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¿Retrocederemos en la reducción de la desigualdad por cuenta del Covid-19?

Por: Andrés Vargas

 

Un hecho notable de las últimas dos décadas en Colombia y Barranquilla ha sido la reducción de la desigualdad de ingresos. El coeficiente Gini a nivel nacional pasó de 0.55 en 2002 a 0.54 en 2012, y a 0.52 en 2018. En Barranquilla está reducción fue de 0.53 a 0.46, y luego a 0.44  en el mismo periodo [1]. Si bien la dinámica reciente fue favorable, los profundos efectos negativos en el mercado laboral derivados de la emergencia sanitaria por covid-19 significan una interrupción de la trayectoria y quizás un giro hacia una mayor desigualdad.  En esta nota revisamos la evolución reciente de la desigualdad monetaria y a partir de esto reflexionamos sobre el imphhbacto que sobre esta podría tener la emergencia sanitaria.

 

¿Qué hay detrás de la reducción reciente de la desigualdad en Barranquilla?

El coeficiente Gini para los ingresos totales puede descomponerse de acuerdo con las diferentes fuentes de ingresos que reciben los hogares, laborales y no laborales. Así, el Gini de ingresos totales puede escribirse como 

G=sLRLGL+sNLRNLGNL

Donde G es el Gini total, sL es la participación del ingreso laboral en el ingreso total, GL, es el Gini de ingresos laborales y RL es un coeficiente que indica qué tanto coinciden el ordenamiento de las personas, de menor a mayor ingreso, si se utiliza como criterio el ingreso total o si se usa el ingreso laboral. Si el ordenamiento es el mismo entonces RL=1. De forma similar para los ingresos no laborales, NL.  Otra forma de descomponer el Gini parte de preguntarse qué pasaría en el año 2012, por ejemplo, si las personas no hubiesen recibido el ingreso laboral que recibieron ese año sino el que recibieron en 2019. En otras palabras, el método consiste en construir distribuciones contrafactuales de ingresos, conocidas como Shapley-Shorrocks [2]. Una ventaja de esta última es que se pueden incorporar aspectos sociodemográficos como el porcentaje de adultos ocupados que hay en un hogar.

En lo que sigue, los ingresos no laborales están constituidos por: las transferencias recibidas de instituciones, como el gobierno; las transferencias recibidas por otros hogares, como las remesas; y el resto de los ingresos. Estos últimos recogen principalmente las pensiones, los ingresos por dividendos, y los arriendos. Como característica sociodemográfica de cada hogar añadimos la proporción de adultos, y la proporción de adultos que están empleados.

La descomposición basada en contrafactuales, Tabla 1, muestra que para el periodo 2012-2018 el principal factor detrás de la reducción fue el ingreso laboral. De los 0.019 puntos que disminuyó el Gini en el periodo, el 68% es atribuido al ingreso laboral. Las transferencias institucionales, que en buena medida son entregadas por el gobierno a través de programas como Familias en Acción, también contribuyeron a la reducción en la desigualdad, pero en menor medida, 5.2%. La estructura del hogar fue el segundo factor en importancia. De hecho, el efecto combinado de adultos y ocupados es del 47% de contribución en la reducción del Gini. Las demás fuentes de ingresos contribuyeron a aumentar la desigualdad.

 

Tabla 1: Descomposición del Gini por componentes del ingreso total Barranquilla

Componente

Shapley-Shorrocks

Gini

 2012

Gini

2018

S2018

R

2012-2018

 

 

Adultos/Personas

-0.004

 

 

 

 

Ocupados/Adultos

-0.005

 

 

 

 

Laboral

-0.013

0.5

0.47

75%

>0

Trans. Inst.

-0.001

0.93

0.93

0.6%

<0

Trans. H.

0.002

0.92

0.91

4.2%

>0

Resto

0.002

0.75

0.71

19%

>0

Total

-0.019

0.46

0.44

 

 

 

Fuente: Cálculos propios, datos de la GEIH 2012-2018

 

 

Para examinar la contribución del Gini por fuente de ingreso al Gini total debemos tener en cuenta la participación de cada fuente dentro de los ingresos totales y el factor R, mencionado arriba. Si bien acá no presentamos los cálculos para R, si podemos decir que es mayor a 0 para todos los componentes del ingreso, menos para las transferencias institucionales. Como se observa en la segunda parte de la tabla 1 el Gini de ingreso laboral se redujo de 0.5 a 0.47, contribuyen así a una reducción en el Gini total. Las transferencias institucionales contribuyen a la reducción de la desigualdad porque están concentradas en un puñado de hogares, por eso un Gini de 0.93, y además el término R es negativo, indicando que los hogares que reciben más transferencias de este tipo son también hogares que tienen un ingreso total menor.

 

Estos resultados sugieren que el motor principal detrás de la reducción en la desigualdad de ingresos en el periodo fue el desempeño favorable del mercado laboral. Entre 2012 y 2019 Barranquilla mantuvo consistentemente una tasa de desempleo del orden del 8%, una de las más bajas del país. Al mismo tiempo, la participación laboral se incremento del 61% en 2012 al 65% en 2019, de tal manera que al interior de cada hogar aumentó la proporción de adultos devengando algún ingreso.

