Con asesorías, docentes y estudiantes impulsan Mini Jardín Botánico del barrio La Paz

El proyecto liderado por el padre Cyrillus Swinne busca generar un espacio de reencuentro con la naturaleza y la comunidad. Cuenta con el acompañamiento del departamento de Química y Biología y de la Escuela de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, con el fin de organizar el inventario de especies vegetales, fortalecer la propuesta de educación ambiental y definir la identidad de su marca.

Jardin-botánico-Barrio-La-Paz2021.jpg
El predio se ubica en la Carrera 12B entre Calles 100 y 104, del barrio.

Por:

24 jun 2021

Diversas han sido las obras sociales en beneficio de la población de la localidad Suroccidente de Barranquilla, dirigidas por el sacerdote de origen holandés, Cyrillus Swinne, mejor conocido como el Padre Cirilo, y su equipo de colaboradores. Gracias a la gestión de sus obras, el barrio La Paz se ha convertido en un referente de gestión social y comunitaria para el mejoramiento de las condiciones de vida de las poblaciones vulnerables de la ciudad.

Uno de sus nuevos proyectos es el Mini Jardín Botánico, un predio ubicado en la Carrera 12B entre Calles 100 y 104, del barrio La Paz, donde está creando un espacio de recreación pasiva y de contemplación de la naturaleza, con una gran diversidad de especies de bosque seco tropical, ecosistema bandera de la región Caribe colombiana. La iniciativa cuenta con el acompañamiento de docentes y estudiantes del departamento de Química y Biología y de la Escuela de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de la Universidad del Norte, con el fin de organizar la temática de los diferentes tipos de flora, fortalecer la propuesta de educación ambiental y definir la identidad visual del mini jardín, de aproximadamente 800 metros cuadrados.

“Nosotros hacemos parte del acompañamiento académico que la Universidad le ha ofrecido al padre Cirilo en su proyecto. El Mini Jardín Botánico es un proyecto satélite de su proyecto de Eco Parque. Es un proyecto piloto porque estamos haciendo a escala pequeña todo lo que Cirilo sueña hacer en el Eco Parque: un lugar de tranquilidad para encontrarse con la naturaleza y con su misma comunidad”, explica la profesora María Cristina Martínez Habibe, directora del departamento de Química y Biología de Uninorte.

Numerosas clases de orquídeas, cactus, helechos, flores de loto, y una larga lista de especies vegetales posee el mini jardín.

Ella y un grupo de estudiantes de la asignatura de Flora Local ayudan a elaborar el inventario biológico de las especies vegetales. Solo en árboles hay, por lo menos, 63 especies entre nativos y frutales. Apoyan la elaboración y mejoramiento de infraestructuras para jardines pequeños de cactus y suculentas, de plantas medicinales, de un mariposario, un orquideario, (espacio especializado en cultivo, preservación y exposición de plantas orquídeas), entre otros. Es decir, ayudan a generar una mini reconstrucción de un bosque seco.

“El padre también dedicó un espacio para hacer una huerta demostrativa, porque él busca que su comunidad también logre cultivar parte de sus alimentos, sea productiva. Ayudaremos con un plan de educación ambiental que orientará a los visitantes, aunque la misma comunidad tienen personas que hacen trabajos con niños. Entonces la idea es acompañarlos con el plan de diseño y el plan educativo para darle un poco más de profundidad al proyecto”, agrega Martínez Habibe.

En busca de su identidad visual

Con el objetivo de brindar un acompañamiento interdisciplinar al proyecto, la profesora le propuso a Mark Michael Betts, docente e investigador de la Escuela de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, que, junto a sus estudiantes de Diseño Gráfico, abordara la identidad visual del lugar. De esta manera, 18 estudiantes de la Asignatura de Taller V (Identidad Visual) elaboraron propuestas pensadas como Productos de Investigación+Creación, cuya funcionalidad se enfoca en representar a través de signos visuales, la esencia del Mini Jardín Botánico, condensando en sus formas su promesa de valor y el espíritu de su universo de marca.

“Fue un trabajo para una solución real. Los estudiantes hicieron su fase de investigación, conceptualización y prototipado, y crearon los signos visuales, los logotipos vinculados a la marca. Presentaron infografías con todas las exploraciones del proyecto y se hizo una curaduría a los trabajos, que participan en un concurso para escoger a los mejores”, explica el profesor Betts.

Para Shannon, una de las estudiantes de quinto semestre de Diseño Gráfico que participó del proceso creativo, la experiencia con el proyecto del Mini Jardín Botánico le permitió concientizarse más sobre el déficit de zonas verdes de la ciudad y que iniciativas como esta deberían multiplicarse en muchos más barrios.

El grupo de estudiantes del profesor Mark Betts tuvo la oportunidad de reunirse con el padre Cirilo y la profesora Habibe, para conocer a la comunidad y sus proyectos futuros. Conocieron los valores del proyecto para luego definir lo que se quiere expresar con él.

“Cada estudiante realizó bocetos del identificador, desarrollamos el manual de identidad corporativa, generamos las variaciones cromáticas y grafismos, para que la marca no solo sea el identificador sino que tenga un universo más amplio de patrones”, indica Shannon.


El padre también dedicó un espacio para hacer una huerta demostrativa.

Este viernes, 25 de junio, a las 4:00 p.m., la Comunidad de Religiosos Camilos de Barranquilla, en sinergia con el departamento de Química y Biología y la Escuela de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, llevará a cabo la premiación virtual del concurso: "Mini Jardín Botánico del Barrio La Paz”.

“Les manifiesto mi aprecio y gratitud a los estudiantes y profesores de Uninorte. Realmente su apoyo ha sido muy bueno. Los trabajos de los estudiantes de Diseño están bastantes bien hechos y muy profesionales. Con logos y nombres que pueden identificar al proyecto de la manera que queremos y la gente lo apropie”, manifiesta el padre Cirilo, con su característica sonrisa.

Para el sacerdote, que arribó a Barranquilla hace 44 años, Colombia tiene una riqueza natural y cultural impresionante, que no es aprovechada al máximo porque “no nos podemos de acuerdo”.

“Los colombianos hablan el mismo idioma y no se entienden. Necesitamos más espacios para encontrarnos, donde dialoguemos, nos escuchemos y nos entendamos. Lo más importante para mí es crear espacios donde podamos crear relaciones a cuatro niveles: mejorar la relación con nosotros mismos, con los demás, con la naturaleza y con Dios. Esto es lo que busco con proyectos como el Mini Jardín Botánico y el Eco Parque”, concluye el padre Cirilo.

 

Por José Luis Rodríguez R.

Más noticias