null Feli(z) Fin de Año

 

Una leve brisa, acompañada de un sol no muy cálido y algunas nubes en el cielo, eran los indicadores de que esa sería una tarde con un clima agradable, lo cual agradecían mucho los michis que desde temprano estaban yendo de un lugar a otro y encargándose de la organización de una nueva reunión en la cual celebrarían la nochevieja y el inicio de un nuevo año, festividad que también tomaron de los humanos, pero que adaptaron a su manera.

En medio de tanto ajetreo, Panda, uno de los gatos pertenecientes a la colonia del comedor de funcionarios, se encontraba buscando a su hermana Chloe por los territorios del bloque B, ya que el día de navidad, este había quedado con ella y con su otro hermano Polar en pasar ese día los 3 juntos, debido a que eran pocas las veces en las que se veían en todo el año y querían aprovechar una fecha especial para compartir entre ellos.

Luego de un rato de búsqueda, por fin dio con su hermana, la bella gata cálico de pelaje semilargo yacía durmiendo plácidamente en la hierba. Panda sonrió levemente al ver la comodidad de su hermana y lentamente se acercó a ella para no despertarla de golpe, ya que Chloe suele ser una gata un poquito asustadiza.

—He de decir que envidio tu sueño, no te ha tocado estar ayudando en el evento como yo— expresó en un tono suave el gato de pelaje blanco con toques grises, sentándose al lado de su hermana mientras veía como esta lentamente iba despertando de su sueño.

—Yo ayudé en la última festividad, no lo olvides, era mi momento de descansar— Respondió la gata mientras se incorporaba para proceder a estirarse y así conseguir desperezarse. Una vez terminó, se acercó a su hermano para saludarlo como debía, frotando su cara junto a la de este, lo que causó que ambos soltaran un leve ronroneo de felicidad.

—Hay que ir por Polar, nos estará esperando ya— dijo Panda mientras se levantaba para emprender camino hacia donde se encontraba su hermano.

—Sí, tienes razón, y nos espera un poco de caminata hasta allá— respondió Chloe y junto con su hermano comenzaron a caminar en dirección al bloque G, colonia de donde ellos eran originarios junto con su hermano Polar, sin embargo, este último fue el único que permaneció allá.

Decidieron pasar por el comedor de estudiantes Bambú 1, para ver cómo iban los preparativos de la fiesta de la noche. De momento todo pintaba bien, esta vez la organización estaba a cargo de Bambi, una bonita gata cálico de pelaje mayormente blanco, la cual era respetada por todos debido a su temperamento (aunque por dentro es un amor de gata). 

Bambi iba de un lado para otro revisando que todos estuvieran haciendo su trabajo, encontrándose con que sus hijos Samuel y Timmy junto con Tom y otros gatos estaban sin hacer nada viendo a Zeus haciendo gran parte del trabajo. Este último había perdido en el juego de jalar la cuerda que hicieron durante la celebración de navidad, y le tocaba doble trabajo en la fiesta que ahora estaban preparando. Algunos lo veían con ojos de victoria, otros se burlaban, porque cualquier pensaría que el corpulento gato con nombre del padre de los dioses ganaría debido a su gran fuerza, pero un descuido llevó a Zeus hacia su derrota. 

La gata cálico al ver que no estaban haciendo nada para ayudar, agarró un pequeño palito con su boca y se acercó sigilosamente al grupo de gatos, a los cuales decidió darles un ligero golpe con el palito, incluido al líder de la colonia del B y el L, Tom, el cual se sorprendió mucho, ya que nunca antes se había atrevido a hacerle algo así.

—¡Auch!— exclamó Samuel, uno de los hijos de Bambi, al recibir el golpecito que le dio su mamá. 

—¿A qué ha venido eso?— preguntó Timmy, hermano de Samuel, mientras todos los gatos involucrados daban la vuelta para mirar a la gata, la cual tenía una expresión de seriedad que les transmitió terror a todos al instante que la vieron.

