Con apoyo del programa de Geología, La Peña reabre su museo como patrimonio de la Nación

Después de años de dedicación, el Museo Paleontológico de La Peña - Atlántico (Mupapa), ubicado junto al embalse del Guájaro en el corregimiento de Sabanalarga, reabrió sus puertas el 17 de junio con una distinción histórica: la colección que alberga fue oficialmente declarada patrimonio paleontológico de la Nación por el Servicio Geológico Colombiano. Un logro que honra los vestigios milenarios de megafauna encontrados en la región y celebra el compromiso académico y científico del programa de Geología de la Universidad del Norte, especialmente de su profesor Aldo Rincón.

La reapertura oficial contó con la presencia del gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, quien destacó el valor educativo, científico y cultural de esta colección. Pero detrás de esta victoria institucional hay años de trabajo articulado entre estudiantes, docentes y líderes comunitarios, como Luis Arjona, director científico y general del museo. Desde sus inicios en el año 2000, el museo fue forjándose pieza a pieza, gracias a la curiosidad de estudiantes y la asesoría del paleontólogo argentino Ricardo Pascuali. Sin embargo, fue con la llegada del profesor Aldo Rincón a Uninorte, en 2016, que el proyecto encontró un nuevo impulso académico que lo llevaría a su consolidación nacional.

“Muchos de los fósiles que teníamos carecían de contexto. El profesor Aldo y sus estudiantes ayudaron a clasificar, codificar y entender su procedencia. Hoy sabemos qué especies conserva el Atlántico y por qué son valiosas”, expresó Arjona, quien ha sido el motor del museo durante más de dos décadas. Gracias a ese trabajo conjunto, fue posible registrar 145 piezas en el Inventario Nacional del Patrimonio Geológico y Paleontológico (INGEP), abriendo la puerta para que la colección fuera reconocida como patrimonio nacional.

Para Carlos Quintana, egresado de Geología en 2023, el museo fue más que una práctica profesional: fue su tesis, su campo de exploración científica y su oportunidad de incidir en la conservación del patrimonio. “Identificamos restos de mastodontes, perezosos gigantes y mostocodóntidos. Pero también encontramos fósiles sin clasificar, con gran potencial para futuras investigaciones”, evocó. Como él, Daniela Troncoso y Catalina Serra —también egresadas— participaron activamente en actividades de divulgación científica, talleres para niños y en el fortalecimiento del vínculo entre la ciencia y la comunidad local.

“Con el apoyo del profesor Aldo, realicé un taller paleontológico para los niños de La Peña sobre fósiles invertebrados del Caribe. Adapté los contenidos geológicos a un lenguaje más accesible para que las comunidades pudieran apropiarse de estos saberes y, sobre todo, comprendieran la legislación sobre fósiles en Colombia, donde es ilegal conservar uno sin reportarlo”, expresó Troncoso durante el evento.

Felipe Lamus, docente del programa, recordó cómo el encuentro entre Aldo Rincón y Luis Arjona dio origen a un proceso colaborativo inédito: “Aldo sembró una semilla muy valiosa. Este es un ejemplo de cómo la academia puede marcar la diferencia en la preservación del patrimonio geológico y paleontológico del país”. Esa semilla hoy florece en un museo renovado, con una museografía que revive el Gran Intercambio Biótico Americano y con espacios que educan sobre la historia natural del Caribe colombiano.

La resolución que declara al museo patrimonio nacional, además de reconocer el rigor técnico con el que se ha trabajado, garantiza la protección y visibilidad de este tesoro natural. “Este museo abre posibilidades educativas y de desarrollo económico. Es una maravilla que todos deben conocer”, afirmó el gobernador Verano.

Aunque no asistió, el legado del profesor Aldo Rincón estuvo presente en cada fósil clasificado y en cada uno de los egresados que siguió su guía. La reapertura del museo es, en gran medida, un tributo a su visión, a su apuesta por formar científicos comprometidos con el territorio y a su incansable labor en favor de la paleontología colombiana.