Aula Viva cuenta con nuevos espacios para conectarse y aprender de la naturaleza

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Estudiantes, profesores y funcionarios participan en la siembra de mangle rojo en los nuevos espacios del Aula Viva.

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26 abr 2018

El próximo 18 de mayo será reinaugurado el Aula Viva de Uninorte, un espacio que nació en 2014 como iniciativa del programa Ecocampus, buscando brindarle a la comunidad universitaria la oportunidad de aprender de la naturaleza a través de experiencias prácticas. Ahora tendrá instalaciones más amplias y apropiadas para el fortalecimiento del aprendizaje en temas medioambientales.

Ubicado en el Bloque M, se trata de un edificio adecuado para actividades de siembra y cultivo en el que actualmente se desarrolla un proyecto de sembrado de mangle rojo, recogido por estudiantes y profesores como parte de las actividades de la Semana de la Sostenibilidad. Este será trasplantado a la Ciénaga de Mallorquín y la Vía al Parque Isla Salamanca para ayudar a su reforestación.

Según la ingeniera Carrol Gómez, quien apoya la coordinación del programa Ecocampus, la idea es que en los talleres gratuitos del Aula Viva las personas aprendan que es posible un desarrollo sostenible desde las ciudades y adquieran habilidades prácticas que los lleven a disminuir su huella de carbono, como la elaboración de pequeñas huertas caseras y reforestación.

Gómez asegura que desde Ecocampus se ha tenido siempre la idea de que el campus universitario es también un espacio donde se puede aprender de medio ambiente, a través de la experiencia directa.

En los casi cuatro años que lleva funcionando el Aula Viva se han llevado a cabo no solo proyectos de siembra y cultivo, sino que también se han hecho alianzas con materias como Biología y Comunicación de la ciencia, donde los jóvenes aprenden más sobre el territorio en el que viven, los distintos ecosistemas y cómo cuidarlos gracias a la ayuda de este espacio.

Gómez señala que con la siembra de mangle rojo también buscan contribuir a la concientización del daño medioambiental que las personas están causando. Este mangle, que se espera sea trasplantado en noviembre de este año, será cuidado por los estudiantes que se encargarán del riego y monitoreo.

Para ella estas actividades son de las más importantes, pues el manglar y en general el bosque seco tropical es un ecosistema muy cercano a la Universidad del Norte y a Barranquilla, que presta servicios valiosos como ser el hábitat de peces, crustáceos y aves migratorias, además de reducir el riesgo de inundación y mitigar el impacto del daño ambiental, actuando como sumidero de carbono y produciendo aire limpio.

Ciliana Galván, una de los más de setenta  jóvenes que participaron en la siembra de mangles rojos, enfatizó en que estas actividades permiten a los estudiantes concientizarse del problema ambiental que está atravesando el mundo y hacer algo tangible para cambiarlo.

Por Edwin Caicedo Ucros

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