los egresados son: saber asumir su identidad profesional como licenciado, saber cuestionar y problematizar la realidad educativa y la infancia, su capacidad crítica y autocrítica para aprender y actualizarse, entre otros.

Milani Rangel Uribe, coordinadora de Licenciatura en Educación Infantil, subrayó el compromiso del programa con la excelencia académica y la mejora continua, validando la calidad de la formación que reciben los estudiantes. "Ratifica la calidad de la educación que están recibiendo y aumenta el valor de su título y su credibilidad tanto en el mercado laboral como en el académico”, agrega Rangel.

La renovación de la acreditación del programa de Licenciatura en Educación Infantil de la Universidad del Norte refleja el compromiso de la institución con la formación de educadores infantiles de excelencia. Esta distinción impulsa a la universidad a mantener y mejorar aún más los estándares de calidad, asegurando su alineación con las necesidades cambiantes del entorno educativo.