Claves para diagnosticar y prevenir la diabetes tipo 2

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La conferencia fue impartida por Rafael Gabriel, medico investigador del Instituto Nacional de Salud Carlos III de España.

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16 nov 2016

Para Rafael Gabriel, médico investigador del Instituto Nacional de Salud Carlos III de España, la diabetes tipo 2 es en la actualidad “la epidemia del asesino silencioso”. Esto se debe a que la mitad de las personas que la padecen, o que tienen alto riesgo de padecerla, no lo saben, y empiezan a desarrollar sus síntomas mucho antes de que los profesionales de la salud puedan diagnosticarla.

La diabetes tipo 2 es un trastorno del metabolismo en el que el cuerpo no genera suficiente insulina, la cual es necesaria para regular la glucosa en la sangre. Si la glucosa se acumula y no ingresa correctamente a las células, se pueden producir complicaciones en los riñones, nervios, ojos y pies; así mismo aumenta el riesgo de enfermedades cardiacas, óseas y de las articulaciones.

El 9 de noviembre, Gabriel estuvo en la Universidad del Norte para hablar sobre la detección y prevención temprana de la diabetes tipo 2. En una conferencia dirigida a estudiantes explicó que personas con vidas sedentarias y cuyas dietas constan de poca fibra, muchas grasas saturadas y azúcares, tienen más riesgo de padecer la enfermedad.

“Aproximadamente solo el 6% del riesgo de diabetes se explica por factores genéticos, pero 80% u 85% es por malos hábitos, una mala dieta, obesidad o cambios en la vida saludable”, planteó el investigador español.

También se refirió a aquellos pacientes denominados prediabéticos, que tienen niveles de glucemia en sangre más elevados que los límites normales, pero menores a los de una persona diabética, y que sin tratamiento tendrían un alto riesgo de desarrollar la enfermedad a futuro. “Concretamente son los que tienen una glucemia entre 110 miligramos y 125; ese tramo de personas son aproximadamente el 20% de la población”, afirmó Gabriel.

Debido a que es creciente el número de personas que pueden padecer la enfermedad, Gabriel habló de las escalas de riesgo que se han creado para diagnosticarla en adultos que desconocen tenerla. Estas escalas son cuestionarios sencillos, que incluyen preguntas relacionadas a la enfermedad y recogen datos como la estatura, el peso, la medida de la cintura y antecedentes familiares.

Estilo de vida saludable: clave en la prevención

El experto explicó lo que desde la medicina se puede hacer para prevenir, o incluso retrasar algunos años, la aparición de diabetes tipo 2 en pacientes de alto riesgo. Resaltó que, aunque desde 1920 los expertos aseguraban que esta se podía combatir con una dieta rica en frutas y verduras y actividad física diaria, no fue sino hasta principios del 2000 que se realizaron ensayos clínicos para comprobarlo.

“Se demostró en investigaciones alrededor del mundo que se disminuía el riesgo de diabetes en un 58%, es decir, se consiguió retrasar la aparición de la diabetes a través de cambios de estilo de vida en 1 de cada 2 pacientes que se trataban”, manifestó Gabriel.

Destacó que en dichas investigaciones se trataba a los pacientes con un programa intensivo de cambios de estilo de vida, que incluía bajar sus índices de masa corporal reduciendo el consumo de grasas e incrementando el consumo de frutas, verduras y fibra. Así mismo se les recomendaba a los pacientes realizar 20 minutos de caminata rápida al día, o cuatro horas de ejercicio a la semana.

Prevención en la Costa

Debido a su experiencia en otros países, Rafael Gabriel se desempeñará como asesor internacional en un nuevo proyecto de salud gestado por la Universidad del Norte. Este lleva por nombre Predicol, y su objetivo es diagnosticar y desarrollar estrategias para prevenir la diabetes tipo 2 en la población adulta de Barranquilla y Bogotá.

Este proyecto, que cuenta con la financiación de Colciencias, se aplicará a partir del próximo año en distintos barrios de Barranquilla y Bogotá, para que sus resultados sean pertinentes para la Costa y el interior del país. Tras realizar los diagnósticos, en ambas ciudades se implementarán programas de intervención a los pacientes que tengan alto riesgo de desarrollar la enfermedad, para que adopten estilos de vida más saludables, y al cabo de un año se analizará si han tenido cambios positivos en su salud.

“Si podemos demostrar que hay una disminución en la incidencia de diabetes, se harán unas recomendaciones a las autoridades como el Ministerio de Salud y las Secretarías Distritales”, explicó Jorge Luis Acosta, director del Departamento de Salud Pública de la Universidad, refiriéndose a las aplicaciones finales que tendrán los resultados de este proyecto.

Por María Margarita Mendoza

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