Colombia reflexiona sobre su patrimonio arqueológico

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Museo Arqueológico de Pueblos Karib - Mapuka.

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09 may 2017

El creciente desarrollo de obras de infraestructura que ha expuesto el hallazgo de reliquias, el fortalecimiento de una legislación que proteja el patrimonio arqueológico de la nación y la divulgación de resultados científicos a la sociedad, son solo algunos de los desafíos que enfrenta la arqueología en Colombia. Sobre estos temas discutirán profesionales del área con el objetivo de brindar soluciones constructivas que involucren todos los frentes; y la Universidad del Norte será la mesa de diálogo.

Después de siete años, investigadores, docentes y estudiantes de la disciplina se volverán a reunir en un mismo lugar para presentar avances de investigación, contrastar experiencias y unificar criterios en torno al desarrollo de la arqueología actual y las diversas posturas relacionadas con la gestión y difusión del patrimonio cultural y arqueológico. Esto en el marco del Congreso Colombiano de Arqueología, que se realizará del 10 al 12 de mayo.

Arqueología preventiva, bioantropología y arqueología forense, geoarqueología y arqueometría, patrimonio cultural sumergido, arqueología ambiental, arqueología histórica y urbana y arqueología pública y museos son las áreas temáticas en las que se dividirá el evento, organizado por el Museo Mapuka, de Uninorte, y la Asociación Colombiana de Arqueólogos Profesionales.

“Desde hace tiempo era importante abrir un espacio periódico en el que quienes investigamos y defendemos este patrimonio pudiéramos discutir sobre el impacto de nuestro trabajo sobre las comunidades, sobre los procesos de gestión cultural y sobre asuntos que nos preocupan de la disciplina”, afirma Javier Rivera, profesor del departamento de Historia y Ciencias Sociales de Uninorte y uno de los organizadores del congreso.

La arqueología colombiana enfrenta diversos retos relacionados con el creciente desarrollo de la infraestructura, como la construcción de carreteras, pozos petroleros o vivienda; que no siempre cuentan con excavaciones de arqueología preventiva para preservar posibles hallazgos que desencadenen en generación de nuevos conocimientos.

A esta problemática —asegura Rivera— se le suman otras, como los procedimientos para la obtención de permisos, los criterios para la evaluación de los proyectos e informes finales y el desconocimiento de instituciones y organismos involucrados directa e indirectamente en la arqueología; por ejemplo, quienes aprueban las obras y quienes emiten las licencias ambientales.
 
La divulgación y la legislación son otros de los desafíos que afronta la materia, según exponen los expertos. Además de las publicaciones científicas, los investigadores se ven en la necesidad de generar un lenguaje más sencillo para que sus resultados lleguen a toda la sociedad. Esa es una forma de sensibilizar a la población sobre su propio patrimonio, para que aprendan a protegerlo y conservarlo.

“Hay que quitar esa imagen que se tiene sobre la arqueología, que es tesoros o guacas solamente. En realidad, es una conexión con el pasado, donde intentamos ver el origen de las tradiciones heredadas de ese pasado que aun conservamos y cómo podemos utilizar esas informaciones para el presente”, explica Rivera.

Por su parte, la Ley 1675 de 2013 sobre patrimonio cultural sumergido mantiene su controversia desde su aprobación. “La reglamentación excluye elementos que para un investigador es importante en términos de la reconstrucción del contexto. Para nosotros lo esencial de los elementos recuperados son las relaciones y las diferentes interpretaciones que se pueden hacer con la gente que los usó”, indica Rivera. 

Todas estas problemáticas serán objeto de socialización y debate en el Congreso, entre quienes se dedican al quehacer arqueológico, a la gestión y a la difusión del patrimonio cultural. Conferencias internacionales, ponencias magistrales, conversatorios, talleres y exhibición de posters hacen parte de las actividades a cargo de más de 120 expositores de países como Colombia, México, Ecuador, Chile, Perú, Brasil, Venezuela y Estados Unidos. 

Entre los invitados, participará en la conferencia inaugural José Oliver, del Instituto de Arqueología de la University College of London, especialista en arqueología del Caribe y del norte de América del Sur. Y la clausura estará a cargo de Augusto Oyuela, de la Universidad de Florida, quien trabaja en la arqueología y antropología latinoamericana, destacando su labor en el hallazgo de la cerámica más antigua de Colombia encontrada en San Jacinto, Bolívar.

Investigaciones en Barrio Abajo y Puerto Colombia 

La investigación arqueológica se ha ido consolidando como una actividad científica importante y de relevancia estratégica para algunos centros académicos en diferentes regiones del país. Por lo que articular estos datos y fortalecer las redes de trabajo interdisciplinar también es otro de los objetivos del congreso. En este ámbito la Universidad del Norte presentará los resultados de dos investigaciones realizadas en Barrio Abajo y en el municipio de Puerto Colombia.

Durante las obras de remodelación del Par Vial de la carrera 50 en Barrio Abajo, investigadores del departamento de Historia y Ciencias Sociales de Uninorte realizaron un proyecto de arqueología preventiva que permitiera mitigar el impacto de las obras sobre el patrimonio arqueológico y registrar al máximo la información que hay en esta zona. Teniendo en cuenta que en 1889 el ingeniero Antonio Luis Armenta se topó en el lugar con una serie de vasijas con huesos humanos. 

Varios objetos fueron recolectados en las excavaciones, cuyos análisis ayudarán a comprender la actividad humana, las características de los habitantes y el período en el que vivieron los indígenas prehispánicos dentro de los límites actuales del distrito. Y los resultados obtenidos hasta el momento serán presentados en el Congreso por el profesor Javier Rivera.

Mientras que Juan Guillermo Martín hablará de la investigación de arqueología subacuática que realizó sobre los restos del vapor alemán Prinz August Wilhelm, que naufragó en la bahía de Puerto Colombia durante la Primera Guerra Mundial, en un hundimiento intencional ocurrido en 1918 para evitar caer en manos de los norteamericanos. Un esfuerzo por construir la historia del enigmático navío convertido en patrimonio sumergido, que el próximo año cumplirá 100 años.

“Esta iniciativa es una forma de alentar la investigación, la docencia y la formación en arqueología. Es una necesidad que en Colombia se abra espacio para reunirse en torno a la arqueología, para difundir lo que se está haciendo en el país, para compartir metodologías y para conocernos entre colegas”, expresa Martín. El profesor agrega que durante el evento se presentará a los asistentes el nuevo programa de Especialización en Arqueología que lanzó Uninorte recientemente.

Por Adriana Chica García

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