null Luca y Giselle

 

El sol empezaba su descenso por el oeste, informando que la tarde estaba por finalizar, dando paso a la noche. Durante unos instantes, el silencio se hizo presente en la colonia de construcción, pues su líder, un corpulento gato bicolor blanco con negro yacía aparentemente derrotado en el suelo, a las patas de uno de sus mayores rivales Bagheera, un gato oscuro como una pantera negra, con quién momentos antes estaba librando una batalla.

Últimamente era muy común la presencia del gato oscuro en los dominios de esta colonia con intenciones no muy amigables, a lo cual Luca, el líder de la colonia de construcción siempre respondía en defensa de su territorio saliendo victorioso en las ocasiones anteriores. Sin embargo, esta vez era diferente, pues el gato bicolor no debía solo encararse a su rival Bagheera, sino también a un par de gatos invasores provenientes de terrenos ajenos al campus universitario, los cuales habían llegado a la colonia de construcción en planes de tomar el territorio para ellos. 

Luca tenía heridas considerables después de su batalla contra sus 3 adversarios, entre esas algunos arañazos en su ojo izquierdo de los cuales brotaba algo de sangre lo cual le obligaba a mantenerlo cerrado, además de algunos golpes, cortes y mordidas en su cuerpo. 

El gato bicolor, a pesar de estar perdiendo poco a poco las fuerzas, fue capaz de divisar a lo lejos a su pareja gatuna Giselle, la cual corría en su dirección con intenciones de asistirle acompañada por su hijo Loki, otro gato bicolor blanco con negro igual que sus padres. Luca percibía el tiempo un poco más lento, quizá por lo aturdido que se encontraba, pero no perdía de vista a su amada y su hijo quiénes seguían acercándose. Notó la preocupación en la cara de la gata, pero no había mucho que pudiera hacer. Poco a poco el poderoso líder iba cerrando su ojo derecho cediendo ante el agotamiento que sentía, siendo Giselle y su hijo Loki lo único que tenía presente en sus pensamientos en esos momentos. 

Antes de cerrar su ojo por completo su mente lo transportó al pasado, empezó a recordar cómo fue su llegada a los terrenos del campus universitario, y más específicamente a la colonia que ahora lideraba. 

*Pequeño salto al pasado*

Luego de haber sido encontrados dentro de una bolsa por uno de los guardias de la universidad, Luca, Giselle y otro gatito negro se encontraban por primera vez en los terrenos del campus, en lo que ahora es la colonia de construcción. Venus, una de las gatas que ya residía en esa colonia fue quién los recibió y los cuidó, ya que estos eran aún pequeños, siendo Luca el mayor de los 3. Venus se encargó de enseñarles lo básico para sobrevivir en un entorno como en el que vivían. Si bien los humanos les daban de comer, algunas veces tenían que valerse por sí mismos y ser capaces de cazar para poder comer.

Poco a poco iban creciendo, aprendiendo y fortaleciendo su amistad los 3. Sin embargo, una tragedia impediría que su amistad siguiera por más tiempo, pues el gato negro quién los había acompañado durante muchas lunas, falleció por causas desconocidas. Esto resultó un duro golpe para Luca y Giselle, quiénes no tenían más que a ellos mismos para poder hacerse compañía y superar el duelo.

Llegados a la adolescencia gatuna, Luca empezó a desarrollar cierto interés en Giselle, no solo por lo bella que era, sino también por su elegancia, inteligencia y lo valiente que podía llegar a ser en situaciones de peligro. Giselle por su parte también sentía esa atracción por el gran gato que tenía como amigo, muy fuerte y eficiente para la cacería, además de que siempre la trataba bien aún cuando le costaba dar esas expresiones de amor.

El tiempo y las experiencias vividas juntos llevaron a que tiempo después ambos decidieran ser sinceros con sus sentimientos, siendo Giselle quién tomó la iniciativa, seguida por Luca, y luego de eso decidieron concretar su relación, la cual trajo todo tipo de nuevas vivencias para ambos, fortaleciendo así su vínculo.

En ese punto, su mente se llenó de todos los recuerdos felices que vivió junto con la gata. El nacimiento de su querido hijo Loki, el orgullo en los ojos de su amada en el momento en que fue nombrado líder de la colonia, su primera jornada de cacería con su hijo, y muchos otros recuerdos más. Independientemente de los malos ratos, Luca había vivido una gran vida y más aún en compañía de su alma gemela.

