Carlos Javier Velásquez Muñoz

Se acabó el sueño, se acabó la ilusión de llegar más lejos en la Copa de Fútbol Brasil 2014, no obstante, debemos sentirnos orgullosos de lo realizado por nuestra Selección, nunca antes habíamos llegado tan lejos y, es posible, que al final tengamos al goleador del torneo.

En verdad no estamos para especular, pues todos los jugadores lo hicieron muy bien, pero sin duda, la  presencia de Falcao hubiese animado aún más al equipo, es algo similar a lo que sucede con Uruguay cuando tiene a Luis Suarez en cancha; a veces es mucho más importante el factor anímico, lo que el jugador puede generar entre los compañeros, que el fútbol que aporte.

Fue toda una sorpresa descubrir el buen momento futbolístico demostrado por James Rodríguez, quién hoy ha sido llamado el “nuevo pibe”; por supuesto son estilos diferentes, pero un gran reemplazante de Carlos Valderrama. Con seguridad, serán años de éxito los que le esperan a este joven y talentoso jugador.

Pero sin objeción, en mi modesta opinión, el artífice de todo lo logrado fue el técnico nacional. José Pekerman, el entrenador de origen argentino le cambió la cara a la selección, le cambió la mentalidad a los jugadores e ilusionó a todo un país con el buen juego. Prudencia, moderación, pundonor, honradez; todas virtudes de este gran profesional, que, sin vacilación, debe ser ratificado como entrenador de Colombia.

Sin embargo, hoy se escuchan comentarios en el sentido de que los dirigentes del fútbol colombiano no ratificarán a Pekerman pues ha solicitado una alta suma de dinero por su continuidad, ¡pues que se la paguen¡ tiene todo el derecho a tasar su trabajo por los óptimos resultados alcanzados. En esta cultura torpe y miope de nuestros dirigentes (en todos los sentidos), no sería de extrañar que al final tomen la decisión de prescindir de sus servicios; ese es el pan nuestro de cada día.

En resumen: pundonor, ganas, buen juego, ilusión, compañerismo, todas estas virtudes vimos en el equipo colombiano y nos alegramos por ello, nos sentimos muy orgullosos de como fuimos representados.

Pero, al margen del destacado papel de nuestra selección en el torneo, es necesario hablar de Brasil, el mundial y, por supuesto, de la MAFIA, perdón, la FIFA.

Brasil ha organizado un excelente mundial, lastimosamente no pude estar presente en vivo y en directo, pero conozco a varias personas que fueron y han comentado lo bien organizado que está en general. Los estadios quedaron muy bien construidos, las ceremonias han sido bien organizadas, las transmisiones de televisión impecables, muy buen diseño de la imagen del mundial, la música, la puesta en escena, en fin, todo a punto para un evento de esta naturaleza.

Por supuesto, apoyo las protestas por la millonaria inversión realizada en un país con tanta desigualdad, pero es ese un problema interno que deberán resolver los brasileros, ojalá se vea reflejado en las urnas las próximas elecciones.

A pesar de lo anterior, también se han presentado algunos lunares negros.  

El primero ha sido sin duda la inauguración, fue algo parecido al bochornoso espectáculo montado por la coreógrafa Rosana Lignarolo en Barranquilla para la inauguración del Mundial Juvenil de Fútbol, años atrás. Hay quienes dicen que se presentó austera para evitar mayor desazón entre los protestantes apostados en las calles. Esperemos como se da la clausura.

Un segundo lunar, las evidencias del mal comportamiento de algunos colombianos en Brasil. Queremos salir de la mala fama con la que cargamos, pero no hacemos el esfuerzo por comportarnos a la altura. He recibido no menos de 10 videos de hinchas colombianos armando bochinche, peleas y altercados; desde encopetados hijos de presidentes, periodistas, personas del “jet set” y políticos, hasta personas del común.

Según los cálculos fueron casi 70 mil colombianos a Brasil, por lo que sería injusto generalizar, pero debemos desarraigar en todos los casos, al colombiano belicoso y camorrero que habita en muchos de nosotros. Si no sabe tomar, pues no lo haga.

Pero sin duda, el más grande lunar del mundial se lo lleva la FIFA: ganancias, condiciones, árbitros, boletas, etc. Poco sabemos de la FIFA pues el fútbol está totalmente disipado en Federaciones, Confederaciones, Torneos, Ligas, en cada país, continente, etc. Pero cuando se reúnen todos y aparece el “big boss”, aflora la manera que cómo este ente hace sus cosas.

A pesar de la prohibición del alcohol en los estadios brasileros, obligó al Gobierno de Brasil a vender el alcohol autorizado por ellos, obviamente, para incrementar sus ganancias.

Dicen generar empleos y trabajo a los sitios donde van, pero no pagan impuestos en ninguna parte, no pagan el alojamiento y manutención de su plana principal, eso le corresponde al país organizador.

No hacen públicos los argumentos de sus decisiones para designar los árbitros en el torneo, simplemente hacen lo que les parece con base en sus propias impresiones. Qué curioso que el director de la Comisión de Asuntos Legales y la de Asuntos Arbitrales de la FIFA sea un español, y en ese sentido, ya ha sido designado el mal arbitro español que pitó el juego Colombia vs. Brasil, como árbitro de la final: ¿algún favoritismo?.

No tengo en mi mente propuesta alternativa alguna de cómo organizar el fútbol a nivel mundial, es algo colosal y complejo, daría para una tesis doctoral, pero creo que después de lo que aconteció con la adjudicación de la Copa del Mundo a Catar en 2022, en la que se aceptaron sobornos, prebendas y demás y por lo visto en la Copa Mundo de Brasil, es hora de desatar la mafia que se ha creado en la FIFA.

A mí me parece que los días de Blatter y su corte están contados y que después del Mundial deberá dar un paso al costado. Ahora, los cambios son para mejorar y no para que se monté uno igual; Michele Platiní, el gran jugador de fútbol francés está detrás del banquete y tiene afilado los colmillos, lo ha demostrado en la UEFA.

Por supuesto que la idea es que haya sangre fresca, no más de lo mismo; por el fútbol, desde ya, NO A PLATINI.

Para finalizar, insistir en el orgullo inmenso que estos muchachos nos hicieron sentir, por las ganas y el amor de patria puesto en cada gota de sudor en esa camiseta. VIVA LA SELECCIÓN COLOMBIA