Esa fue la premisa que enmarcó el conversatorio del Grupo Estudiantil Ágora, el 24 de marzo, donde los invitados analizaron el programa Ser Pilo Paga, iniciativa del Ministerio de Educación y del Gobierno Nacional que benefició a 10 mil jóvenes otorgándoles becas para estudiar en las universidades acreditadas del país. En el evento participaron el vicerrector de Uninorte, Alberto Roa, y los docentes de Economía Luis Alexander Villarraga y Jairo Parada.

"Una política pública de educación superior debe ser masiva, y diez mil becas ayudan, pero si hablamos de 650 mil estudiantes en la educación superior, el impacto no es tan grande", afirmó Parada, para quien el programa está dando a la educación un manejo de bien meritorio; es decir, que solamente los más inteligentes pueden acceder a ella, cuando esta debería ser cada vez más pública.

Otro de los temas álgidos fue el financiamiento de las universidades públicas, cuyos recursos se encarecen cada día mientras las privadas crecen. En el momento en el que se lanzó el programa ya las principales universidades públicas acreditadas habían hecho su proceso de selección de estudiantes, por lo que la mayoría, un 85% de los postulantes, escogieron universidades privadas como su alma mater. "Prefieren esas universidades, primero porque no pierden el tiempo con protestas, se gradúan rápido, y segundo esto les ofrece altas relaciones sociales", agregó Parada.

Una de las mayores preocupaciones es la alta tasa de deserción que existe en la región Caribe. "Hay que recordar que no es una beca completa, es un préstamo que se condona cuando el estudiante se gradúa, por lo que al no hacerlo el peso de todo el préstamo caería en familias de estratos uno y dos que no tienen cómo pagar esos recursos", indicó Parada.

Por su parte, el vicerrector Roa hizo un breve análisis de la importancia que tiene la acreditación para las Instituciones de Educación Superior, una ley próxima a cumplir 20 años y que ha cambiado la calidad de la educación en el país. "La acreditación le ha hecho bien a las universidades".

"A la acreditación le hacían falta más estímulos. Por eso propuse que los recursos del Estado a la educación superior deberían ir a instituciones acreditadas, pues son las que han demostrado que se pueden autorregular, que se han sometido a exámenes con pares naciones e internacionales, por eso soy amigo del programa Ser Pilo Paga", añadió Roa.

Finalmente, Villarraga dio su punto de vista frente al impacto que ha tenido el programa, su eficiencia y los riesgos que este traerá a largo plazo, teniendo en cuenta que serán en total 40 mil estudiantes beneficiados en los próximos cuatro años. "No podemos decir que estos diez mil estudiantes nunca iban a hacer parte de la educación superior, pues gracias a instituciones del gobierno como el Icetex y su crédito Access, una gran cantidad de jóvenes están accediendo a educación con calidad", dijo.

Esto precisamente ayudará a cambiar en las familias el imaginario que se tiene frente al acceso a la educación superior. "Hay que cambiar la idea de que estudiar en una universidad es inalcanzable para algunas familias", concluyó Villarraga. 

Por: Daniel Cueto