Volviendo al presente, Bagheera se hizo a un lado para dar paso a un gato de pelaje naranja un tanto largo y desaliñado, el cual posó su pata sobre la cabeza del líder de la colonia de construcción. Este sonreía victorioso al ver a su rival tendido en el suelo sin poder defenderse más. El gato extranjero levantó su pata y mostró sus garras, planeando dar el golpe de gracia para dar fin a su oponente y reclamar ese terreno como suyo.

—¡LUCAAAA! / ¡PADREEEE!— El grito de desesperación de su amada y su hijo sonando al unísono, sumado a todos los recuerdos que acababa de revivir en su mente, despertó dentro del poderoso líder un segundo aliento, una segunda oportunidad de seguir luchando. Sabía que ese no era momento para rendirse, no podía perder esa batalla por más dura que fuese, tenía que ganar por su familia y compañeros de colonia que tenían total fe en él y en su liderazgo. 

Con energías renovadas, Luca abrió de golpe su ojo derecho y rodó hacia su izquierda para esquivar el ataque del gato naranja, movimiento que tomó por sorpresa a este último y a sus 2 compañeros, quiénes no podían creer que el gato bicolor aún pudiera moverse con esas heridas, y aún más por la rapidez con la que se movía. Aprovechando esos momentos de shock, inmediatamente después de terminar de rodar, Luca se lanzó sobre el gato naranja con tal fuerza que lo empujó hacia atrás haciéndolo rodar un par de veces, dejando a este último algo aturdido para luego propinarle un fuerte mordisco en la pata delantera derecha, causando que el gato invasor soltara un grito de dolor bastante fuerte.

En ese momento, la gata cálico aliada al gato naranja invasor empezó una carrera hacia Luca con la intención de atacarle por la espalda mientras este se encontraba distraído con su compañero. Sin embargo, fue embestida por un costado con mucha fuerza. Giselle era la responsable de este sorpresivo ataque, pues no iba a permitir que su amado volviera a luchar solo y se encargaría de defender sus espaldas en ese segundo asalto. La gata cálico fue empujada poco más de un metro de distancia y cayó contra el suelo quedando aturdida luego de la embestida.

Bagheera iba a unirse a la acción junto a sus dos aliados. Sin embargo, Loki liderando al resto de gatos de la colonia de construcción le hicieron frente. El gato oscuro empezó a verse rodeado y notando que se encontraba en desventaja numérica decidió aprovechar una pequeña apertura para poder retirarse rápidamente del combate. Loki junto con Barney y Robin iban a perseguirlo, pero fueron detenidos por un grito de su compañera y segunda al mando en la colonia Venus, la cuál les indicaba que lo dejasen ir por ahora, para encargarse de la gata cálico, quién ya estaba saliendo de su aturdimiento.

 —¡Dejenlo! Ya nos encargaremos de él después. Hay que apoyar a Luca, con esas heridas no podrá solo.— Dijo la gata con autoridad y algo de molestia, pues todo este escenario se hubiese podido evitar si el líder no les hubiese ordenado mantenerse alejados.

—Ese idiota, cree que puede ganar todas las batallas solo.— Susurró Venus para sí misma con cierta inconformidad, pues si bien reconocía la fuerza y habilidad en batalla de su líder, esta era casi tan grande como la terquedad del gato bicolor. Junto con sus compañeros de colonia corrieron hacia donde se encontraba la gata cálico para obligarla a salir por las buenas o por las malas de sus terrenos.

Mientras ocurría eso, el gato naranja planteó un contraataque contra Luca, devolviéndole la mordida. Sin embargo esta no logró conectar con la piel del líder, ya que este último lo soltó y dió un pequeño salto hacia atrás, quedando quieto un momento para recuperar el aliento. En ese momento Giselle se le unió, se puso a su lado y se paró firme ante el gato invasor, quién se iba levantando lentamente para volver a la pelea. 

Una vez de pie, el gato naranja de pelaje largo miró a la pareja de gatos lista para continuar con la batalla. Ante esto, el gato dejó salir una risa un tanto burlona, mientras se preparaba para recibirlos en un último round.

