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Las 5 etapas del trasnocho

Trasnochar puede ser una tarea difícil para muchos de nosotros como estudiantes y enfrentarse a ello a lo largo del semestre se hace todo un lío, sin embargo, este escenario es inevitable en la vida de un estudiante a lo largo de su carrera.  Tenemos en nuestras manos el maravilloso poder de dejar todo para ultima hora, y nuestro encuentro con el estudio se vuelve un acto de desamor. Es así como a lo largo de la noche, estamos condenados a pasar por las 5 etapas del trasnocho…

 

Primero pasamos por la fase motivante. Nos sentimos poderosos y hacemos un plan de lo que vamos a hacer en la noche. “Apenas termine la novela empiezo a estudiar”, sabiendo que en realidad después de la novela demoraras unas horas mas para empezar. De todas maneras, sientes que puedes hacer todo lo que te propongas y que arrasarás con todo lo que se venga. Y… empiezas a estudiar…

 

Luego de un tiempo de estudio tienes dos opciones, o no entiendes lo suficiente, o no entiendes nada.  Ahí empieza la fase de la negación. En este punto de la noche, negamos nuestra realidad y definitivamente las fuerzas empiezan a agotarse. “No creo que pueda”. “No, no, no!”. “¿Por que no estudie antes?”. Creemos aquí, que con comer puede que nos calmemos. Vamos a la nevera, comemos lo que aparezca. E intentamos empezar de nuevo…

 

Luego de una bomba energética, algo de café sumado a unos cuantos chocolates, la rabia empieza a aflorar y todo lo que se nos atraviese puede salir lastimado. Sentimos una gran frustración por todo lo que estamos pasando y suele aparecer la venganza. Pobre del lápiz, del cuaderno, de la calculadora, del compañero de estudio… Aquí, la mejor opción es colocar una alarmita y despertarse en dos horitas, como para descansar un ratico…

 

“¡H%$%$%!!!!!, Me levante tarde!!!!”.  La alarma nunca sonó- Claro, de verdad nunca sonó.  Intentas empezar a estudiar de nuevo, y añadida a la rabia que tenias antes de dormir, se suma un sentimiento de profunda tristeza. Aquí, comienza la etapa depresiva de la noche. Te reprochas todo lo que has hecho hasta ahora en tu vida. “¿Valdrá la pena estudiar lo que estoy estudiando?, ¿Y si estoy perdiendo mi tiempo y mi plata?, ¿Y esto pa’ qué sirve en la vida real?..

 

Luego de una hora pensando, mirando lejos, aceptamos la realidad que desde el inicio de la noche debemos aceptar: ¡Ganaremos el examen y salvaremos la materia!... Puede que no siempre sea así, pero debemos finalizar nuestra jornada aceptando que a pesar de todo lo que pasamos en la noche, fue necesario para llevar con éxito el examen que se nos viene, el proyecto a entregar, la tarea a realizar. Y así, se culmina el trasnocho, con la etapa de aceptación. “Llave, yo soy el mejor en todo. Lo entendí todito!”

 

O. Charris y María Pernett.