Con monólogo científico disfrutaron asistentes de Nortemática

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Eduardo Sáenz de Cabezón, doctor en Matemáticas.

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27 ago 2015

"Tenemos muchas oportunidades para disfrutar de las matemáticas, lo que ocurre es que no sabemos acercarnos a ella". Así explica Eduardo Sáenz de Cabezón por qué a pesar de su importancia en todos los aspectos de la vida cotidiana, esta ciencia no recibe el amor y aprecio de quienes la consideran una materia tediosa e innecesaria.

Sáenz  fue el invitado especial del Festival de Matemáticas de Uninorte (Nortemática), que se llevó a cabo el 20 y 21 de agosto. Este español, doctor en matemáticas de la Universidad de la Rioja, realizó un monólogo científico con la intención de despertar en los asistentes, conformado por estudiantes barranquilleros de grados de entre 8 y 11, un interés por las matemáticas más allá de lo meramente instrumental.

El español considera que tal como si se abordara la lectura de un texto solamente desde el análisis sintáctico y la conjugación de los verbos, en lugar de disfrutar la literatura o la poesía, lo mismo sucede con las matemáticas cuando solo se les mira como una serie de operaciones y cuentas.

"Estas charlas son como abrir una puertita a algo que podemos disfrutar, pero esta puerta debe ser agradable para que la gente quiera pasar por ella. Entonces, el humor es esa entrada para llegar a sitios donde quizás no entrarías", expresó el matemático.

"Sáenz de Cabezón. Con ese nombre me tenía que dedicar a algo raro". Así establece el doctor y comediante el tono de su intervención titulada ‘Números grandes, enormes, descomunales y desorbitados'. "Mi vida se dedica a las matemáticas, es el mejor trabajo del mundo. Es cierto, lo leí en una lista del New York Times".

Valiéndose de su sagaz sentido del humor y su pasión por las ciencias, Sáenz se planteó explicarle a su joven público, bajo el pretexto de encontrar el número más grande que se pudiera escribir, los aportes a las matemáticas y a la computación de pensadores y científicos tales como Arquímedes, Wilhelm Ackermann, Alan Turing y Tibor Radó.

Él es uno de los fundadores de "The big van theory", un colectivo de monologistas científicos, quienes viajan por el mundo divulgando la ciencia de forma divertida. Admite que el éxito que ha tenido con sus charlas, lo ha llevado a más de una decena de países.

"Es muy inesperado, no pensaba que a la gente le iba a gustar tanto esto cuando empecé a hacerlo con mis alumnos de la Universidad de La Rioja. Pero luego participé en un concurso de monólogos científicos que se llama Famelab y gané la fase española, y eso se hizo más conocido cuando me invitaron a la charla Ted en Buenos Aires, lo que me hizo más global".

Tras la intervención del doctor Sáenz de Cabezón, los estudiantes invitados a Nortemática pudieron disfrutar de la presentación musical del grupo Ethnia Latin & Jazz, y de la exposición Imaginary, un espacio para compartir curiosidades matemáticas del que estuvieron a cargo los estudiantes del programa de Matemáticas de Uninorte.

Por Andrés Martínez Zalamea

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