Atención, conectividad y aprendizaje: 3 semanas de clases no presenciales y enseñanzas

Los estudiantes y docentes de la Universidad del Norte cumplen tres semanas de haber retomado las clases del primer semestre académico, en modalidad remota y virtual, con el acompañamiento del Centro para la Excelencia Docente (CEDU) y la optimización de las plataformas digitales de la Dirección de Tecnología Informática y de Comunicaciones. Esta nueva dinámica pedagógica, ejecutada como medida de prevención ante la propagación del Coronavirus, genera retos, enseñanzas y oportunidades de mejora en cada cátedra no presencial.

“En una carrera como la mía es complicado adaptar algunas cosas de forma virtual, pero nos hemos amoldado bien. No es la situación más cómoda, pero sí siento que en algunas clases donde usamos recursos tecnológicos nos han ayudado a acelerar los procesos de aprendizaje. Incluso siento que soy más productiva, porque uso los huecos entre las clases para terminar las cosas más rápido”, evoca Silvia Higuera, estudiante de primer semestre del programa de Arquitectura y Urbanismo, sobre su experiencia con las clases.

De acuerdo con su profesora de Taller de Expresión I, Karolay Garavito, en esta crisis sanitaria tanto docentes como estudiantes están llamados a desarrollar sus mejores habilidades en pro de la innovación y la satisfacción en los procesos de aprendizaje, pues en la medida que “cedemos y perdemos el miedo a un software”, no solo podemos impartir las clases sino también extender la universidad al campo de la virtualidad.

Para el vicerrector académico Joachim Hahn, atender la educación superior en las actuales circunstancias de cuarentena es un reto académico multidimensional, que abarca todas las facetas de la compleja y fértil vida universitaria. Es por eso que, “aceptando que algunos aspectos de esta experiencia vital se deben postergar o reducir”, como los deportes, las vivencias folclóricas o el voluntariado, “en Uninorte nos hemos focalizado en asegurar tres grandes dimensiones, tanto en lo cuantitativo como en lo cualitativo”. Estas son docencia-aprendizaje, atención académica y psicológica, y conectividad y apoyo financiero.

Desde el 30 de marzo, después de dos semanas de intensa preparación, los más de 1.300 profesores, responsables de atender a más de 15 mil estudiantes (13 mil de pregrado), ofrecen en modalidad remota cerca de 1.200 asignaturas en aproximadamente 3.500 grupos.

“La totalidad de la oferta académica de la universidad se ofrece gracias a una robusta plataforma de hard y software, respaldada por una sólida capacidad de almacenamiento en la nube, lo que ha permitido que más de 5.500 usuarios concurrentes puedan ser atendidos simultáneamente sin mayores inconvenientes”, detalla del vicerrector.

Rafael Padrón Posteraro, profesor del programa de Medicina

“Hoy desarrollo las clases de laboratorio a través de la plataforma digital de anatomía Acland. Aunque los estudiantes no toquen las estructuras, estas se ven exactamente igual como en el laboratorio, además pueden ver videos de disecciones anatómicas de cualquier segmento corporal. No tuve problemas para adaptarme porque afortunadamente ya tenía un año trabajando en esta experiencia, pero algunas cosas han sido nuevas para mí, como grabar la clase o descargarla. Sobre el acompañamiento del CEDU, si la calificación máxima es 10, yo le pongo 12”.

María Alejandra Arias, profesora del departamento de Español

“Cuando comenzamos las clases en esta modalidad no me sentí tan fuera de base, porque antes había hablado con el CEDU para implementar algunas, solo por el afán de conocer, pero nunca pensé que mi curiosidad se iba a hacer realidad. Uno de mis mayores retos es con la asignatura de Expresión Oral, porque implica presencialidad, el ver cómo te mueves y hablas frente a un público. Es por eso que trabajo el tema de dicción, modulación y entonación con mis estudiantes”.

Julián Yepes, docente del departamento de Ingeniería Mecánica

“Empecé ensayos de modalidad remota antes del 12 de marzo para resolver dudas de los estudiantes y sensibilizarlos. Lo que pude comprobar es que algunos, a pesar de haber nacido después del año 2000, tienen dificultades con la tecnología. Yo trabajo con gamificación, implemento actividades para atraer más la atención de los estudiantes. Bajo esa metodología utilizo plataformas digitales con las que desarrollo clases y encuestas. Creo que todo el sistema educativo debe volcarse a revisar los aspectos de evaluaciones formativas, los intereses de los estudiantes y cómo se sienten con las nuevas tecnologías. El reto es que aprendan y puedan replicar lo visto en las clases mediadas por TIC”.

Apoyo académico y conectividad

Los servicios de atención para el acompañamiento académico que ofrecen los monitores y tutores del Centro de Recursos para el Éxito Estudiantil (CREE), al igual que los consejeros y la atención psicológica ofertadas por Bienestar Universitario, se han dispuesto en línea para garantizar la asesoría, atención, acompañamiento de los estudiantes, tanto para fortalecer sus procesos de aprendizaje como para apoyarlos en sus necesidades psicológicas, emocionales y culturales.

De igual forma, para contribuir a la resolución de los inconvenientes de conectividad que algunos estudiantes tienen, la Universidad del Norte dispuso el préstamo de 350 equipos portátiles, garantizado el acceso a internet, para aquellos con dificultades económicas, además de flexibilizar las condiciones de financiamiento, crédito y condonación de deudas.

“Se trata de un acto solidario y ha significado de mucha ayuda para mí. Una herramienta muy importante, he podido tomar mis clases, consultar, trabajar en equipo, realizar mis entregas, parciales. Estoy muy agradecido con la universidad por el préstamo”, señala Angelo Rotondano, estudiante de Negocios Internacionales.

Beneficiados con el préstamo como Cristian Fonseca, estudiante de Medicina, enfatizan que poder acceder a un computador no solo les permite realizar las actividades en modalidad remota, sino que además podrán desarrollar sus tutorías correctamente, ser un ejemplo de resiliencia de la institución.

 “Cuando la cuarentena empezó solo podía pensar en el hecho de no tener un computador. Pensaba: ‘¿cómo voy a hacer tareas?, ¿cómo daré clases?’. Estaba preocupa por las consecuencias de no tener acceso a las salas de usuario de la universidad, pero luego fui beneficiada con el préstamo del computador y mis preocupaciones se fueron. Como estudio Diseño Gráfico, por un momento creí que los computadores no serían lo suficientemente potentes para correr los programas que uso, pero no fue así. Ha sido muy útil tener acceso a un pc y software gratuitos. He podido hacer mis parciales, asistir a las clases remotas e incluso realizar mis sesiones de monitoria. Gracias Uninorte”, expresa Sharon De León, estudiante de sexto semestre de Diseño Gráfico.

Por José Luis Rodríguez R.