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Fracking en Colombia: ¿Amenaza o beneficio?

 

 “La dicotomía entre el desarrollo y sostenibilidad es falsa. Sin planeta, no hay economía que valga”.   –Al Gore.

¿Es el fracking una amenaza o beneficio para los colombianos?, ¿Está Colombia realmente preparada para afrontar todas las consecuencias que esto traerá?, estas son algunas de las preguntas que seguramente se nos han pasado por la mente a muchos colombianos. No es una pregunta sencilla, su respuesta mucho menos.

El fracking o fracturación hidráulica es una técnica que posibilita la extracción de gas y petróleo del subsuelo.

Esta técnica se basa en la perforación de un pozo entubado y cementado a más de 2500 metros de profundidad, esto permite la generación de canales mediante la inyección de agua mezclada con un coctel químico y tóxico a elevada presión con el objetivo de ampliar las fracturas existentes en el sustrato rocoso que encierra el gas o el petróleo y así facilitar su salida hacia la superficie.

Según la publicación de la US Energy Information Administration, solo cuatro países en el mundo producen este petróleo de esquisto (en inglés; shale oil) comercialmente, estos son Estados Unidos, Canadá, China y Argentina. Actualmente, Colombia y México están intentando implementar fracking. Australia, Sudáfrica, Rusia y Argelia son países que pudieran implementarlo en el futuro.

No es un secreto que el petróleo se está acabando en Colombia, el debate acerca de implementar o no esta técnica lleva varios años y en los últimos meses se han aumentado las discusiones acerca del tema por algunas propuestas de candidatos presidenciales que incluyen el desarrollo de esta práctica en nuestro país.

Una ineficiente ejecución de la ciencia puede ser el mayor enemigo del medio ambiente, es por esto que debemos ser implacables con el tema de las evidencias, la calidad y la consistencia de los eventos con los que se juzga la conveniencia o no del fracking.

En los últimos años Colombia ha aumentado la inversión en temas petroleros, lastimosamente no ha ocurrido lo mismo el sector ambiental.

Si bien es cierto, la inclusión del fracking en la industria petrolera colombiana traerá consigo un gran impacto positivo en la economía, estas operaciones incentivarán inversión extranjera directa en el país, una mayor producción de petróleo significa que el país tendrá más dinero para financiar las políticas sociales y el desarrollo en el territorio nacional, se generarán gran cantidad de empleos, lo que reducirá de manera considerable las tasas de desempleo.

Pero, ¿Debe primar el tema económico frente a otros derechos?, la respuesta a esta pregunta es clara, no.

Los candidatos presidenciales Germán Vargas Lleras, Iván Duque y Juan Carlos Pinzón, aseguran defender el desarrollo del fracking debido a que la industria minero-energética es de vital importancia para la economía del país. ¿Es el petróleo es más importante que el agua?

En el departamento del Cesar, al comenzar una fase exploratoria por las empresas ConocoPhillips y Canacol Energy, una sustancia viscosa comenzó a aparecer en los tanques de agua de las casas vecinas al lugar de la extracción, estas compañías nunca se interesaron en explicarle a la comunidad en qué consistía esta actividad hasta que el suceso aconteció, por lo que se realizó de manera espontánea una movilización en San Martín, Cesar, en la que participaron aproximadamente 4000 personas, después de esa movilización se empezó a darle un poco más de orden al proceso, entonces se constituyó el Comité en Defensa del Agua, el Territorio y los Ecosistemas.

Indudablemente, el fracking es una polémica que el país aún no ha logrado resolver y que tiene a varios actores enfrentados.

Para la implementación de un proyecto de semejante escala, que pone en riesgo tantos factores que pueden afectar nuestra calidad de vida, es necesario que se tengan claras las ventajas, pero sobretodo las desventajas y la forma en que el gobierno colombiano las afrontará. Lo sucedido en San Martin es tan solo un ejemplo de la manera incorrecta en la que el gobierno está abarcando el tema. Un proyecto con tantos ofensores no se puede realizar sin antes un acuerdo previo con la comunidad principalmente afectada con la creación del mismo.

Todo esto nos evidencia la falta de preparación que Colombia posee al implementar el fracking como actividad petrolera. La ampliación de la producción petrolera del país puede ser una opción viable, pero una opción futura, no como la busca el gobierno, a cualquier costo ambiental.

Debemos ser responsables y prepararnos con anterioridad. No permitamos que el fracking fracture nuestro futuro.

Paola M. Pallares Ávila.

 

-Imagen tomada de: http://revistapetroleoygas.co/wp-content/uploads/2014/09/fracking.jpg