A todos aquellos que tienen gatitos en casa se les añade una complicación a la problemática navideña: El árbol de Navidad.

Los gatos son unos animalitos muy curiosos por naturaleza, les encanta explorar y escalar por casa, especialmente en esta época del año en la que más decoración añadimos a nuestro hogar: guirnaldas, luces parpadeantes, ¡el árbol de Navidad! Toda esta mezcla de adornos brillantes y metalizados crea una atmósfera acogedora en nuestra casa... y desata la curiosidad de nuestros felinos.

Es por todas estas deslumbrantes características que el árbol de navidad se convierte en todo un personaje irresistible que llama la atención desde su visión gatuna, llegando a atacar al menor despiste y en algunos casos dicha curiosidad que aunque empieza con tímidos toquecitos con sus patas la mayoría de las veces termina en una batalla campal y aparecen pequeños desastres, ya que en esta batalla entre árboles y gatos, casi siempre ganan los peludos. ¡Los mininos son muy inteligentes y curiosos! Al final, siempre acaban en medio de todo el embrollo y en muchos casos necesitan de nuestra ayuda para que acudamos al rescate. 

Sin embargo, para evitar algún desastre en casa, que el felino tenga un accidente o que el árbol de Navidad acabe todos los días en el suelo, los amantes de los felinos han inventado técnicas muy divertidas e inteligentes a lo largo de estos años  que van desde enjaular el arbolito hasta colocarlo al revés.

Pero a pesar de todos estos desastres cabe resaltar que compartir techo con gatitos en estas fiestas es una de las mejores experiencias que podrías vivir, ya que no se sabe lo que podría pasar por sus mentes así que recuerden siempre no perder de vista su minino. 

¡Felices fiestas gatunas! 

Escrito por María Laura Patiño