—Ustedes dos contra mí. Está bien, bailemos.— Dijo en un tono burlón sonriendo desafiante a la pareja de gatos, justo antes de empezar una carrera contra estos. Luca y Giselle se miraron un segundo y entrelazaron sus colas, y sin necesidad de decir una palabra, ambos se entendieron a la perfección y prepararon su ofensiva en contra del gato invasor. 

Los ataques y defensas de Luca y Giselle se daban todos de una manera sincronizada, lo cual mostraba la gran conexión que tenían, más allá del aspecto romántico de una pareja. El gato naranja no conseguía acertar ningún golpe, solo podía intentar defenderse, lo cual no le salía muy bien, ya que ambos gatos sabían exactamente cómo y cuándo atacar. Si uno no conseguía acertar sabían que el otro lo haría, su colaboración y trabajo en equipo era algo contra lo que el gato invasor no tenía una sola oportunidad. 

Fue cuestión de tiempo para que éste acabase derrotado, al igual que su aliada, pues la gata cálico había sido superada por el resto de integrantes de la colonia. Un agotado Luca se acercó a los dos, y en vez de darles un fin, solo se paró firme en frente de estos con una expresión de seguridad y seriedad en su cara.

—Largense de nuestro territorio, y más les vale no volver, porque estaremos preparados— Expresó con un tono amenazante enseñando sus colmillos. El hecho de que tuviera un ojo cerrado por las heridas y la sangre de estas solo lo hacía ver más intimidante. Los gatos invasores no tuvieron más remedio que retirarse con la cola entre las patas, cargando con la frustración de haber sido superados por los gatos de la colonia de construcción. 

Una vez la paz regresó a los territorios de la colonia, Luca empezó a ceder ante el cansancio cayendo hacia la derecha, aunque fue sostenido por su amada Giselle, la cual le ayudó a seguirse manteniendo en pie. El agotado líder le dedicó un ronroneo de agradecimiento a su pareja y lentamente caminó hacia el resto de sus compañeros. Estos, preocupados, lo recibieron con una mirada de orgullo luego de haber conseguido la victoria.

—Les quiero presentar mis disculpas.— Empezó a hablar con algo de dificultad. En ese momento se echó sobre sus patas y Giselle se acomodó a su lado para empezar a lamerlo.

—Reconozco mi error al intentar luchar esta batalla solo. Mis intenciones eran protegerlos y a nuestro territorio, pero me di cuenta que los necesito para conseguirlo. Es por eso que les agradezco el que hayan decidido apoyarme, ignorando mi orden, de ser así seguramente no estuviese ahora aquí con ustedes— El gato hizo una pequeña reverencia de agradecimiento a sus compañeros de colonia, tratando de aprovechar las fuerzas que le quedaban. En ese momento Giselle le dejó de lamer y le dió un ligero golpe con su pata, sin sacar garras y aplicando la mínima fuerza posible para no lastimarlo. 

—Sabes que nos tienes aquí para lidiar con lo que pase a la colonia. Me tienes a mi, a Loki, y a todos, vamos a estar dispuestos a apoyar por el bien de la colonia.— Expresó Giselle con un toque de seriedad y ternura, para posteriormente rozar su nariz lentamente con el costado del líder, dándole a entender a Luca su preocupación y compañía.

—Venus, quedarás a cargo mientras me recupero. Cuentas con mi hijo y los demás para que te ayuden en todas las labores que necesites.— Finalizó el líder, y la gata oscura que era su mano derecha asintió a las órdenes de su líder. Loki apareció en ese instante con un par de presas en su boca que había cazado más temprano ese mismo día, y las dejó frente a su padre y madre, para que pudieran comer y así recuperar algo de fuerzas.

Luca le agradeció a su hijo con una ligera sonrisa y lo invitó a unirse a la comida para poder aprovechar la ocasión en familia. Venus, al ver esto, procedió a hacer un gesto con su cola indicando al resto de gatos que les dieran un espacio a Luca, Giselle y Loki. El líder le agradeció y así terminó de pasar la noche junto a su amada y su hijo, quiénes junto a sus compañeros de colonia eran la razón por la cuál había luchado tan duro el día de hoy.

 

 

Escrito por Jonathan Caballero Castillo