—Pónganse a trabajar y dejen de perder el tiempo, aún hay cosas por hacer— expresó Bambi. En su voz podía escucharse un toque de molestia, lo que hizo que todos los gatos se mantuvieran a raya y asintieran al tiempo dando a entenderle a la gata que seguirían su orden, para luego ir a atender las labores que Bambi les indicó.

Esta fue una situación muy graciosa para Panda y Chloe, los cuales se habían detenido solamente para presenciarlo, y así poder contarlo a su hermano Polar cuando se vieran. 

Luego de unas cuantas risas continuaron su camino hacia donde se encontraba su hermano, evitando chocar con los gatos que llevaban cosas para los preparativos. Pasados algunos minutos por fin llegaron a su destino, el parqueadero 8 que se encontraba justo detrás del bloque G.

Al llegar, ambos se sintieron muy nostálgicos, ya que fue ahí donde nacieron y pasaron parte de sus primeros meses junto a su madre. 

—Se mantiene como siempre este lugar— susurró Panda mientras miraba todo el lugar detenidamente con la mirada un poco perdida y cargada de sentimiento.

—Solo que no es lo mismo sin ella…— una voz proveniente de su espalda le respondió, se podía notar algo de tristeza en el tono. Esas palabras se incrustaron en el corazón de ambos gatos, generando cierto dolor en ellos, pero al mismo tiempo reconocieron la voz de su hermano, Polar, por lo que dieron la vuelta para poder verlo. 

—Es lindo verlos de nuevo, hermanitos— dijo Polar una vez los 3 gatos se estaban mirando entre ellos, mantenía una ligera sonrisa de felicidad por estar otra vez reunido con sus hermanos.

—Lo mismo digo, hermanito— mencionó Chloe mientras se acercaba a Polar para acariciarlo, seguido de Panda que también fue a saludar a su hermano. Los 3 gatos ronronearon de felicidad y se sentaron juntos.

—Lucen bastante bien, sobre todo tú, veo que los humanos te consienten mucho— al decir esas palabras con un tono burlón, Polar miraba a Panda con una sonrisa más grande. Este último entendió a qué se refería su hermano, pues se veía en mejores condiciones y se notaba que había ganado un poco más de peso desde la última vez que se vieron.

—Nah, lo de siempre. Sabes que todavía no me transmiten mucha confianza, pero intento mejorar eso. Tú tampoco te ves nada mal, he de decir— respondió Panda sonriente ante su hermano, mientras lo miraba de arriba a abajo viendo que se mantenía en buena forma.

 

—Si, ahora que hay menos gatos por aquí, las presas abundan más, y los humanos siempre pasan cada día a dejarnos comida así que eso se agradece, aunque siempre los observo desde mi escondite y espero que se vayan para comer. Un poco como mamá— una risita proveniente de los 3 se hizo presente, para luego ser acallada por un silencio con toque nostálgico. 

—Ya ha pasado un tiempo… Y no hay noche que no piense en ella antes de dormir, este lugar todavía conserva mucho de su esencia— comentó Polar mientras bajaba un poco la cabeza para evitar que sus hermanos vieran su tristeza.

—Ni yo / Yo tampoco dejo de pensar en ella— respondieron sus hermanos al mismo tiempo, también se les veía tristes ante la ausencia de su madre, por lo que se apegaron un poco más para hacerse compañía y consolarse, en señal de que todo estaría bien.

—Levanten esas cabezas, su madre no los querría ver así, querría que estuvieran felices— Una voz profunda y seria se escuchó, provenía desde arriba, cuando revisaron quién era se dieron cuenta de que se trataba de Peluche, un gato de pelaje rubio con blanco, uno de los gatos más antiguos de la colonia y líder de esta, el cual encontraba bajando hacia donde los gatos estaban.

