Bienal de Arquitectura de Venecia expone el proyecto de la Fábrica de Cultura

La iniciativa, en la que participa la Universidad del Norte y la Universidad Politécnica de Zurich, entre otras organizaciones locales e internacionales, participa de la cita de arquitectura más importante del mundo, que destaca esta vez procesos urbanísticos centrados en las condiciones de vida y el cambio climático.

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La Fábrica de Cultura está ubicada en Barrio Abajo, Barranquilla, lugar que es protagonista de un proceso de transformación urbana.

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27 jul 2021

El proyecto arquitectónico de la Fábrica de Cultura y su estudio estratégico de Barrio Abajo dentro del Programa de Transformación Urbana (2014-2022), han sido invitados a participar en la edición 2021 de la Bienal de Arquitectura de Venecia, centrada en reflexionar sobre los problemas actuales del cambio climático, la migración, la sostenibilidad ambiental, las condiciones de vida, los accesos a recursos y la vivienda del futuro.

Participar en la cita de arquitectura más importante del mundo es una oportunidad para contar el proceso de la alianza entre Colombia y Suiza, de la que hace parte la Universidad del Norte, en asociación con instituciones internacionales como la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos del Gobierno de Suiza (SECO), la Embajada de Suiza y el Banco Interamericano de Desarrollo; públicas, como la Alcaldía de Barranquilla, y académicas, con la Cátedra de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Politécnica de Zurich.

El proyecto está expuesto en un escenario dedicado a iniciativas alrededor del urbanismo del agua, las ciudades verdes y resilientes, el desarrollo de nuevos sistemas y métodos de construcción para desarrollar ciudades más inclusivas y sostenibles.

“El tema de la Bienal este año es también una idea de cómo viviremos juntos, qué hemos aprendido de todo esto que nos está pasando ahora mismo y cómo la arquitectura de la ciudad  y la academia tienen mucho que decir”, aseguró Diego Ceresuela-Wiesmann, arquitecto y diseñador urbano de la ETH Zurich, quien destaca que el proyecto se expone junto a iniciativas desarrolladas por el MIT y la TU Delft, bajo la temática de Ciudades en el Sur Global.

La construcción de la Fábrica de Cultura tiene el propósito de generar un espacio para la exploración de la creatividad de los barranquilleros, un epicentro de la economía naranja en Barrio Abajo y, sobre todo, apoyar el posicionamiento de Barranquilla como referente de ciudad cultural no sólo en la región Caribe, sino en toda Latinoamérica. Bajo este objetivo se ha desarrollado el trabajo de la Universidad del Norte y la ETH de Zurich, instituciones que han trabajado de manera activa en las diferentes etapas del proyecto arquitectónico junto a la Secretaría de Cultura y Patrimonio de Barranquilla.

En la Bienal el proyecto está expuesto junto a iniciativas impulsadas por el MIT y la TU Delft.

Docentes de la Escuela de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de Uninorte hicieron parte del equipo que desarrolló los estudios técnicos en la fase inicial y, posteriormente, profesores de la División de Ingenierías estuvieron a cargo de los estudios hidráulicos, estructurales, entre otros. Para el profesor de la Universidad del Norte, Sergio Chirivella, fue fundamental el seguimiento y la supervisión de la ejecución del proyecto debido al carácter y la funcionalidad del edificio. En este aspecto, se ha tenido especial atención a unos elementos claves en el proyecto como la escalera principal, con carácter escultórico; la bóveda, que además de cubrir el auditorio, dota de fluidez y continuidad a un primer piso que permite deambular al usuario descubriendo lugares que se mueven entre el interior y el exterior. Por su parte, la fachada mitiga la incidencia solar directa sobre el edificio y regula la entrada de las vistas permitiendo ventilaciones cruzadas en los espacios de aprendizaje; y el diseño del mosaico de las fachadas interiores que baja hasta el suelo y se distribuye por la plaza, convirtiéndose en un espacio público para la ciudadanía y junto al edificio de Coltabaco conforman un conjunto arquitectónico.

Este proyecto está ubicado en Barrio Abajo, que si bien es cierto no cuenta con una arquitectura con grandes valores arquitectónicos a excepción de la Aduana y la Estación Montoya que son bien de interés cultural del ámbito Nacional, es esta misma arquitectura popular y su relación con el espacio público la que crea la escena urbana con unas características que dotan al conjunto de un patrimonio cultural con una gran riqueza inmaterial. En este escenario son protagonistas manifestaciones tales como oficios tradicionales, cocina, bailes, danzas y, por supuesto, todo lo que conlleva el que sea el lugar donde nace el Carnaval de Barranquilla.

“En este orden de ideas, el conjunto de la Fábrica de Cultura junto con Coltabaco generan una serie de infraestructuras donde consolidar y dar continuidad a la enseñanza de una serie de artes y oficios que sin duda va detonar dinámicas que fortalecerán el carácter tan particular y único que tiene el barrio”, afirmó el arquitecto Chirivella.

Desde la sostenibilidad ambiental, el proyecto arquitectónico está planteado para maximizar la arquitectura pasiva con sombras y velos, permeable a la ventilación natural, y la eficiencia energética a través de una cubierta fotovoltaica. Desde los diseños se ha integrado la tradición y la innovación en todas las escalas, desde las baldosas pompeyanas artesanales, hasta la escalera en espiral, desarrollada con los más avanzados softwares que permitan ampliar los horizontes de la industria de la construcción.

Auditorio en fase de montaje dentro de la edificación de la Fábrica de Cultura.

“Una pieza arquitectónica como es la Fábrica de Cultura conlleva también la rehabilitación de otros escenarios en Barrio Abajo, que tiene la problemática de contar con muy poco espacio público. Estos procesos de transformación nos parecen muy importantes porque permiten plantear un espacio urbano que reduzca la desigualdad y que mejore el acceso e infraestructura, brindando un espacio público de calidad para todos los ciudadanos”, señaló Ceresuela.

También es importante señalar el apoyo que Uninorte y ETH han dado al desarrollo de la restauración de Coltabaco. En primer lugar, se realizaron unas recomendaciones para la modificación de unos diseños previos en aras a conservar los valores patrimoniales de tan importante edificio para la ciudad, desde la premisa de mínima inversión proponiendo nuevas soluciones tanto constructivas como de diseño que aseguraban el nuevo uso y con eso la conservación del edificio junto a la Fábrica de Cultura. Así mismo, al igual que en la Fábrica de Cultura, se está realizando un apoyo durante la ejecución de la obra desde la perspectiva del componente arquitectónico.

“Desde el primer día que el equipo de diseño de ETH y Uninorte se sentaron e imaginaron un conjunto arquitectónico entre la nueva edificación que sería la Fábrica de Cultura y la existente que es Coltabaco. Esta última colaboración sin duda no se habría dado sin el apoyo tanto de la Secretaría de Cultura del Distrito como de la Gobernación del Atlántico”, señala Chirivella.

En 2016 el proyecto de la Fábrica de Cultura fue premiado por el Museo Ateneo de Chicago y el Centro Europeo de Arquitectura, Arte, Diseño y Estudios Urbanos; ahora es invitado a los eventos de la Bienal de Venecia, pero para los arquitectos el mayor logro será ver a los artistas y a todos los barranquilleros compartiendo esta maravillosa identidad cultural con el mundo.

Por Katheryn Meléndez Solano.

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