Compostaje para mitigar el deterioro de los suelos

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Rafael López Núñez, químico del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de la Universidad de Sevilla, España.

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30 abr 2018

Así como los árboles, los suelos también tienen la capacidad de absorber el dióxido de carbono, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera y cumpliendo un importante papel en la mitigación del cambio climático. Para dar a conocer más de su importancia y correcta gestión, el 25 de abril se realizó la conferencia “Compostaje y materia orgánica del suelo”.

Este evento constituyó la tercera conferencia que el Programa Ecocampus organiza este año, y contó con la participación de Rafael López Núñez, químico del Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de la Universidad de Sevilla, España. Destacó que aunque la agricultura orgánica y otras prácticas sostenibles pueden hacer que los suelos almacenen más carbono, el efecto contrario se crea cuando estos son sometidos a transformaciones para darles nuevos usos.

“Si se cambia un suelo forestal para darle un uso agrícola o urbano hay una perdida asociada de dióxido de carbono, porque este se libera y se va a la atmosfera. También hay  una liberación adicional por los fenómenos climáticos extremos que propician las erosiones, y que hacen que se rompa la estructura de la materia orgánica que lo compone”, explicó López.

El científico se refirió a la importancia que tiene la materia orgánica, que está formada por los restos de seres vivos, microorganismos, restos vegetales, que brindan sustento a la planta para su crecimiento. Agregó que estos residuos orgánicos no solo están asociados a la calidad del suelo, ya que permiten que se mantengan sus características biológicas, físicas y químicas, sino que los expertos estiman que este aspecto contribuye a una mayor absorción del carbono.

Indicó que en España y otros países europeos se están empleando distintas técnicas de compostaje para recuperar los suelos deteriorados por la erosión y los usos poco sostenibles. Crear composta consiste en someter diversos residuos de materia orgánica a un proceso de fermentación controlado, para obtener abonos que puedan mezclarse con el suelo y hacerlo más sano. Un proceso que también ha resultado beneficioso para el tratamiento de residuos urbanos.

“Esta es una técnica barata y fácil de hacer que además tiene un gran beneficio agrícola, porque la composta va al suelo como fertilizante y al final también permite reciclar residuos, que es  lo que la naturaleza hace, por ejemplo cuando una hoja de árbol cae en el suelo del bosque y se degrada. El compostaje no es más que eso, pero hecho de una manera dirigida por el ser humano, que es coger el residuo y transformarlo en algo que la planta va a volver a utilizar como abono”, apuntó López.

Maritza Duque, coordinadora del programa Ecocampus, añadió que este espacio académico permitió presentar a la comunidad procesos de compostaje que puedan aplicarse en actividades de agricultura urbana en el campus.

“El compostaje es fundamental porque el éxito de un cultivo depende del sustrato en el cual crece, y este debe tener un alto porcentaje de materia orgánica. Hay productos específicos en el campus que pueden usarse para ellos, como residuos de cocina, restos de podas, entre otros, porque hay tantas formas  de hacer compostaje como personas que quieren hacer agricultura en el mundo”, enfatizó.

Por María Margarita Mendoza.

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