—Conocí a su madre lo suficiente como para saber que estaría triste si ustedes lo están— dijo al haber llegado al piso y sentarse, manteniendo cierta distancia con los 3 gatos hermanos, los cuales se le quedaron viendo. Las palabras del gato rubio les dieron un pequeño respiro, haciendo que salieran un poco de su tristeza.

—Era una querida amiga y camarada de todos, también la extrañamos, pero debemos seguir, es lo que ella querría— continuó el gato, su voz profunda mantenía cierta calma, mientras dirigía su mirada hacia el cielo.

—Ahora nos cuidala todos desde la colonia estelar, siempre va a estar con nosotros— Peluche cerró los ojos y guardó silencio durante un momento, los hermanos seguían sin hablar e imitaron a su superior y empezaron a mirar al cielo. Las palabras del sabio gato les habían ayudado mucho, y para terminar de calmarse cerraron sus ojos al igual que Peluche. Durante un breve instante sintieron nuevamente la presencia de su madre, Mittens, una bella gata negra con blanco, la cual pasó a darles un saludo rápido a cada uno de sus hijos y a su amigo, confirmando las palabras que el gato rubio había dicho, de que ella siempre estaría con ellos.

Pasados unos segundos, todos abrieron los ojos, la tristeza poco a poco se iba convirtiendo en confort, y más ahora sabiendo que su madre los cuidaría siempre aun si no estaba con ellos.

—Gracias, Peluche. Fueron unas bellas y acertadas palabras— Chloe fue la primera en tomar la palabra, y luego sus hermanos se le unieron dando las gracias al gato rubio, el cual en medio de su seriedad les dedicó una ligera sonrisa y asintió con la cabeza, para luego retirarse dejando a los hermanos solos.

Al volver a estar solos, los 3 se levantaron y se miraron, sin decir nada entendieron claramente lo que tenían en mente. Sin perder el tiempo, los hermanos empezaron a jugar entre ellos recordando cuando eran pequeños, y así transcurrió el resto de su tarde entre juegos, charlas de como iban en sus colonias, y demás actividades.

Sin darse cuenta ya la noche había caído, y al ver la posición de la luna se alarmaron, ya que estaban tarde a la hora de inicio de la fiesta, por lo que enseguida emprendieron su camino hacia el comedor de estudiantes bambú 1. En cuestión de minutos llegaron, pues habían ido corriendo, y al encontrarse los 3 en buen estado físico, no les resultó para nada agotador.

Al llegar notaron que ya la fiesta había empezado, todas las colonias estaban reunidas entre sí, pasearon su mirada por todos los gatos y vieron que no eran los únicos que estaban reunidos en familia. Se podía ver a Morgana con su hija Mary y su hijo Max conversando junto a otros gatos, en otro lado Luca y Giselle miraban como su hijo Loki enseñaba tácticas para cazar a los gatos más pequeños de otras colonias, y así todos estaban pasando una bonita velada.

Los 3 gatos se adentraron a la fiesta, integrándose con el resto de gatos para disfrutar de la noche junto con todos. 

Llegada ya casi la medianoche, Bambi, organizadora de la fiesta de fin de año, pidió el silencio de los gatos para poder dar unas palabras, a lo cual los gatos hicieron caso y fijaron sus miradas en la gata cálico.

—Buenas noches a todos, espero que se encuentren disfrutando de la velada. Como saben, durante esta festividad siempre hay un espacio donde uno de nuestros líderes da unas palabras de retrospección sobre este año que pasó. Ustedes lo conocen muy bien, así que denle una cordial bienvenida a Misterio— Al terminar de hablar, la gata se bajó del estrado y dio paso a que el gato oscuro de pelaje semilargo se subiera. Durante esa transición los gatos daban maullidos de alegría para recibir al líder de la colonia del comedor de funcionarios.

—Muy buenas noches, gatos de todas las colonias, es para mí un placer acompañarlos una nochevieja más para nuestro acostumbrado discurso. Antes que nada, quiero agradecer a Bambi y compañía por la organización de este espectacular evento. Muchas gracias— La voz del gato se escuchaba fuerte y clara para todos, mostrando cierta tranquilidad y felicidad al estar junto con sus compañeros, los demás gatos volvieron a maullar en forma de agradecimiento a la organización de la fiesta. 

