null Los gatitos también son fuertes con un solo ojo

 

¡Hola a todos, mi nombre es Morgana! Si les suena conocido el nombre, no se extrañen, es el nombre del pirata Morgan, en honor a quien unos voluntarios muy curiosos me nombraron. 

La verdad es que les he tomado mucho aprecio a estos jovencitos, especialmente por todo lo que han hecho por mí. Los conocí un día que llegué a esta gran Universidad. En ese momento estaba embarazada de 5 gatitos, me sentía enferma y no podía ver por uno de mis ojitos. Por lo que supe, era porque lo tenía infectado y tuvieron que quitármelo. Los primeros días fueron muy fuertes para mí, la universidad era demasiado grande, muy llena de gente, no sabía dónde estar o dónde poder esconderme para estar segura y tener a mis niños. Al final, terminé teniéndolos en un desagüe. ¡No me culpen! Tenía miedo y no conocía a los voluntarios que querían ayudarme.

Cuando mis niños nacieron, un grupo de humanos muy buenos llamados La fundación S.O.S. ayudó en su socialización. Dos de mis hijos pudieron conseguir hermosos hogares, y tres se quedaron conmigo en la universidad: Max y Mary, que todavía me hacen compañía y la pequeña Andre que falleció hace ya un tiempo. 

Me tomó un poco de tiempo, pero poco a poco pude acoplarme a mi nuevo hogar. La universidad dejó de parecerme enorme e intimidante y se empezó a convertir en mi hogar. Hoy en día amo a mi U y a mis voluntarios que siempre están pendientes de mí y de mis compañeros de colonia. A pesar de que solo tengo un ojito, siento que puedo ver el mundo más feliz y con más esperanzas que cuando tenía mis dos ojos y vivía en las calles. Ahora se siente todo más tranquilo y feliz, y espero que todos los gatos del mundo tengan la oportunidad de encontrar un hogar que los cuide. 

 

 

Escrito por María Añez