Aumento en extorsiones, el desafío para la gestión de la seguridad local y nacional

Como una radiografía de las circunstancias de riesgo situacional en Barranquilla, su área metropolitana y el departamento del Atlántico se constituyó la presentación “La situación de los indicadores de seguridad de Barranquilla 2020-2022”, elaborado por Fundesarrollo y el Observatorio de Seguridad Ciudadana de la Universidad del Norte.

Durante el evento, desarrollado el martes, 29 de agosto, en el Salón Gabriel García Márquez, Janiel David Melamed Visbal, director del observatorio y docente del departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales; Luis Daniel Trujillo, investigador económico de Fundesarrollo, y Manfred Grautoff, asesor y consultor de seguridad nacional, reflexionaron sobre el contexto local, regional y nacional en materia de seguridad ciudadana.

"Buscamos también ligar el escenario nacional con las implicaciones locales. Explicar la confluencia de riesgos que hacen de Barranquilla una urbe importante para dinámicas de violencia y criminalidad, como centro estratégico del Caribe colombiano”, enfatizó Melamed.

En una primera revisión, Trujillo presentó las cifras para Barranquilla, hasta agosto de 2022, en comparación con las demás ciudades principales. En este sentido, se observa que el hurto tuvo un deterioro del 40 % en este marco temporal; la tasa de homicidios, que venía decreciendo hasta 2020 debido a la dinámica propia de la pandemia, aumentó; mientras que la tasa de extorsión ha tenido una tendencia al alza en los últimos años, especialmente de 2021-2022, al pasar de 5 casos por cien mil habitantes a ubicarse en 12 casos por cien mil habitantes en 2022.

Frente al análisis general de los siete indicadores: tasa de homicidios, tasa de hurtos, número de hurto a residencias, hurto a motocicletas, número de hurto a vehículos, porcentaje de victimización y tasa de violencia interpersonal, solo dos, a corte de 2022, estaban cumpliendo con la meta esperada (hurto a residencias y tasa de violencia interpersonal) en Barranquilla.

De igual forma se hizo énfasis en el diálogo en el contexto de oferta carcelaria y oferta judicial, ya que, mientras a nivel nacional el porcentaje de hacinamiento está cercano al 22 %, en Barranquilla llega a ser del 61,5 %. En cuanto a oferta judicial, a nivel nacional, el número de jueces por cada cien mil habitantes es de 9,6, mientras que en el departamento del Atlántico es de 7,4.

El director del Observatorio de Seguridad Ciudadana, quien presidió el “Análisis de las circunstancias o la coyuntura de carácter nacional y cómo eso impacta a lo local”, resaltó cómo la seguridad se ha vuelto una prioridad ante las complejidades de este año, por la coyuntura de las próximas elecciones y el cierre que se avecina de la gestión territorial de los actuales mandatarios. 

En el marco de este análisis, se encuentra que la extorsión aumentó 34 % a nivel nacional este primer semestre en comparación al de 2022. El secuestro extorsivo presentó un aumento del 92 % de variación porcentual en el mismo marco de referencia temporal, y en materia de homicidios colectivos o masacres hubo un aumento cercano al 20 %, tanto en el número de masacres como de víctimas fatales.

"A lo largo de 2023 hemos tenido siete masacres en lo que va del año en el área metropolitana de Barranquilla. De las cuales dos han sido en Barranquilla, una en Puerto Colombia y cuatro en Soledad”, precisó Melamed. 

En relación con el balance general de los indicadores de 2023, la extorsión sigue siendo un problema, pero Barranquilla ha logrado una disminución de muchos de los indicadores, como, por ejemplo, en homicidios durante este primer semestre del 2023. 

En ese marco, Grautoff realizó un recorrido sobre aquellas amenazas a la seguridad nacional que representan los grupos armados y la criminalidad, y planteó una crítica rigurosa por la disminución en los gastos en defensa que ha tenido el país en los últimos años, "porque las amenazas aún no han caído", afirmó.