Con cafés virtuales, estudiantes y profesores comparten sus experiencias en clases

Los Cafés de la Decana, ahora virtuales, han permitido conocer las fortalezas y oportunidades de mejora de las clases en modalidad remota.

café-con-la-decana-2020.jpeg
Una de las sesiones precedidas por la decana Silvia Gloria.

Por:

24 abr 2020

Con el objetivo de conocer las experiencias que los estudiantes y profesores de Uninorte están viviendo durante las clases en modalidad remota, así como de construir colectivamente oportunidades de mejora a partir de estas, la decana de la División de Derecho, Ciencia Política y Relaciones Internacionales, Silvia Gloria, viene realizando de forma voluntaria una serie de ‘cafés virtuales’ para escucharlos y atender sus inquietudes.

La decana ha acompañado el trabajo de los docentes y del equipo administrativo de la División desde que empezaron a adecuar los currículos pedagógicos con el Centro para la Excelencia Docente (CEDU) para la continuidad de las clases en modalidad remota, pero también tiene claro que los estudiantes son protagonistas de su proceso formativo. Por eso destaca, entre las principales conclusiones de los encuentros, el inmenso compromiso que han mostrado sus estudiantes para avanzar en su proceso de formación en medio de la coyuntura. “Veo estudiantes muy comprometidos, críticos y haciendo reflexiones sobre cómo su generación puede ser resiliente a esta coyuntura, y a cualquier situación”, asegura.

Destacó también que los estudiantes sin excepción, ponderan la capacidad de los profesores para adaptar las clases en tan corto tiempo, manteniendo la calidad del currículo que caracteriza la formación en Derecho, Ciencia Política y Relaciones Internacionales. Pero además explicó que en medio de la virtualidad, el acercamiento entre estudiante y profesor ha sido cálido y muy humano, disponiendo horarios de comunicación aún más flexibles y con capacidad para identificar y entender los inconvenientes que pueda tener el estudiante, para continuar con sus clases. “Concluyo que una gran fortaleza que tenemos, y que ha sido un eslabón importante para el éxito de las clases, es que nuestros profesores son grandes seres humanos y tienen gran pasión por lo que hacen. Están comprometidos con el proyecto educativo y con sus chicos. En los cafés la constante fue la increíble valoración del trabajo que han hecho para adaptarse a estos nuevos escenarios”, recalcó Silvia Gloria.

En cada una de las más de 15 reuniones se vincularon entre 15 y 20 estudiantes, varios tomando la vocería de sus salones de clases y manifestando también dificultades de adaptación que algunos tienen por diferentes motivos, por ejemplo, la presión adicional que puede generar la coyuntura en las evaluaciones o problemas técnicos en la conexión. Sin embargo, también destacaron el acompañamiento brindado por Bienestar Universitario y la necesidad de tener un acompañamiento permanente para apoyarlos en este proceso.

“Estamos resolviendo dudas y trabajando en formas alternativas para garantizar que todos los estudiantes, a pesar de las limitantes de conectividad y su contexto, puedan acceder a todas las herramientas, contenidos y procesos”, señaló la decana, quien ponderó positivamente que los estudiantes valoren la presencialidad, pero también la capacidad que han tenido para sacar el mejor provecho de la crisis y asumir que sí es posible aprender en este modelo transitorio. De los diálogos con estudiantes surgieron también encuentros con profesores para reforzar sus valoraciones y trabajar en las oportunidades de mejora identificadas conjuntamente.

Desde el 30 de marzo, más de 1.300 profesores en toda la universidad responsables de atender a más de 15 mil estudiantes (13 mil de pregrado), ofrecen en modalidad remota cerca de 1.200 asignaturas en unos 3.500 grupos. Además, para contribuir a la resolución de los inconvenientes de conectividad que algunos estudiantes manifestaron en una encuesta aplicada semanas anteriores, la universidad dispuso el préstamo de más de 350 equipos portátiles, y dispositivos para el acceso a internet, para aquellos con dificultades económicas y técnicas.

“El proceso educativo no puede parar porque el ser humano no puede dejar de aprender. Todos estos retos han renovado el compromiso de los profesores y los estudiantes se han vuelto constructores de su propia clase, son actores de su proceso, y nosotros siempre estamos para orientarlos”, concluyó Silvia Gloria.

Por José Luis Rodríguez R.

 

 

Más noticias