Carlos Javier Velásquez Muñoz

Y visto lo visto, quién no?

Los ciudadanos de este país nos hemos acostumbrado a votar por el menos malo ante la evidente ausencia de personas con las cuales identificarnos por sus ideas y ejecutorias, y digo votar, pues soy un demócrata convencido de la obligación y necesidad de participar activamente en las elecciones.

Pero es que en esta ocasión no hay con quien, los menos malos son en verdad malos, no por su impericia o negligencia, sino por su maldad.

En esta campaña…bueno, este remedo de campaña hacia la presidencia, no hemos visto u oído ni una sola propuesta concreta que responda a alguna de las graves carencias que sufre el país. La campaña se centrado en insultos, agravios, dimes y diretes, en sacar trapitos, en inventar, maquinar y orquestar ideas, trifulcas y escándalos; vaya ejemplo que están brindando los patricios de esta sociedad.

Nos quejamos del presidente vecino de patio por polarizar a su sociedad pero, ¿qué están haciendo los nuestros? Este país, altamente polarizado hoy día, no necesita de más crispación, los colombianos cargamos con una larga historia de violencia de la cual queremos salir. Precisamente, estamos en medio de la que quizás sea, la más firme e inequívoca conversación, para lograr el cese de la violencia de uno de los actores de nuestro conflicto armado.

Lastimosamente para los colombianos, esto es lo que da la tierrita; nuestros políticos son unos irresponsables y sin duda, nos llevan por el mal camino, el mismo que ellos a diario viven y avivan.

Teniendo en cuenta lo anterior y, a pesar de mis ideales y convicciones democráticas, no me queda otra opción que por vez primera, votar en blanco; es que no hay con quien.