¿Cómo mitigar la exposición a la contaminación del aire en los colegios?

El Centro Global para la Investigación del Aire Limpio (GCARE) y el Guildford Living Lab de la Universidad de Surrey (Inglaterra), crearon una cartilla divulgativa con recomendaciones para reducir los riesgos a los que se exponen los menores cuando llegan a sus colegios. La profesora Daya Agudelo, de Ingeniería Civil, hace parte del equipo que traduce la información para darlo a conocer en Colombia.

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08 sep 2020

La exposición de los niños a la contaminación del aire se asocia con una falta de atención, un mayor riesgo de afecciones a largo plazo como asma, así como retraso del desarrollo pulmonar, bronquitis y otras enfermedades respiratorias. De acuerdo con estudios, se trata de la población más vulnerable al aire contaminado debido a su desarrollo pulmonar incompleto, alta actividad física y altas tasas de respiración.

Una estrategia de mitigación de la exposición requiere acciones multifacéticas, dirigidas a los niños y jóvenes, los colegios y la comunidad local. Dayana Agudelo Castañeda, docente del Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental, participa en un proyecto de divulgación científica, junto a otras universidades nacionales e internacionales, que presenta una cartilla informativa sobre cómo mitigar la exposición a la contaminación del aire en los colegios, creada por el Centro Global para la Investigación del Aire Limpio (GCARE) y el Guildford Living Lab de la Universidad de Surrey (Inglaterra).

“Nuestros niños son los más vulnerables en términos de calidad del aire, además de las personas de edad. Los estudios han evidenciado que cuando los acudientes llegan en carros a los colegios hay picos de contaminación, los cuales quedan en el aire y entran en las aulas. Dentro de todos estos contaminantes, hay muchos cancerígenos. Además, niños entre 5 y 10 años, al ser los de menor estatura, respiran mayor contaminación porque la mayoría de vehículos emiten sus residuos a baja altura”, argumentó la docente Agudelo.

Nueve de cada diez personas en todo el mundo respiran aire contaminado y, en 2016, 6,5 millones de personas fallecieron de forma prematura por esta causa, según datos de la OMS y la Agencia de Energía Internacional. Por esta razón, y con el objetivo de tener un planeta más limpio de cara al año 2030, la Asamblea General de la ONU declaró el 7 de septiembre como el ‘Día Internacional del Aire Limpio por un cielo azul’, conmemoración celebrada por primera vez con el objetivo de concienciar sobre la necesidad de hacer mayores esfuerzos para mejorar la calidad del aire.

En ese sentido, el propósito de la cartilla es traducir la ciencia en acciones simples que permitan a los colegios, los niños y las comunidades tomar decisiones informadas y ayudar a reducir la exposición de los mismos a la contaminación del aire. Resume las mejores prácticas con respecto a la mitigación de la exposición, centrándose en el tema de los puntos de entrega/recogida de los menores y la congestión del tráfico.

Por ejemplo, en el Reino Unido, más de 2000 colegios y guarderías se encuentran cerca de vías con altos niveles de contaminación del aire, incluidos los contaminantes tóxicos como las partículas de menos de 2,5 micrómetros de diámetro (MP2,5). Inglaterra tiene una mayor prevalencia de asma infantil que cualquier otro país europeo, y el uso del automóvil para los viajes escolares se ha duplicado en las últimas dos décadas: hasta 1 de cada 4 automóviles en vía en las horas pico de la mañana llevan niños al colegio.

“Para mí, la principal recomendación es la de crear una zona de aire limpio alrededor de los colegios, porque deberíamos incentivar puntos de entrega y recogida lejos de estos, y no que sea en toda la puerta de colegio. Sería una forma efectiva de mitigar la exposición de ellos. En términos de planeación, hay que planear su construcción en lugares de poco tráfico”, manifestó Agudelo.

Las recomendaciones de este documento guía se basan en evidencia científica contemporánea y estudios del Laboratorio Guildford Living Lab de la Universidad de Surrey, Inglaterra. La mayoría se refieren a la mitigación de partículas finas, una clase de contaminantes del aire con el impacto más grave en la salud humana, pero pueden aplicarse a otros contaminantes nocivos como los óxidos de nitrógeno. Su traducción en Latinoamérica se hace en Brasil (Universidad de Sao Paulo) y en Colombia (Universidad Nacional y Uninorte). Para su difusión en los colegios del país la Asociación Colombiana de Salud Pública brindó su apoyo.

“Durante la pandemia aprendimos que podemos mejorar la calidad del aire, que podemos prescindir de muchas cosas para respirar un aire puro, y que lentamente en las nuevas reaperturas no podemos olvidar lo que aprendimos, no volvamos a los errores de pasado. Sigamos por ese camino”, concluyó la profesora.

Para conocer todas las recomendaciones del documento, hacer clic aquí.

Por José Luis Rodríguez R.

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