Cátedra Barranquilla y del Caribe formó a 119 líderes con sello Uninorte

En su vigésima primera versión la Cátedra Barranquilla y del Caribe confirmó su compromiso con la formación integral de los futuros profesionales. A lo largo de un año brindó a 119 estudiantes de distintos programas charlas y talleres -a cargo de representantes del Gobierno, empresarios y académicos- en torno a la búsqueda de soluciones para el entorno local y nacional. 

El pasado 28 de noviembre se llevó a cabo el acto de clausura y entrega de certificados a los participantes, presidido por el rector Jesús Ferro Bayona y por Luz Adriana Salcedo Vargas, directora de Bienestar Universitario, desde donde se organiza la cátedra. Durante la ceremonia el rector ofreció unas palabras de congratulación.

“Esta oportunidad realmente hay que aplaudirla y conservarla en nuestras mentes. Sé que han trabajado en convivencia y ese es un esfuerzo que nos va a ayudar a tener una universidad donde se pueda vivir y convivir”, sostuvo el rector, quien también se refirió a cómo a través de esta cátedra, la universidad cumple con su propósito de brindar una formación integral al estudiante. “La formación de una universidad no debe reducirse a una instrucción, a clases limitadas a una carrera. Debe aportar estructuras para construir la mente y también los sentimientos, los afectos”, añadió.

Además de liderazgo, convivencia ciudadana y transformación social, uno de los ejes temáticos de la Cátedra Barranquilla y del Caribe es la preservación del medio ambiente. Sobre este tema el rector hizo un llamado a los asistentes para reflexionar sobre la explotación excesiva de los recursos naturales y lo que, desde la universidad, se puede hacer para mitigar el fenómeno.

“Los jardines, los árboles, todo eso hace parte de nuestra formación. Una formación de respeto por toda esa fauna y flora que hay en esta universidad. Ese es el mundo que se le dio al ser humano y ahora somos distantes a él porque estamos detrás de cosas que son artificiales. ¿Qué podemos hacer ante esta avalancha de extracción de los recursos? Un grano de arena de universitarios de esta universidad, que se suma al de otras universidades que estamos en el mismo propósito: formar la mente humana, el corazón humano”, manifestó.

Para José Gregorio Parejo, estudiante de Economía y Ciencia Política, quien hizo parte de la cátedra, esta fue una oportunidad para desarrollar sus capacidades de liderazgo y convertirse en un mejor ciudadano. “ Descubrí cuál es mi rol en la sociedad. Fue un proceso que me marcó mucho en lo personal, pero sobre todo me marcó como ciudadano (…) Nos corresponde a todos escribir una nueva historia para la ciudad y el país, donde los protagonistas seamos los dueños de las futuras generaciones”, dijo.

Además de la asistencia a los talleres y las conferencias, los participantes de la cátedra debían trabajar en proyectos enfocados a mejorar la cultura ciudadana. Parejo, junto con otros compañeros, eligió rescatar la cultura universitaria en los dos `Bambú’, o comedores de los estudiantes, debido al mal uso que se da a las instalaciones y a los implementos que allí tienen.

“Quisimos ser lo más innovadores posibles, nuestra estrategia usó carteles pasacalles, mimos y mucha ayuda del Grupo de Teatro de Uninorte. Una vez sustentado el proyecto, el personal que labora en esa área nos informó de las mejoras que se habían presentado”, narró el joven.

De acuerdo con la directora de Bienestar Universitario, lo que se quiere con la cátedra es que ayude a los estudiantes a potencializar sus talentos, fortalecer los valores y, sobre todo, a adquirir conciencia sobre la realidad en la que viven, y cómo ellos pueden liderar los cambios que se necesitan para ser mejores como sociedad.

“Estos espacios son muy importantes para la formación integral de nuestros estudiantes, hacen parte de las estrategias de liderazgo que tiene Bienestar Universitario, que apoyan a los estudiantes en el desarrollo de competencias necesarias para ser un buen profesional, un buen ciudadano y un buen ser humano”, puntualizó Salcedo.

Por Oriana Lewis