—Como bien saben, este año fue todo un reto para nosotros. Veníamos de una época de ver muy pocos humanos, y durante este año poco a poco había más, volviendo un poco a los viejos tiempos. Nuevos gatos se han unido a nuestras filas, así como una gran cantidad de nuestros antiguos camaradas ahora se encuentran en hogares donde serán muy amados y vivirán felices, lo cual debemos agradecer enormemente a los humanos que se encargan de cuidarnos. Durante todos mis años en este campus, nunca había visto un número tan elevado de adopciones, y si bien extrañamos a los gatos que se fueron, sabemos que estarán muy bien cuidados— En ese instante, Morgana y algunos gatos se acordaron de su querida amiga Lioness, la cual había sido adoptada durante ese año junto con Storm, uno de los gatos que pertenecía a la colonia del B. Los gatos de la colonia del bloque A como Mom y Ámbar recordaron a su amiga Horus que también había sido dada en adopción por los humanos, y así algunos otros casos más.

—También, el día de hoy honramos a nuestros colegas, amigos y compañeros de colonia caídos durante este tiempo, los cuales ahora son parte de la gran colonia estelar y nos cuidan desde el cielo. Siempre los llevaremos con nosotros en nuestra mente y corazón.— En este punto la voz de Misterio se escuchaba un poco más seria y con un toque de melancolía. Una gran parte de los gatos bajaron la mirada al piso con algo de tristeza, entre esos Gideon, Ginny y Molly, que recordaron el reciente fallecimiento de su compañera de colonia Tessi. Del mismo modo lo hicieron los gatos de la construcción, que había sido la colonia que más gatitos había perdido durante ese año.

—Si bien esta noticia nos parte el alma a todos, hay que seguir adelante y cuidarnos entre todos. Aun cuando cada colonia tiene su forma de actuar y ser, recuerden que todos somos hermanos de este gran campus y debemos procurar lo mejor para todos— La voz de Misterio retomó un poco entusiasmo, con la intención de animar a sus camaradas gatos luego de su honra a los gatos caídos. Parecía haberlo conseguido, ya que lograba ver caras perdiendo tristeza mientras le prestaban atención.

—Ya para terminar, debemos recordar que este año que inicia será otro reto, porque según hemos escuchado a los humanos, van a volver a venir en grandes cantidades, más de las que estábamos acostumbrados durante este año. Así que hay que prepararnos. Si bien muchos de los humanos nos tienen aprecio y cariño, hay algunos que no, por lo que debemos ser precavidos sin perder nuestra conexión y amor hacia ellos— Algunos gatos se veían un poco inconformes con lo que acaba de anunciar el gato oscuro, sin embargo, sabían que era algo inevitable por lo que no hubo ninguna queja ni nada por el estilo.

Misterio paró un momento para mirar al cielo, viendo la luna, los demás gatos le imitaron sabiendo que ya el final del año se acercaba en cuestión de segundos, por lo que las energías de los gatos volvieron a subir mientras hacían la cuenta regresiva entre todos, liderados por Misterio.

—5… 4… 3… 2… 1… ¡Feliz año nuevo!— Todos los gatos gritaron al unísono al tiempo que unos lanza confeti se activaban gracias a los gatos detrás de la organización. En ese momento la felicidad era lo único que abundaba en el ambiente, los gatos pasaban a felicitarse unos a otros, para luego continuar con la fiesta y recibir así un año nuevo.

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Y es así como los michis vivieron una nochevieja muy emotiva y bonita. Desde Felinorte les queremos desear unas felices fiestas y feliz año nuevo 2022, que la pasen muy bien y nos vemos pronto con nuevas historias de nuestros gatitos, un abrazo enorme.

 

Escrito por Jonathan Caballero