Ana María Erazo, primera doctora en comunicación formada en Colombia

La barranquillera Ana María Erazo Coronado, de 51 años, docente y coordinadora de investigación de las especialidades odontológicas de la Universidad Metropolitana, es la primera colombiana que recibirá el título de doctora en Comunicación sin salir del país. Formada gracias al programa pionero de la Universidad del Norte, obtendrá su grado académico, con una calificación Magna cum laude, un año después de que el monteriano Miguel Garcés Prettel se convirtiera en el primer colombiano con el título.

El objetivo de la tesis de doctorado de Erazo: “La calidez y el intercambio de información en la relación médico-paciente: un análisis narrativo del papel de la empatía, la comunicación verbal y no verbal, como mediadoras y moderadoras en la intención de adherencia al tratamiento en el paciente”, fue abordar la falta de adherencia al tratamiento en los pacientes, estableciendo variables que influyen en dicha relación para mejorar su confianza con posibles comportamientos enmarcados en la comunicación.

Ana María es odontóloga, especialista en endodoncia de la Universidad Estatal de Campinas de Sao Paulo (Brasil), y en docencia universitaria de la Universidad Metropolitana de Barranquilla. Desde 1994 se desempeña en el campo de la docencia en las ciencias de la salud, en la Metropolitana. Ha sido docente, directora de programa y coordinadora de promoción estudiantil de esa institución.

“Es un problema que se presenta en todos los niveles y es de índole mundial. La falta de adherencia se traduce en los sistemas de salud en costos económicos, sociales y científicos. Tratar de estudiar a través de la comunicación y sus elementos es ver cómo podemos predecir la manera en que podemos incidir en los médicos para que dentro de la relación-médico-paciente, aumente la intención de adherencia”, manifestó la académica.

Desde 1994, además de ejercer la docencia, ha estado en la práctica clínica. Su experiencia le permitió darse cuenta de la forma en que se desarrollaban las relaciones que entablaba con sus pacientes, y de cómo ciertos comportamientos que podía o no tener en sus consultas podía verlos reflejados en ciertos resultados en salud, sin que pudiera explicar realmente a qué se debía. Su investigación manejó una muestra de 803 participantes, además de una experimental con 420.

“Se quiso ver si la empatía era mediadora entre la calidez del médico y la intención de adherencia al tratamiento del paciente, y el resultado obtenido es que sí, dentro de los dos aspectos de la empatía: cognitivo y afectivo, el que más afectaba la intención de adherencia del tratamiento era empatía desde lo cognitivo en el médico”, explicó.

Para la barranquillera este logro académico significa un “reto enorme”, pues no es habitual ver profesionales de la salud cursar este tipo de doctorados en comunicación y el porcentaje de mujeres doctoras en esta área en Colombia es menos del 10 por ciento.

“Una de las fortalezas  del doctorado es que ha tenido docentes internacionales de mucho nivel, como el británico Toby Miller. La interdisciplinariedad la vi totalmente reflejada durante el curso, y no solo no tuve necesidad de tomar herramientas ya hechas, sino que tuve la oportunidad de crear mis propias herramientas para investigar”, destacó la primera doctora en comunicación formada en el país.

Por José Luis Rodríguez R.