 

 

¿Cómo puede afectar el deterioro reciente del mercado laboral la desigualdad de ingresos?

 

Pareciera una obviedad decir que debido a la crisis ocasionada por la pandemia la desigualdad debería aumentar. Esto, sin embargo, no es necesariamente cierto. Por ejemplo, la peste negra en el S.XIV produjo una reducción de la desigualdad de ingresos y riqueza pues la reducción de la mano de obra ocasionó un incremento de la razón salarios a renta de la tierra [3]. El efecto neto de la pandemia sobre la desigualdad de ingresos depende, entre otras cosas, de fuerzas que interactúan simultáneamente, como la estructura económica, el poder de negociación entre empleados y empleadores, y la respuesta del gobierno. Como se muestra a continuación, la composición sectorial del empleo y las diferencias en el deterioro experimentado apuntan a una mayor desigualdad de ingresos laborales.

 

En el caso de Barranquilla, se observó un aumento de la tasa de desempleo en el periodo febrero-abril 2020 de 4 puntos respecto a lo observado en el mismo periodo de 2019. Esto estuvo acompañado de una caída en la tasa de participación laboral de 64.7% a 61.7% y de la tasa de ocupación de 59.5% a 54.2%. La menor tasa de participación indica una reducción en el número de adultos ocupados por hogar, contribuyendo así a una mayor desigualdad. Por el lado de los ingresos laborales la relación no es tan clara pues depende de en qué parte de la distribución de ingresos se da la mayor caída relativa.

 

En el gráfico 1 se muestra la relación entre el cambio en el número de ocupados en el periodo febrero-abril 2020 versus febrero-abril 2019 para cada rama de actividad económica y el salario medio en dicha rama [4]. La línea azul punteada muestra el ingreso medio para todas las ramas. Se observa claramente que en este periodo la pérdida de empleos se ha concentrado en los sectores económicos con ingresos medios inferiores. En términos de niveles educativos, se observa también que aquellos sectores menos afectados hasta el momento son aquellos con una mayor proporción de trabajadores con educación superior o universitaria, Tabla 2. Se puede decir entonces que esta respuesta diferencial estaría contribuyendo a una mayor desigualdad en 2020.

 

 

Gráfico 1: Cambio en el empleo febrero-abril 2020 vs. Febrero abril 2019 (miles) y salario medio ($ miles) por rama de actividad económica, Barranquilla

 

 

Fuente: Cálculos propios, datos de la GEIH 2019-2020

 

 

Tabla 2: Cambio en empleo febrero-abril 2020 vs. febrero-abril 2019, nivel educativo 2019 e ingresos por rama de actividad 2019, Barranquilla

 

Rama de Actividad

Cambio empleo (miles)

Nivel educativo (%)

Ingreso ($ miles)

Primaria

Secundaria

Superior

Industrias manufactureras

-30

12.6

58.6

28.8

744

Comercio y reparación de vehículos

-17

17.8

55.3

26.9

615

Actividades artísticas, entretenimiento recreación y otras actividades de servicios

-10

13.4

59.8

26.9

459

Administración pública y defensa, educación y atención de la salud humana

-8

2.0

24.8

73.3

1,434

Información y comunicaciones

-8

5.6

38.3

56.2

863

Actividades inmobiliarias

-2

11.5

61.2

27.2

1,160

Agricultura, ganadería, caza, silvicultura y pesca

-2

24.6

36.2

39.2

966

Construcción

0

24.4

56.8

18.8

748

Actividades profesionales, científicas, técnicas y servicios administrativos

0

11.0

33.9

55.0

829

Suministro de electricidad gas, agua y gestión de desechos

1

15.0

33.0

52.0

1,250

Actividades financieras y de seguros

1

2.4

30.2

67.4

1,356

Transporte y almacenamiento

1

15.2

64.2

20.7

911

Alojamiento y servicios de comida

5

21.5

59.9

18.6

528

 

Fuente: Cálculos propios, datos de la GEIH 2019-2020

 

 

Conclusión

 

Quisiéramos terminar esta nota con tres mensajes. Primero, el desempeño favorable del mercado laboral hasta finales de 2019 fue la fuerza principal detrás de la reducción de la desigualdad en ingresos observada en Barranquilla. Las transferencias institucionales también contribuyeron, aunque en menor medida. Segundo, que el efecto diferencial que ha tenido la emergencia sanitaria sobre el mercado laboral estaría contribuyendo al incremento en la desigualdad. Y, tercero, que en momentos en los que el mercado presiona a una mayor desigualdad, es la acción del gobierno la que puede moderar e incluso mitigar estos efectos. Si en el pasado las transferencias institucionales jugaron un rol menor, esta vez podrían hacer una mayor diferencia.

 

 

Notas:

 

[1] De acuerdo con los reportes de pobreza monetaria y desigualdad de ingresos del DANE 

 

[2] Azevedo, Inchaust, y Sanfelice (2013) Decomposing the recent inequality decline in Latin America, World Bank Policy Research Working Paper 6715

 

[3] Scheidel, W., (2017), The great leveler: violence and the history of inequality from the stone age to the twenty-first century, Princenton University Press

 

[4] El ingreso medio se calcula como exp(E(lny)), donde lny es el logartimo del ingreso