Así viven los Maestros de Vida sus clases de forma remota

Susana Rincón y Jorge De Castro, dos de los matriculados en el programa, contaron cómo han vivido esta experiencia de volver a la universidad y la transición a la educación virtual.

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Jorge De Castro hace parte del programa Maestros de Vida y es egresado de Administración de Empresas de 1975.

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13 abr 2020

Para el primer semestre de 2020, nueve adultos mayores de 55 años tomaron la decisión de regresar a la universidad a través del programa Maestros de Vida que ofrece el Centro de Educación Continuada (CEC). Debido a la pandemia, Uninorte ha adaptado sus clases a la modalidad remota o virtual y los participantes del programa del CEC también se han visto inmersos en este proceso que comenzó el 23 de marzo.

Susana Rincón y Jorge De Castro, dos de los matriculados en el programa, contaron cómo han vivido esta experiencia de volver a la universidad y la transición a la educación virtual. Los estudiantes, ambos de 67 años, están en su segundo semestre de Maestros de Vida. 

De Castro llevaba ya dos décadas como alumno de la clase de Historia Contemporánea del exrector Jesús Ferro Bayona, cuando decidió ingresar a Maestros de Vida. “Me jubilé y aparece este programa. Llegó en el momento en el que estaba esperándolo”, anotó. 

Cuenta que uno de sus intereses es mantenerse informado con la actualidad y las nuevas tendencias, pues señala que uno de los efectos nocivos de la jubilación es que se pierde el contacto con el día a día de sus compañeros de trabajo. Afirma que en Maestros de Vida ha encontrado una fuente para surtir ambas necesidades: actualizarse en los temas que le gustan de una manera científica y académica, y seguir expandiendo su círculo de amigos. 

“Hemos descubierto nuevos amigos muy queridos, afinidades preciosas. Nos hemos inclusive reunido entre familias”, contó Rincón, que desde hace seis años trabaja desde su casa. La mujer se enteró del programa a través de redes sociales y manifestó que le llamó la atención, porque se percató que tendría acceso a unos escenarios de conocimiento “que si te quedas solo en casa o trabajando en los lugares que acostumbras, no lo tendrías”.

 


Susana Rincón en su oficina, en su hogar, en donde trabaja desde hace seis años. 

 

Los estudiantes del programa Maestros de Vida tienen un núcleo fundamental de asignaturas entre las que están Tu Legado Trasciende —en la que aprenden sobre escritura y gramática al tiempo que realizan un relato creativo autobiográfico—, Apreciación Musical y Cátedra de Actualidad Colombiana. Adicionalmente, cada uno de ellos tiene la oportunidad de elegir una clase en la que comparten con estudiantes de pregrado.

El grupo de nueve conformó un grupo estudiantil llamada los 'Baby Boomers'. El nombre surge de una interacción entre De Castro y sus compañeros de clase de la asignatura Cómo leer correos masivos. Relató que en un ejercicio de clase, en el que se realizó una encuesta sobre información de las personas en el curso, uno de sus compañeros resaltó que había “un caso atípico de un baby boomer”, recuerda entre risas el egresado de Administración de Empresas en 1975. 

Ambos concordaron que tanto los profesores como sus compañeros los han recibido con brazos abiertos y los han incorporado a las dinámicas de clase. “El aprendizaje con los estudiantes de pregrado es una dinámica bien linda porque tienen otras maneras de abordar la vida, de estudiar y aprender. Ellos se vuelven unos maestros para uno y uno para ellos, por la mayor experiencia que tenemos los mayores. Quizás para ellos recibir esa experiencia vital de personas distintas a su núcleo, de ser compañeros de clase, nos abre la puerta. Hay una riqueza en ambos sentidos, de doble vía”, explicó Rincón. 

Desde que empezaron las clases remotas en Uninorte, los Maestros de Vida se han encontrado de manera virtual a través de la plataforma Blackboard para continuar con su programa académico. Así también, el equipo del CEC ha estado trabajando para adaptar y apoyar esta transición a lo digital. 

Rincón manifestó que siempre ha sido una fanática de la tecnología y que, a raíz de su trabajo en casa, está familiarizada con los diferentes software de videoconferencia. No todos los ‘maestros’ son tan versados con la tecnología pero, la estudiante anotó que ha sido una oportunidad para seguir fortaleciéndose como comunidad a través de las solidaridad y ayuda para solucionar los problemas que se les presenten. De Castro agregó que para muchos los familiares también han sido fuente de apoyo para resolver los problemas técnicos, como en su caso lo es su hija. 

Confesaron que no habían vivido la experiencia de la educación remota antes y que tenían unos preconceptos que en la práctica se fueron derrumbando gracias a las estrategias pedagógicas implementadas por el equipo de docentes. Resaltaron la interactividad que hay en las clases, que permite la participación, hacer preguntas, resolver dudas y el diálogo entre ellos que reduce las distancia física que existe.

De Castro afirmó que ante el aislamiento, las clases han sido una manera grata de ocupar el tiempo en temas de interés. “Si Maestros de Vida era un recurso fantástico para mantenernos actualizados, para conectarnos con una comunidad linda de amigos, y mantenernos en relación con la universidad antes de este episodio del Coronavirus, imagínate ahora. A partir de esta pandemia, es el escenario que me mantiene con una conexión de otro nivel, que no podría tener si no estuviera en el programa”, concluyó Rincón. 

 

Por Leonardo Carvajalino

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